En estos días el tema de moda es el cine colombiano, debido a la ya famosa carta que Antonio Dorado envió a los medios de comunicación protestando por el poco tiempo dado a su película Amores peligrosos en cartelera. Un sector de la crítica ha respaldado la misiva del director y otro ha criticado la falta de gestión de productores y de sensibilidad de los exhibidores.
Para dar otros criterios de comparación, comparto algunos datos preliminares* que he obtenido para mi tesis doctoral sobre cine latinoamericano en la Universidad de Pamplona (España) con ejemplos de las películas más exitosas (en premios y en taquilla) de los últimos años en las tres cinematografías más sólidas de Latinoamérica (México, Brasil, Argentina) para que sean ustedes quienes saquen conclusiones sobre el cine colombiano con relación al de otros países de nuestro continente.
Para iniciar es importante mencionar que al hablar de éxito de una película podríamos referirnos a dos valores que en ocasiones son irreconciliables: Los premios y el público. No es muy común que una película sea recibida con gusto por la crítica y la audiencia y muchas veces las más taquilleras son despreciadas por el «mundo de los conocedores» y las más premiadas no reciben el respaldo del gran público.
En Colombia se realizaron aproximadamente 90 películas entre 2002 y 2011 frente a más o menos el doble (184) en Chile, casi 400 en México, más de 600 títulos en Brasil y 800 en Argentina. Esto ubica a nuestro país en el quinto lugar como país productor de cine en América Latina en este período. Es de señalar, sin embargo, que países como Argentina y México se quejan de que un importante porcentaje de las películas que se hacen nunca pasan por la cartelera cinematográfica. En Colombia, mal que bien, todas las películas se estrenan, aunque duren poco tiempo. También es cierto que en algunos países no limitan la «cuota de pantalla» de películas nacionales a los estrenos, si no también al tiempo de duración de los títulos en cartelera y el Estado destina salas exclusivamente para la presentación de títulos propios con el fin de formar al público sin esperar una retribución económica.
La película colombiana más taquillera en este período (2002-2012) fue El paseo (Trompetero, 2010) con millón y medio de espectadores y la más premiada fue Los viajes del viento (Guerra, 2009) con 10 premios nacionales y dos internacionales, uno de ellos en el Festival de Cannes (premio de la ciudad de Roma), pero no alcanzó a llegar a los 200.000 espectadores. Es claro que los premios no son garantía de calidad, pero son un indicador y es importante mencionar que en este período ninguna película colombiana aparece al mismo tiempo entre las más premiadas y las más taquilleras. ¿Serán irreconciliables esos dos ámbitos en Colombia?
No soy yo el indicado para decir si el cine colombiano es el único en crisis en Latinoamérica, pero les comparto como referencia las películas más «exitosas» de Argentina, Brasil y México desde 2002. Juzguen ustedes mismos.
ARGENTINA:
La más taquillera: El secreto de sus ojos (Campanella, 2009), con una asistencia record de más de dos y medio millones de espectadores en su país. Cuenta la historia de un abogado jubilado que escribe una novela sobre un caso que nunca pudo cerrar, mientras vuelve tras la huella de una relación amorosa que tampoco pudo desarrollar.
Pd: Llama la atención que la película más taquillera sin tener ningún premio, Papá se volvió loco (Ledo, 2005), parece un clon de El Paseo (hombre cuarentón capitalino que viaja al exótico caribe), ¿Será que el cine comercial latinoamericano tiene fórmulas?
La más premiada: También es El secreto de sus ojos. La película de Campanella contó con el beneplácito de público y crítica obteniendo 33 premios nacionales y 13 internacionales, incluyendo Goya, Ariel y Óscar a mejor película extranjera.
Brasil
La más taquillera: Tropa de élite 2 (Padilha, 2010) con una asistencia de casi 12 millones de espectadores. Por supuesto, no podemos comparar nuestra taquilla con un gigante como Brasil, pero sí es representativo que una segunda parte sea la más vista (en Colombia El Paseo 2 también tuvo un gran recaudo). Esta historia continua con la historia de los policías que controlan el orden público en las favelas de Río de Janeiro y sus relatos de violencia y corrupción. Es importante señalar que la primera parte de esta cinta puede haber sido vista por una mayor cantidad de personas que tuvieron acceso a una versión pirata que circuló en el país antes de su estreno y esto sirvió para el recaudo de la segunda parte.
La más premiada: Tropa de élite (Padilha, 2007). La primera parte de la saga recibió 26 premios nacionales y tres internacionales, entre los que se destaca el Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín.
México
La más taquillera: Este año se presentó un hecho sin precedentes en este país al romperse dos veces el record de la película más taquillera de la historia con las cintas Nosotros los nobles (7 millones de espectadores) y No se aceptan devoluciones (14,6 millones). Esta situación contrasta, no obstante, con la inmensa cantidad de películas que allí se hacen y nunca llegan a estrenarse. Ambas historias son comedias ligeras, del gusto popular y sin gran aceptación de parte de la crítica.
La más premiada: Las películas mexicanas más premiadas hasta 2011 son Temporada de patos (Eimbcke, 2004) y Cinco días sin Nora (Chenillo, 2008). En el primer caso se trata de una historia de adolescentes en su cotidianidad y en el segundo de una comedia con marcado humor negro. Ninguna de estas dos películas superó los 300.000 espectadores.
En el mundo se mueven dos posturas frente al cine: La que lo defiende como factor clave de la cultura y la que afirma que es entretenimiento. El día que en nuestro país logremos conciliar ambas y hacer películas de calidad y entretenidas, tal vez logremos que por fin el público colombiano vea su cine con otros ojos.
*Los datos han sido tomados de varias fuentes como ministerios de cultura de cada país, Internet Movie Data Base, Home Box Office Mojo y bases de datos académicas como Scopus y Redalyc. Las cifras difieren notablemente, por lo que soy prudente en las afirmaciones cuantitativas.
Espere en mi próxima entrega: Mis películas españolas favoritas
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