Los espectadores la ven como un sello de calidad en las películas, los actores sueñan con trabajar con ella y las actrices con ser como ella, ella es Meryl Streep. La prensa extranjera de Hollywood hizo justicia ayer al hacerle un merecido homenaje a esta actriz, la más admirada y premiada del mundo del cine (ha obtenido 164 premios y 335 nominaciones).
Según el prestigioso portal IMDB, Meryl Streep ha actuado en 79 películas. Su primera aparición en pantalla (después de haber aportado su voz en un cortometraje animado) fue en el film para televisión «The deadliest season» en 1975 a sus 26 años. Desde el inicio de su carrera trabajó en grandes producciones como «El cazador» de Michael Cimino y «Manhattan» de Woody Allen, pero su primer personaje memorable fue el de Johana Kramer en «Kramer vs Kramer», con el que obtuvo su primer Oscar.
Meryl Streep ha demostrado a lo largo de más de cuatro décadas su versatilidad y profesionalismo para encarar personajes en películas de todos los géneros; esta actriz asume con la misma seriedad los roles dramáticos y cómicos, lo que ha permitido que la mayoría de de sus interpretaciones reciban un reconocimiento importante del público y la crítica. Es la intérprete femenina con mayor cantidad de menciones en los premios Oscar en las categorías de actuación (19 nominaciones, 3 premios) y ha obtenido ocho premios Globo de Oro de actuación más el Premio Cecil B de Mille, que obtuvo ayer.
Como un sencillo homenaje a esta gran actriz (y activista, lo vimos ayer en su discurso), comparto con ustedes una lista de los que considero son sus 10 personajes más memorables, independientemente de la calidad de la película y sin ningún orden establecido, para que puedan hacer su propia «Maratón Meryl Streep».
¡Larga vida a esta gran actriz!
Johanna Kramer en Kramer vs Kramer (1979): A pesar de ser la antagonista de la película y de que buena parte del film nos encariñamos con Dustin Hoffman y su transformación en papá ejemplar, no podemos odiar ni dejar de entender a Johana Kramer y lo que representa como una madre y esposa que se resiste a ocupar un rol tradicional y reclama su identidad como mujer.
Franscesca Johnson en Los puentes de Madison (1995): Con la compañía de Clint Eastwood delante y detrás de las cámaras, Streep nos ofrece un adorable personaje con una gran disyuntiva emocional: Seguir el amor apasionado y furtivo o permanecer al lado de un buen hombre en una vida estable, tranquila y sin emociones. En uno de sus personajes más románticos, Meryl Streep nos dejó ver su lado más sensible en un personaje aparentemente plano en sus acciones, pero con un subtexto dramático inmenso.
Gail Hartman en Río Salvaje (1994): ¿Meryl Streep heroína de acción?, pues sí, así aparece en Rio Salvaje, en donde interpreta a una experta en rafting que debe guiar a unos prófugos de la justicia mientras intenta proteger a su familia. Frente a un esposo pusilánime y unos hijos asustados, Gail hace gala de su fortaleza y determinación, todo un reto actoral y físico para la actriz, que entonces tenía 45 años.
Miranda Priestly en El diablo viste Prada (2006): A pesar de tratarse de una comedia sin muchas pretensiones, esta película ha logrado consolidarse con el tiempo como uno de los clásicos de su género y esto es, sin duda, por la malvada y arrogante Miranda, quien se ha constituido en algo así como el arquetipo de la jefe harpía, admirada y al mismo tiempo detestada. Abandonando su usual sonrisa de mujer bondadosa, esta gran actriz nos deja ver su lado despiadado y logra una impecable actuación que no cae tampoco en la caricatura.
Sor Aloysius Beauvier en La duda (2008): Esta intrigante película nos pone, a personajes y espectadores, frente a la gran disyuntiva de creer o no en el personaje de Phillip Seymour Hoffman, un sacerdote rector de un colegio acusado de pederastia. El personaje de la hermana Beauvier aparece, no solo como la implacable investigadora, sino también como quien, en medio de la duda, intenta llegar a la verdad sin cometer una injusticia.
Julia Child en Julie and Julia (2009): En esta película, transcurrida en dos momentos históricos, solo conocemos a Julia Child a través de los ojos de Julie quien, siguiendo el libro de la mítica cocinera, imagina a la mujer detrás de las recetas en su vida personal y familiar. Como si fuera una parodia de su apellido, Julia Child es una niña encerrada en un gigantesco cuerpo; su voz desesperadamente chillona, su personalidad extrovertida y la relación juguetona con su esposo la dota de un gran carisma.
Violet Weston en Agosto (2013): Esta oscura obra teatral, llevada a la pantalla impecablemente por John Wells, gira en buena parte alrededor de Violet, una dura madre enferma de cáncer y adicta a las pastillas que debe asumir los conflictos familiares ocasionados por la desaparición de su esposo. En este papel, Streep nos deja ver un personaje cínico y oscuro que, no obstante, utiliza estas armas para esconder sus verdaderas emociones y conflictos internos.
Margareth Tatcher en La dama de hierro (2011): Interpretar bien a un personaje histórico es un inmenso reto que implica investigación, respeto y mesura y que fácilmente puede caer en la caricatura. Sin embargo, la versión de Tatcher que nos ofrece Streep está tan bien lograda, que logra anularse ella como actriz y todo el tiempo vemos a la Tatcher como mujer pública poderosa y vulnerable ser humano.
Sophie en La decisión de Sophie (1982): Aunque tengo que reconocer que no he visto esta película (un descuido imperdonable, que pronto remediaré), no creo que sea justo dejarla por fuera. Uno de los grandes retos de Streep para esta película, fue interpretar su personaje con acento polaco y hablar en tres idiomas (inglés, alemán y polaco). Sobre esta interpretación, Roger Ebert (uno de los más importantes críticos de cine de la historia) afirmó: «Es una de las actuaciones más asombrosas y, sin embargo, más naturales que puedo imaginar».
Donna en Mamma Mia (2008): Aunque la película no me gustó mucho, hay que reconocer que las canciones de Abba, los espectaculares paisajes mediterráneos y ver cantando y bailando a Meryl Streep convierten a esta película en todo un placer culposo. A diferencia de sus papeles más serios, Streep se abandona en esta película, dejándonos ver su lado más divertido y haciendo gala de un talento pocas veces visto, en la interpretación musical y el baile.
Para finalizar, recordemos las duras pero honestas palabras que dio en su discurso ayer y que cayeron como baldado de agua fria a Donald Trump:
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