Hoy, día de inocentes, presento las películas que, a mi juicio, fueron grandes decepciones. Excluyo de la lista aquellas de las que claramente no se esperaba nada (porque tampoco lo pretendían) y me concentro en las que generaban algún tipo de expectativa por su alta inversión, su elenco, sus productores, su director o alguna otra razón que hizo que esperáramos de ellas mucho más de lo que mostraron. En resumen, este no es un listado de lo peor del año, si no de aquello que no funcionó como debería, lo que excluye secuelas que nunca han sido buenas como las de las Tortugas Ninja o El día de la independencia o las comedias tontas. Debo aclarar también que en un año con un nivel tan regular en la oferta cinematográfica para Colombia, tampoco fueron muchas las que se destacaron por generar expectativa.
No las pongo en orden, así que también pueden opinar sobre cuál les pareció peor. Como siempre, omito de la lista aquellas películas que no vi.
Espero sus comentarios y sus propias candidatas a la decepción de 2016.
Suicide squad: Con un elenco que suele funcionar bien para este tipo de películas, una gigantesca inversión y una campaña de expectativa de meses; esta película sale por estos días en la mayoría de los listados de lo peor del año. Una película que podría haber sido entretenida y bien narrada terminó siendo la muestra de que la forma no es suficiente para compensar las fallas de contenido. Una banda sonora llena de refritos exitosos del rock, actores desperdiciados, subtramas insulsas y una narración que parecía más una estrategia de promoción fueron los ingredientes de esta malograda película.
Joy: El nombre del éxito: Jennifer Lawrence ya ha demostrado con creces que, a pesar de su juventud, es una de las mejores actrices del momento y que luce bien en todos los géneros. Ella es, de lejos, lo mejor de esta película que venía precedida de grandes comentarios y sus nominaciones al Oscar pero que no pasó de ser tan aburrida, pretenciosa e insulsa como los infomerciales que enmarcan su historia.
Batman vs Superman: Yo confieso que estoy bastante hastiado de las películas de superhéroes (que este año inundaron las pantallas) y que podría haber inlcluido varias de sus películas en este listado, pero incluyo esta por su guion flojo y su resolución tipo «Deux ex Machina» para un conflicto entre dos superhéroes que tenía mucho potencial (divinidad vs humanidad) pero que terminó resuelto por una anecdótica coincidencia. La contraparte de Marvel, Civil War, no es mucho mejor y su resolución es igualmente apresurada y floja, pero tuvo algo más de conflicto y coherencia.
Julieta: Almodóvar, como pocos, es capaz de crear grandes obras de arte y grandes fiascos; (es casi increible que el mismo autor de Todo sobre mi madre fuera capaz de hacer esa vergonzosa comedia que es Los amantes pasajeros). Julieta no es, ni mucho menos, su peor película, pero para mí fue una gran decepción por sus diálogos telenovelescos, su resolución descuidada y su exceso de melodrama efectista. No es una mala película pero a mí, y no soy el único, me decepcionó muchísimo.
Buscando a Dory: Esta historia, que podria pasar desapercibida entre las películas infantiles del montón, tenía tras de sí el peso de ser la secuela de la genial Buscando a Nemo, una de las mejores cintas infantiles de las últimas décadas. Más allá de reirnos del personaje y lamentar su terrible padecimiento, nos encontramos en el viaje con un grupo de personajes secundarios que poco aportan a la historia y que no alcanzan a estar tan bien definidos como el tiburón Bruce o los peces del acuario de la primera parte. Aunque la animación es impecable, la película peca en exceso por intentar conmover al público con una historia y unos personajes que poco enganchan.
Ocho apellidos catalanes: Después de la divertidísima Ocho apellidos vascos, repleta de buenos chistes sobre la idiosincracia de las regiones en España, esta secuela nos deja ver poco del buen humor de la original, con una historia sin sentido y unos personajes desgastados. El buen personaje de Karra Elejalde aparece totalmente desdibujado en la secuela y la tensión de la historia prácticamente desaparece. El único que se salva es el divertido Dani Rovira, que no es suficiente para salvar la película del tedio y la incoherencia.
Divergente, Leal: Esta película es el ejemplo perfecto de como una saga puede ir hacia abajo en cada nueva entrega. La primera parte nos presentaba un conflicto atrapante, personajes interesantes y la lucha de un grupo de rebeldes contra un gobierno tiránico en una sociedad basada en castas. Al caer el conflicto principal, la segunda parte ve caer la tensión, pero aun se sostiene por el peso de los personajes. Esta tercera entrega, que además debió ser la última, poco aporta y muestra más a una historia que se quedó sin ideas y que no sé como harán para rescatar con una película más.
Además de las ya mencionadas, debo incluir al cine colombiano como una gran decepción no por la calidad de películas que se están haciendo (irregular, pero con algunos títulos muy destacados y de gran calidad), si no por la cada vez más baja respuesta del público hacia la variedad y la apuesta de exhibidores hacia el cine que solo traslada el humor de la pantalla chica hacia el cine, sin hacer grandes aportes a la cinematografía nacional. Por supuesto, no se puede generalizar, hay comedias de buena calidad, pero que bueno sería que la «chambonería» y el mal gusto dejaran de ser los reyes de la taquilla nacional. Ojalá que algún día entendamos que se puede hacer comedia sin acudir a las recetas fáciles y respetando el público y dramas pretenciosos que no aburran a la sala entera.
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Aquí pueden ver mi listado con las mejores películas del año.