Los maestros de la palabra en América Latina han tenido encuentros y desencuentros con el cine. Algunos, como nuestro nobel García Márquez, han tejido a su alrededor la leyenda de ser inadaptables (aunque para algunos son inadaptados o inaguantables) y otros, como muchos jóvenes escritores colombianos, parecen escribir guiones en formato de novela, lo que les ha valido una buena cantidad de críticas.  Lo cierto es que la relación entre cine y literatura en Latinoamérica ha arrojado una buena cantidad de títulos que es bueno repasar.
La relación entre literatura y televisión también ha sido fuerte en Colombia.  En la década de 1980 muchos libros alimentaron las historias de nuestros libretistas en «La vorágine», «Mi alma se la dejo al diablo», «Cuando quiero llorar no lloro», «La tía Tulia y el escribidor», «La mala hora», «Cuentos del domingo», entre muchos otros espacios televisivos. Esto, por supuesto, era cuando en la televisión nacional importaban más las historias que las cifras y cuando la mayoría de las novelas eran escritas por escritores y no por mercaderes.
Aprovecho el pretexto de la Feria Internacional del Libro de Bogotá y del Día del idioma para hablar de esta relación entre cine y literatura latinoamericana.  No soy experto en literatura y, por respeto a los que sí lo son, me limitaré a hacer un recuento de algunos de los más populares escritores de nuestra región cuyos libros han sido llevados a la pantalla grande. Estos son algunos de los autores más reconocidos de la literatura latinoamericana que han sido llevados al cine:
Ernesto Sábato (Argentina): El reconocido autor de «El Túnel» alternó su labor literaria con la escritura de varios guiones, como la adaptación de su obra cumbre en 1952 (dirigida por León Klimovski) y en 1977 (versión para tv de José Luis Cuerda).  También escribió los guiones de las películas El tercer huésped (1946),  Ni vencedores ni vencidos (1970) y El poder de las tinieblas (1979), basada en un capítulo de Sobre héroes y tumbas y que escribió con su hijo Mario Sábato, reconocido director que ha hecho más de 20 películas, entre las que se destaca el documental Ernesto Sábato, mi padre (2009).
Julio Cortázar (Argentina): Aunque no participó como guionista o asesor de proyectos cinematográficos, las obras del autor de Rayuela han sido la base de más de 28 películas (entre corto y largometrajes) y se reconoce su gran influencia en la narrativa contemporánea mundial. Sus novelas se han convertido en películas en países como Polonia, Francia, Brasil, Argentina, Alemania e Italia.  Tal vez la más famosa de las adaptaciones de Cortázar sea la película Blow Up de Michelangelo Antonioni (1966) basada en su cuento Las barbas del diablo.
Jorge Luis Borges (Argentina): Otro importante escritor que participó en proyectos audiovisuales. Adaptó varias novelas al cine en colaboración con autores como Adolfo Bioy Casares y Hugo Santiago. Algunos de sus guiones son: Días de odio (1954), El paraíso de los creyentes (1955), Los orilleros (1975) y Les Autres (1974). Sus obras han sido llevadas al cine en Argentina, Irán, Italia, URSS y Brasil y hasta Bernardo Bertolucci fue seducido por su prosa al adaptar su obra Del traidor y del héroe en la película Strategia del Ragno (1970).
Manuel Puig (Argentina): Su obra más conocida llevada al cine es El beso de la mujer araña dirigida por Héctor Babenco (Brasil, 1985), pero también estudió cine en Roma y escribió muchos guiones, entre los que se destacan El otro (1986), Boquitas pintadas (1973) y El lugar sin límites de Arturo Ripstein (1976), película de la que pidió retirar su nombre por miedo a la censura durante el período de López Portillo en México.
Jorge Amado (Brasil): Algunas de sus más importantes obras como Gabriela, clavo y canela y Doña Flor y sus dos maridos han sido llevadas infinidad de veces a la televisión, el cine y el teatro en varios países. Además participó en la escritura del guión de La tienda de los milagros del pionero del cinema novo brasileiro Nelson Pereira Dos Santos y en los proyectos The Sandpit Generals (USA) y Die Wiendrose (realizada por directores de varios países).  Sus libros han sido la base para varias películas brasileñas, pero también se destaca una adaptación egipcia (Ganaat al shayateen, 1999) y la película Kiss me goodbye hecha por Hollywood en 1982, que se ha sugerido como adaptación de Doña Flor y sus dos maridos.
Alberto Fuguet (Chile): Este autor tiene una característica interesante, pues también ha operado como productor y director de cine.  Ha escrito y dirigido tres largometrajes y su novela Tinta roja fue llevada al cine por Francisco Lombardi en 2000. 

Como siempre advierto, sé que quedarán muchos autores por fuera, pero la próxima semana continuaré con la lista. Espero sus comentarios y contribuciones para que sea lo más completa posible.  Pueden consultar aquí  la lista completa de los autores que mencionaré y las películas en las que han participado.

Espere en mi próxima entrega: Letras latinoamericanas en el cine II

Para ver otros textos sobre cine y cultura visite Jerónimo Rivera Presenta

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