‘Philadelphia Union’ retorna al terreno de juego sin Torres. – Les dije que Nowak iba a sacar al colombiano. Metió en su remplazo a Zimmerman -, dice José Carbone ante el movimiento de los jugadores que calientan en sus puestos.
 
La barra ‘Sons of Ben’ grita un tímido: – ‘Philadelphia! Philadelphia! Philadelphia!’ -, que se ve opacado por el estallido de la barra de ‘New York Red Bull’ cuando el equipo salta al campo.
 
El árbitro da inicio al partido y ‘Union’ intenta un ataque que muere en un defensa de ‘New York’. Salou Ibrahim roba una bola en el medio campo, se voltea entre dos defensas, la abre hacia la derecha en tres cuartas partes de campo y corre al área. Jeremy Hall la adelanta con pierna derecha y centra al punto penal. – ¡Ojo al cabezazo del moreno! -, grita Siro. Salou se levanta sobre Jordan Harvey, Miglioranzi y Andrew Jacobson. Seitz sale tarde. El ghanés cabecea. La bola entra al arco vacío. ¡GOL! El estadio estalla en júbilo. El delantero africano toma su camiseta con las manos y celebra la anotación con sus compañeros. Seitz cubre su rostro con los guantes.
 
– Salió a nada. Eso es lo que se llama en Colombia salir a cazar mariposas -, le digo a Siro negando con la cabeza.
 
– Sí, puro gol de arquero.
 
«Song 2» de Blur suena en los parlantes del estadio. – «Whoowhoo! / Whoowhoo! / Whoowhoo! / Whoowhoo! / I got my head checked / By a jumbo jet / It wasn’t easy but nothing is / No» -. La barra de ‘New York red Bull’ blande sus banderas y lanza serpentinas. Tiras rojas y azules se enredan en la maya y quedan colgando del travesaño ante el arquero Bouna Coundoul. Desenrollan una pancarta sobre sus cabezas. La imagen de un infierno ardiendo con las palabras: Our Home: Your Hell.
 
Los jugadores de ‘New York’ se hidratan sobre la línea lateral, vuelven a sus posiciones y el árbitro reanuda el partido.
 
‘Union’ se ve parado. Parece haber perdido la tónica. No se encuentra en el medio campo, hace pases erráticos y fracasa en sus intentos por atacar al ‘New York’ por el centro. – Están jugando muy quietos -, indica Siro.
 
Miglioranzi controla el balón en el medio campo, se lo pasa a Fred hacia el costado derecho, el brasilero hace un pase rasante con pierna derecha. La bola cruza la mitad del campo, entre el mediocampista y el lateral. Moreno la para con la izquierda en tres cuartos de cancha. Corre la banda y hace una diagonal, entra al área. (Le Toux corre por el centro buscando el pase. El defensor lo persigue). Moreno levanta la cabeza, impacta el balón con pierna derecha, la bola cruza frente al arquero, pica en la grama, el francés le llega y patea de pierna izquierda. La bola infla la red. – ¡GOOOOOOOOL! ¡GOOOOOOOOL! -. Lo canto con el corazón, levanto mi puño al aire. – ¡Qué golazo! El pase de Moreno, impecable.
 
– Esos dos hacen una muy buena pareja -, responde Siro cámara en mano. Los fanáticos de ‘New York’ se silencian y el partido se reanuda en el minuto sesenta.
 
Un jugador calienta en la banca de ‘Union’. Los músculos de sus omoplatos y tríceps ceñidos bajo su piel oscura. Se pone la camiseta azul distinguida con el número diez y recibe indicaciones de Nowak. El polaco levanta el brazo y señala el sector de la cancha por el que debe moverse.
 
– Es Danny Mwanga, un jugador africano, de Congo si no estoy mal -, indica Siro mientras le tomo una foto. – El chino es una bala. De los mejores jugadores universitarios de los Estados Unidos. Fue el número uno en el SuperDraft de la MLS 2010, la feria para comprar jugadores, celebrada en Filadelfia en enero de éste año. Es la segunda vez que juega en la MLS, solo ha jugado 25 minutos en el primer partido del ‘Union’ contra ‘Seattle Sounders F.C.’, el 25 marzo, cuando perdieron 2-0 y fue reemplazado en el segundo tiempo porque no hizo mucho.
 
– Veamos que hace en éste -. Mwanga entra al terreno de juego y se va corriendo hacia la delantera.
– Mira el movimiento táctico de Nowak. Atrasó a Fred hacia atrás como media-punta y bajó a Le Toux al medio campo. Él siempre fue mediocampista -, indica Siro bebiendo un sorbo de agua. – Dejo sólo a Mwanga en punta.
 
– Está defendiendo el empate. No me parece un buen cambio. Nowak es de esos técnicos que retrazan al equipo cuando van sacando el resultado. Yo prefiero los que siguen atacando.
 
– ‘Philadelphia! Philadelphia! Philadelphia!’ -, grita la barra ‘Sons of Ben’ ondeando sus escazas banderas.
 
Roy Miller retrasa la bola hacia Nielsen. El danés recibe el pase desde el costado izquierdo, casi a la altura del medio campo, levanta la cara, mide el tiro y manda un izquierdazo que surca el aire unos treinta y cinco metros en busca de Ángel. Orosco corre hacia el colombiano, se levanta para cabecear, inclina la cara hacia abajo, sube su brazo izquierdo y salta en un movimiento torpe. Su brazo corta la trayectoria del balón.
 
– ¡Penal! ¡Penal! Muy bien sancionado por el árbitro.
 
– Siro, pero fue involuntaria. Lo hizo por torpe. No sé, es dudoso -. Miro la repetición en el T.V. – Parece como si hubiera escondido la cara y cerrado los ojos.
 
– El brazo desvía la trayectoria. Es claro -, responde Siro mirando su T.V.
 
Ángel toma impulso, cobra con fuerza hacia el palo izquierdo. Seitz adivina el ángulo pero no alcanza a llegar. La bola infla la maya y la barra de ‘New York’ enloquece.
 
– Que cantidad de errores los que ha cometido ‘Union’ en sus primeros partidos.
 
– Sí, por errores también perdió el último partido dos a uno contra Toronto F.C.
 
– Los errores son atribuibles al miedo. Seitz regalo el primer gol por inseguro, Orozco hizo la mano por torpe. Mwanga luce estático y sin fuerza porque su debut en el profesionalismo lo tiene atortolado. Hay varios estudios que demuestran que los seres humanos disminuyen su capacidad mental y psicomotriz cuando están bajo una situación de estrés -, digo subiendo los hombros. – Si yo lo siento cuando estoy al frente de mis alumnos.
 
Le Toux, intenta driblar a un medio campista pero es controlado. La bola sale por el lateral. Se la pasan, intenta driblar sin éxito. – Es mucho más efectivo arriba. Aquí se ve impotente.
 
– Es cierto, aunque en el ‘Seattle Sounders F.C.’ jugaba en el medio.
 
– Le agradecemos a las 15.619 personas que asisten al partido -, dice el comentarista por los parlantes.
 
‘Union’ ataca de forma desesperada en busca del empate. Moreno hace un centro al área que Mwanga va a cabecear pero un defensor la saca al tiro de esquina. Le Toux lo cobra. La bola templada hacia el primer palo. Mwanga salta a cabecearlo pero un defensor la rechaza al tiro de esquina.
 
– El pelado tiene miedo de cabecear. No está haciendo un culo, como en el primer partido que jugó.
 
– Es muy joven. Si estamos hablando del miedo, a éste chino le andan temblando las piernas. Yo como jugador doy fe de ello. Es difícil jugar a los dieciocho años en éste nivel. La diferencia con Torres es que ya jugaba profesional en Colombia para América de Cali, y Mwanga viene de la liga universitaria.
 
Le Toux corre hacia la otra banda a cobrar el nuevo tiro de esquina. Patea con un disparo templado al segundo palo, Bouna Coundoul puñetea al aire, la bola lo sobra. Orozco se la retraza a Moreno, hay una melé frente al arco, el venezolano remata desde el piso y un defensa saca la bola en la línea de gol. ‘New York’ se defiende y el partido va entrando en un letargo.
 
– El deporte universitario es muy fuerte aquí en los Estados Unidos -, digo mirando el folleto de la MLS. – Esa es una cantera de jugadores de la que carecen los países latinoamericanos.
 
– Claro que también deberían reclutar jugadores de la cantera latina -, indica Siro afilando el rostro.
 
– Una cosa no contradice la otra.
 
– El problema es que hay muchos indocumentados.
 
– Claro, entran a jugar las leyes de inmigración.
 
Ángel espera un pase de Nielsen, se adelanta pero el balón es interceptado por Arrieta. El colombiano vuelve al medio del campo con un ‘trotecito’. – Ángel, ladra echado.
 
Siro se ríe. – Sí, es un perro viejo. Pero es goleador en la MLS y en el fútbol lo que vale son los goles.
 
– Mientras que la MLS sea una liga que traiga estrellas decadentes en vez de traer estrellas nacientes, no va a poder compararse con Europa.
 
– No te creas, todos estos pelados ya son estrellas. Era lo que hablábamos con Johann Baruqui, esta liga es muy profesional. Yo veo a los Estados Unidos peleando la copa mundo dentro de poco.
 
Moreno se perfila por el costado derecho, le hace un amague al defensa. Fred pica por afuera. Moreno le hace el pase. El brasilero le llega a la bola y frena en el área con la pierna derecha. El defensa pasa de largo como un tren. Fred sube la cabeza y levanta un pase preciso. La bola cruza frente a la portería. Jack Malnerney llega desde atrás y cabecea el balón de forma apurada hacia el palo del arquero. Se pierde por la línea final; el joven norteamericano se toma la cabeza.
 
– Puta, ahí estaba el empate -, grita Siro. – Se la puso con la mano.
 
– Sí, se la comió -, digo negando con la cabeza. – Otro chino, Malnerney, es del equipo sub-diecisiete de los Estados Unidos.
 
Nielsen hace un pase al vacío que toma en fuera de lugar a Ángel. – Ni corre -. Siro se caga de la risa. – Por eso es que está gordo.
 
Orozco recibe una bola de Seitz. Sale jugando ante la marca de Joel Lindpere quien lo acosa. Orozco apresura el pase y entrega mal la bola. El delantero del ‘New York’ levanta el  centro a mitad de área. Dane Richards para el balón y dispara a quemarropa. Seitz cierra bien el ángulo. La bola sale al tiro de esquina. – Nos salvamos del tercero -, indica Siro negando con la cabeza. – Minuto noventa. Se acabó el partido.
 
– El ‘Union’ aún está verde, le falta madurar.
 
– Pero como las buenas frutas, tiene sabor -. El árbitro da tres minutos de adición y sopla su silbato. Los jugadores del ‘Union’ salen cabizbajos. Un reportero entrevista a Ángel frente a una cámara de T.V. Roger Torres firma algunos autógrafos de niños que le pasan papel y lápiz desde la tribuna. Sale cojeando hacia los camerinos.
 
Abandonamos la tribuna ante la canción ‘Empire States of Mind’ de Jay-Z y Alicia Keys. – Tenía mucha expectativa con Mwanga. Decían que era la solución para el ‘Union’ pero no hizo nada -, dice Siro bajando las escaleras que llevan a los camerinos. – Lo que tú dices. Seguramente sintió lo que sentimos todos. Miedo.
 
– ¿Miedo? Yo diría que estaba cagado del susto.
 
 
 
Espere pronto: «Triste derrota ante El Toro» – Parte VI.
 
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