El cine está en crisis, es verdad, pero esta frase ha sido pronunciada tantas veces en la historia, que ya no tiene el mismo efecto. Desde el origen de este arte, en 1895, pocos creían en su futuro y hasta Antoine Lumiere, el padre de sus creadores, declaraba que «ésta es una curiosidad científica que no tendrá futuro». 118 años después sabemos que estaba muy equivocado.
Después llegó la televisión y todos pensaron que la gran pantalla sería desplazada por la chica y que nadie querría ir a las salas teniendo un «cine en casa». Después aparecieron el betamax, la televisión por cable, el Internet y otros hitos tecnológicos más que sentenciaron al cine a muerte; pero este eterno moribundo es más fuerte de lo que parece y, por el contrario, muta permanentemente para hacer frente al embate de los años, como ocurre ahora con su proceso de digitalización.
En los últimos años ha disminuido el número de espectadores en las salas de todo el mundo y fenómenos como la piratería han llegado realmente a afectar la venta de boletas. La industria ha buscado métodos sencillos para traer al esquivo público de regreso como la creación de historias fáciles para el gran público, el reencauche de películas de otras décadas, la adaptación de best sellers de la literatura y la recreación en el cine de personajes provenientes de las series de televisión y los comics, pero estas tácticas no han sido suficientes. Una de las últimas estrategias, propuesta por Spielberg es darle más status a las funciones con accesos VIP para los espectadores y merchandising de cortesía, pero dudo que esto sea suficiente.
Una de las más estrategias más fuertes ha sido el 3D. Esta invención no es un asunto nuevo, si no el reencauche de un viejo truco que le ha permitido al cine un nuevo aire (ver cuadro de hitos del 3D y video del final). Se trata básicamente de un juego óptico mediante el cual dos imágenes se funden en una sola para que, al ser proyectada, da la ilusión de tridimensionalidad.
El efecto ha sido perfeccionado y películas como Avatar o Alicia en el país de las maravillas son la prueba del gran impacto que ha tenido en el público. El 3D ha sido la punta de la lanza para combatir la piratería y la descarga ilegal de películas, pero ésta tampoco será una solución definitiva y una buena parte del público se está cansando de una ilusión que, además, fatiga los ojos y la inmensa mayoría de las veces no presenta un valor agregado (pero sí un aumento en el valor de la boleta). La popularización del 3D ha llegado también a las series de Internet y como gancho para la compra de nuevos televisores. ¿Será que el encantamiento con el efecto durará lo suficiente como para salvar a la industria de pérdidas cada vez más millonarias?
El uso y abuso de los efectos especiales en el cine es frecuente y hoy la mayor parte de las películas premiadas en Hollywood tienen a la tecnología como uno de sus pilares fundamentales (ver mi texto Hollywood vs cinefilia). Esto no estaría mal si las historias mantuvieran su importancia, pero lastimosamente no es así. Cada vez vemos más películas hechas para los efectos que efectos hechos para las películas, como debería ser.
Hay quienes dicen con sarcasmo que lo mejor que podemos ver en 3D son los anuncios antes de las películas, pues la mayor parte de las cintas solo usan el truco para dar profundidad a las historias y se pierde parte del encanto de que los objetos salgan de la pantalla. Hay que reconocer, sin embargo, que buena parte del público está feliz, pero mañana pedirá más y el 3D no será suficiente para deslumbrarlo. Ese día la industria tal vez entenderá que a todos nos gusta que nos cuenten historias y que lo hagan de la mejor manera. Tal vez ese día el cine recuperará la magia, que no está en los efectos digitales si no en las historias que hacen al mundo más cercano y nos ayudan a entender mejor nuestra propia vida.
Aquí pueden ver mi artículo ¿Es el 3D la tabla de salvación del cine? en donde hablo con más detalle y cifras de este fenómeno en la revista de la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños (Cuba).
En este videoblog podrán ver mis comentarios sobre el tema para el portal Cinefunción:
Espere en mi próxima entrega: 10 películas de deportes
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