Como todo deporte

se volvió político.

 

No es una práctica

en sí misma…

 

Es,

lo que otros

quieren que sea,

un muñeco

de ventrílocuo

 

una víctima con

mordaza

y venda

que lucha

por liberar

sus manos…

 

El futbol,

ese que todos

jugamos en el

recreo del colegio,

en las calles del barrio

o en los campos

de torneos amateurs

en los que gana

el que más lo merece

 

es cosa de ilusos,

como todo lo demás…

 

 

Del poemario «Conexión Brasil»

www.eduardobechara.com

escarabajomayor1@gmail.com