Gran acogida tuvo mi post de la semana pasada en el que hablé acerca de la relación entre cine y periodismo (véala aquí). Esta semana termino con algunas películas que abordan temáticas distintas relacionadas con esta bonita pero difícil profesión.
PERIODISMO INVESTIGATIVO
Muchas películas resaltan el rol del periodista que pregunta, investiga y se convierte en un obstáculo para quienes, en medio de un problema legal, intentan ocultar información importante o manipular a la opinión pública. Así, encontramos películas centradas en la investigación sobre personajes criminales como la ecuatoriana Crónicas de Sebastián Cordero, en la que un reportero investiga un hombre acusado de asesinar niños (inspirada en el caso Garavito); Zodiac de David Fincher alrededor del caso del asesino en serie Zodiaco, que nunca fue descubierto o La vida de David Gale de Alan Parker y Ejecución inminente de Clint Eastwood en las que un reportero asume una investigación dirigida a defender la vida de un inocente condenado a muerte.
Otra trama importante en esta categoría es la del periodista que se convierte en abanderado de una causa justa en contra de un gran sistema. En El intercambio de Clint Eastwood, un pastor y locutor de radio asume una investigación para desenmascarar a la policía local que ha sustituído el hijo de una mujer por otro para tapar su incompetencia; en El Dilema de Mann y El informe pelícano de Pakula se trata de periodistas que asumen como propia la causa de un grupo de personas afectados por la corrupción del Estado o las grandes corporaciones. Igualmente, encontramos películas en donde se abordan las relaciones entre el poder y el periodismo, pero haciendo un énfasis mayor en la investigación que desenmascara a los culpables. Ejemplo de lo anterior son dos maravillosas cintas: Los Ángeles al desnudo de Hanson y Todos los hombres del presidente de Pakula. En la primera, se ponen al descubierto oscuros secretos detrás del glamour de Hollywood (trama también de Hollywodland) y en la segunda, por medio de dos periodistas bien tipificados (interpretados por Robert Redford y Dustin Hoffman) se describe con lujo de detalles el proceso de investigación periodística que llevó a la renuncia de Richard Nixon por el caso del Watergate: Una clase magistral de periodismo investigativo.
Otra trama importante en esta categoría es la del periodista que se convierte en abanderado de una causa justa en contra de un gran sistema. En El intercambio de Clint Eastwood, un pastor y locutor de radio asume una investigación para desenmascarar a la policía local que ha sustituído el hijo de una mujer por otro para tapar su incompetencia; en El Dilema de Mann y El informe pelícano de Pakula se trata de periodistas que asumen como propia la causa de un grupo de personas afectados por la corrupción del Estado o las grandes corporaciones. Igualmente, encontramos películas en donde se abordan las relaciones entre el poder y el periodismo, pero haciendo un énfasis mayor en la investigación que desenmascara a los culpables. Ejemplo de lo anterior son dos maravillosas cintas: Los Ángeles al desnudo de Hanson y Todos los hombres del presidente de Pakula. En la primera, se ponen al descubierto oscuros secretos detrás del glamour de Hollywood (trama también de Hollywodland) y en la segunda, por medio de dos periodistas bien tipificados (interpretados por Robert Redford y Dustin Hoffman) se describe con lujo de detalles el proceso de investigación periodística que llevó a la renuncia de Richard Nixon por el caso del Watergate: Una clase magistral de periodismo investigativo.
No es gratuito que, aun hoy, al periodismo se le denomine el cuarto poder: Informar a la opinión pública, suministrar datos y opinar directa o indirectamente es en sí mismo un gran poder que atrae la ambición de gente influyente que, por medio de muchas artimañas, intentan seducirlo y corromperlo. A esto se suma, además, al tráfico de influencias como relación perversa entre periodistas, miembros del Estado y grandes corporaciones: Una completa aberración para cualquier manual de ética periodística.
Son muchas las películas que critican esta relación y en donde los periodistas no salen muy bien librados. La reina, por supuesto, es Ciudadano Kane considerada por muchos como la mejor película de la historia y al parecer basada en la vida de William Randolf Hearst magnate del periodismo en Estados Unidos. La película sufrió varios intentos de censura que no tuvieron éxito y que fueron representados en RKO 281, película de HBO, en 1999.
Otras películas nos han mostrado la relación entre periodistas y personajes cuestionables de las clases altas como La hoguera de las vanidades de De Palma o al periodista en medio del juego de poder en escenarios delicados como una guerra como la serbia En tierra de nadie de Danis Tanovic, quien fue periodista de guerra y cubrió la guerra de los Balcanes.
Es de destacar, también, que algunas películas han usado hechos históricos para contarlos desde la óptica periodística. Además de la ya citada Todos los hombres del presidente sobre el Watergate, se destaca Cortina de humo de Barry Levinson que hace un guiño que todos entendimos al sex affaire del presidente Clinton contando la historia de una guerra fabricada para desviar la atención del público. Más fiel a la realidad es la recreación de la famosa «entrevista del siglo» entre un cuestionado presidente Nixon y el agudo periodista David Frost en Frost/Nixon de Ron Howard.
ROLES DEL PERIODISMO
Aunque ya se ha dicho que los reporteros son tal vez la representación más clara del periodista en el cine (incluyendo el cliché del sombrerito y la libreta), el séptimo arte también ha retratado a otros oficios relacionados con el periodismo.
Además de los paparazzi de La Dolce Vita, vemos también fotógrafos de la crónica roja en La mira indiscreta, reporteros gráficos como el protagonista de La ventana indiscreta de Hitchcock que espía a sus vecinos con un teleobjetivo y hasta un fotógrafo aficionado que logra salir adelante en la favela más peligrosa de Rio de Janeiro por su habilidad para tomar fotografías y vocación periodística en Ciudad de Dios.
El reportero aparece como personaje en Todopoderoso y en The Paper en donde ambiciona el protagonismo del presentador y fastidiado y cansado de su trabajo en El día de la marmota, en donde está condenado a repetir una insoportable rutina todos los días, atrapado en el tiempo. Para terminar, recordemos la ridiculización al reportero raso que hace una de las mejores películas colombianas, La estrategia del caracol, cuando después de escuchar la historia completa de la película, un joven periodista (interpretado por Carlos Vives) sólo hace una pregunta desafortunada: «¿Y todo eso para qué?» a lo que su desconcertado entrevistado responde: ¿Para qué? ¿Para qué le sirve a usted la dignidad? ¿Esa palabra no existe o no la usan ya en televisión?…fuerte crítica al periodismo nacional.
No pretendo con estos dos textos agotar la extensa filmografía sobre el tema. Sé que omití títulos importantes, pero sólo quiero hablar de películas que he visto y puedo recomendar. Si quieres ver la lista completa puedes hacerlo aquí. Espero que estas recomendaciones sean de utilidad a mis colegas periodistas, mis exalumnos que se dedican a este bonito oficio y, sobre todo, a quienes día a día nos presentan la realidad del mundo bajo su propia mirada esperando que, viendo ejemplos y contraejemplos, no dejen que su lente se ensucie o se rompa por intereses que van más allá de la búsqueda desinteresada de la verdad.
Espere en mi próxima entrega: La tentación del spoiler
Para ver otros textos sobre cine y cultura visite Jerónimo Rivera Presenta
Sígueme en twitter: @jeronimorivera
Anteriores entradas:
- Filmar al periodista I
- Estrellas de cine estrelladas
- El placer de repetir una película
- Las películas que vi en Cartagena
- Las películas de Oscar II
- Las películas de Óscar I
- Oscar y propaganda
- Cine crispetero
- Tarantino: Cineasta de videotienda
- Los maestros también se equivocan
- Películas que disfruté en 2012
- Un cine adolescente
- Películas de desastre: Un desastre de películas
- Volver al origen
- ¿Quien quiere ser una estrella?
- Sé lo que viste el verano pasado
- Top 10 Halloween: Los que más me asustan
- Las películas como vitrina
- Yo también fui cineclubista
- Cine entre curvas y mareo
- «Festivaliar»: Un verbo para cinéfilos
- Que no me guste la película no quiere decir que sea mala
- El cine colombiano y los colombianos (II)
- El cine colombiano y los colombianos (I)
- ¿El tiempo del cine colombiano?