El conflicto se presenta entre Monroe y Olivier mientras se filma una «comedia ligera» y va más allá de la simple tensión entre un director y su actriz. Se trata de un encuentro entre dos mundos: El de la farándula y el de los actores de carácter, que se agudiza por la presencia de los dos métodos más famosos de actuación: El distanciamiento y el del Actor’s Studio (heredero de Stanislavski), un conflicto que es bien expresado por el joven Clark cuando, hablando de Olivier, le dice a Marilyn: «Él es un gran actor que busca ser estrella y tú eres una estrella que quiere ser actriz».
No hace falta saber que Carnage está basada en una obra de teatro para entender el tono de su puesta en escena. Polanski es un maestro del cine que siempre nos sorprende con la calidad de sus películas y en ésta demuestra que, además, es buen director de actores.
La película se desarrolla en una sola locación y son los tiempos de la escena los que marcan el ritmo de la historia. La trama se basa en el absurdo de unos personajes que se conocen en una circunstancia desagradable y deben mantener una forzosa charla amigable sobre la agresión del hijo de Nancy y Alan (Kate Winslet y Cristoph Waltz) al de Penélope y Michael (Jodie Foster y John Reilly). Todo la fuerza recae en sus potentes actuaciones y la comedia se basa en el contraste entre sus personalidades y los momentos por los que pasa esta reunión, en la que se tejen alianzas momentáneas y se van develando las verdades y personalidades reales de los protagonistas.
Polanski centra sus esfuerzos en la dirección de actores y la primera decisión acertada es la selección del reparto, que representa al mismo tiempo el estilo de Hollywood, el cine independiente norteamericano y el cine europeo. Sólo un maestro como él podría mantenernos conectados con esta historia claustrofóbica y absurda usando un género como la comedia que no ha sido propio de su estilo.
Hollywood produce cada año entre 600 y 800 películas. Esta gran cantidad de películas ocupa al final más del 85% de las pantallas del mundo (en Colombia el porcentaje es mayor) con resultados positivos en taquilla, pero no siempre en la calidad. Por eso hay que celebrar cuando llegan obras sólidas a la cartelera, cuyos efectos especiales son los giros del guión y cuyo reparto no ha sido escogido por catálogo si no por los méritos de sus actores. Se trata de la reivindicación de la puesta en escena por encima de la puesta en venta.
Espere en la próxima entrega: Películas de desastre: Un desastre de películas
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