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El sol despunta sobre el cielo de Nueva Jersey. Dejo atrás la Carretera Estatal 70 y me desvío hacia Cherry Hill entrando por una amplia avenida bordeada por locales y restaurantes. Paso algunos semáforos, obedezco al comando de la voz femenina de mi ‘GPS’ y entro a un barrio de casas de dos pisos con techos triangulares y porches, separadas por amplios jardines adornados por azaleas y árboles que estrenan sus hojas verdes en el inicio de la primavera.
 
Siro Pérez me espera con traje y corbata frente a su casa. Me ve y termina una llamada en el celular. Levanta un maletín y abre la puerta del carro.
 
– Tu pareces árbitro -, dice mirando su reloj. – Once en punto; que puntual.
 
– Estudié en el colegio inglés de Bogotá -, respondo cerrando el ‘sunroof’.
 
Acomoda su maleta con el computador personal en el asiento de atrás, se quita el saco, lo dobla por la mitad y se embarca en el puesto de adelante. Hala las mangas de su camisa azul de rayas blancas, acomoda su corbata de seda, pasa el cinturón de seguridad cruzado sobre su pecho y lo abrocha. Ingresamos la dirección del ‘Red Bull Arena’ en el ‘GPS’, e iniciamos nuestro recorrido de un poco más de noventa millas de distancia. – ¿Este es el BM que estás vendiendo ahora que te vas de Filadelfia? ¿Cuánto estás pidiendo por él?
 
– Cinco mil dólares -, digo siguiendo las instrucciones que me llevan de nuevo a la avenida. – Es un 530i modelo 1994.
 
– Acelera muy bien y está perfectamente ajustado -, dice mirando la tapicería de cuero habana. -¿Qué kilometraje tiene?
 
– 142.000 millas -, digo tomando la desviación hacia la Carretera Interestatal 295. – Estos motores están hechos para 300.000 millas.
 
– Véndelo por ‘Craig List’ -, dice mirando la revista Diez en sus manos. Avanzamos un par de millas y tomamos la entrada al ‘New Jersey Turnpike’.
 
– El de hoy es un partido entre David y Goliat. Roger Torres con el naciente ‘Philadelphia Union’ contra Juan Pablo Ángel con los ‘New York Red Bulls’, el líder actual del campeonato -, me dice mientras reclamo el tiquete del peaje.
 
– Ángel nunca me ha caído bien. Siempre he pensado que es el jugador más sobreestimado de Colombia. Además es una estrella decadente mientras que Torres es una estrella naciente -, digo acelerando en la entrada a la Carretera Interestatal 95 en dirección norte. La aguja del tacómetro sube a 4500 revoluciones por minuto mientras alcanzo el ritmo del tráfico de carros y tracto-mulas que la transitan por sus tres carriles a setenta millas por hora.
 
– Voy a escribir un artículo en mi blog de Al Día, acerca del miedo que sienten los árbitros. Ese miedo siempre existe -, indica Siro ante el panorama de árboles verdes que bordean la carretera a un lado y otro. – El miedo a tomar una mala decisión. El estadio entero te ruge como un león y el mundo se te viene encima. Hasta te tiemblan las piernas.
 
– Es un tema interesante. Todo mundo en la cancha tiene miedo, yo como jugador que fui doy fe de ello. El arquero le teme al delantero. El delantero teme fallar el gol, el defensa teme al delantero, el delantero teme al defensa, el medio campo le teme al mediocampo rival. Ahí es donde entra a jugar la confianza que te tengas -, digo tomando el carril de la izquierda. Estabilizo la velocidad en setenta y cinco millas por hora detrás de un Lexus negro. – Te puedo decir que todos le temen a una mala tarde y por encima de cualquier cosa, a lesionarse.
 
– El árbitro siempre pasa inadvertido hasta que comete un error. Cuando se equivoca tiene a todos los ojos encima -, dice abriendo los suyos. – Mi peor falla arbitral fue en una semifinal de la Copa Latina Senior en Miami, ante miles de espectadores, (el estadio estaba lleno). Jugaba Argentina contra Perú. El partido lo iba ganando uno cero Perú, hubo un centro de Argentina al área y un defensa peruano paró la bola con el brazo, o por lo menos eso me pareció. Los defensores del Perú me rodearon, había jugadores que eran árbitros de futbol amateur y conocían las reglas de juego. Decían que no había sido penal. El asistente estaba quieto y no daba señales de nada. Cualquier otro asistente hubiera corrido al borde del área ratificando la decisión. Pero éste no, permaneció ahí, estático. Los de Argentina estaban ya escogiendo el cobrador. Me acerqué al asistente y el tipo me dijo frente a los jugadores del Perú que no había sido penal. Cuando cambié la decisión, los de Argentina me querían matar, el estadio entero me abucheaba. El rugido del león en pleno y no tienes dónde esconderte. Es de esos momentos en que quieres que la tierra te trague.
 
– Bueno, pero decidiste bien. Si no había sido penal debías retractarte.
 
– No, un árbitro debe mantenerse firme. Si ya tomó una decisión que ante otros es equivocada, debe seguir adelante con ella. Eso es lo que indican algunos instructores de árbitros. Tal vez por eso muchos le dicen al arbitro «arbitrario», ya que tiene funciones de «dictador» en el campo de juego -, dice asintiendo con la cabeza. – La regla número 5 señala que las decisiones de los árbitros son inobjetables. El árbitro manda en el juego, el asistente sólo está para asistir en caso de ser necesario. Si el árbitro está cerca a la jugada no necesita acudir a su asistente. Mi error fue haberlo consultado. Yo debí haberme sostenido en mi decisión, estaba seguro de la acción del penal. En el terreno de juego hay situaciones imprevistas. Si no tienes control mental y concentración, puedes perder el ánimo, dejas de ver una jugada, pitas mal, te ruge el león y siente miedo. Sentí miedo al principio, pero me repuse y logre controlar el partido.
 
– Como abogado creo que un árbitro tiene la discrecionalidad para aplicar una regla de acuerdo a una situación determinada. A mi juicio se puede retractar en aras a la verdad de los hechos.
 
– La regla 5 indica que un árbitro puede cambiar su decisión pero sólo ante la condición de no haber reanudado el juego. De todos modos esa fue una bonita lección que me dio la vida, por que el partido finalmente termino sin peleas. Cualquiera se equivoca -, añade levantando los hombros. – La gente entendió que yo había sido honesto. ¿Sabes como supere el miedo ese día? -. Afila la mirada. – Con mi actitud. Opte por una actitud intuitiva y entusiasta. Escuché lo que mi intuición me decía. Apropiándonos de nuestros miedos somos capaces de planificar nuestras actitudes futuras.
 
Continuamos hasta que la Interestatal 95 se abre en dos. Tomamos los carriles de la mitad en donde sólo transitan carros y continuamos bajo los rayos del sol que calientan las lozas de concreto. Una patrulla de carreteras con sus luces rojas y azules girando sobre el techo, estaciona tras un carro que probablemente excedía el límite de velocidad.
 
– ¿Tú como escritor no le tienes miedo a la crítica?
 
– Siempre hay un cierto temor, pero ese miedo debe servirte para fortalecerte, no para frenarte. Cuando algunas personas me critican en mi blog del Tiempo me dejan saber que estoy haciendo las cosas bien. Que me salgo de los moldes a los que la gente está acostumbrada. Todos los artistas que pasan a la historia eran criticados y cuestionados en su época, precisamente porque planteaban algo distinto. En las crónicas de Brasil en dos ruedas, cuando tanta gente me criticaba y tantos otros me defendían cual crees que fue mi respuesta.
 
– No sé, la verdad -, responde negando con la cabeza.
 
– Permanecí en silencio. Jamás respondí a ningún comentario. ¿Crees que hice bien?
 
– Fue bueno, no te rebajaste al nivel de la gente malintencionada que te criticaba.
 
– Al no responder estaba quebrando la razón de ser de un blog, que es la de funcionar como puente interactivo entre el escritor y los lectores. El silencio deja en evidencia tu miedo, como aquel ser que se paraliza ante una situación de riesgo que lo inhibe a reaccionar de forma adecuada. A mi nadie me enseño a manejar mi blog del Tiempo. Yo aprendí sólo y a las malas. Cometiendo errores. Pero no es acaso así como se aprende, a punta de errores. Hoy en día siempre respondo a las críticas constructivas con mucha seriedad; si son críticas negativas lo hago con un cierto pincelazo de ironía -, digo describiendo el pincelazo con un tenue movimiento de la mano en el aire. – Hay quienes aprenden de sus errores, otros que ni siquiera aprenden de sus propios errores y algunos que aprenden de los errores de los demás.
 
– Eso me enseño mi hermana: ser inteligente es aprender de los errores que uno comete. Ser sabio, es aprender de los errores de los demás.
 
– Todos los seres vivientes tienen miedo. En la cadena alimenticia los animales le temen a sus depredadores. Pero el más grande, el rey de todos los animales, el león, también tiene miedo. Teme envejecer y perder el liderazgo de su manada así como algún día acontecerá, o que la hiena rapte a uno de sus cachorros. Todos los seres vivientes son vulnerables, hace parte de la naturaleza. Es la belleza de la vida. ¿Qué tal que hubiera seres invulnerables?
 
– Es un lindo tema el del miedo, mira para todo lo que ha dado. Por eso es que voy a escribir un artículo del miedo en mi blog -. Pasamos al lado del ‘Goethals Bridge’, con su estructura de metal arqueada de dos pilotes en el medio. Conecta a Nueva Jersey con ‘Staten Island’. Una llama resplandece del otro lado, en una fábrica de hidrocarburos. El tráfico se intensifica a medida en que nos acercamos a Newark y al desvío a Nueva York.
 
– El miedo está en todo. Algunas personas le tienen miedo al fracaso, otras al éxito. No saben como manejarlo si les llega, entonces prefieren alejarse de él. Todos estos miedos están enquistados en lo más profundo del ser humano. Por eso es que la mayoría de las personas prefieren pasar inadvertidas y no tener que enfrentarse cara a cara con sus temores -. El aeropuerto de Newark a la izquierda, su pista de aterrizaje paralela a la carretera, una fila de aviones en el horizonte enfilados desde el norte en su aproximación.
 
– Todos sentimos miedo. Pregúntale a cualquier persona a qué le teme. Te dirá que teme a hacer el ridículo, a fracasar, al rechazo… Afortunadamente yo supere esos miedos y lo hice gracias al arbitraje, una actividad que no es mi profesión sino mi complemento de vida.
 
 
 
Espere pronto: «Triste derrota ante El Toro» – Parte II
 
Vea fotos en: www.eduardobecharanavratilova.blogspot.com
 
Escarabajomayor@gmail.com

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