Twitter: @jeroriveracine
Seguramente te ha pasado que pasas largos intervalos de tiempo frente a tu plataforma de streaming y sientes que no hay nada nuevo para ver o que nada te satisface. Es lógico también que después de tantos meses de pandemia las opciones se reduzcan y el tedio aparezca. Sin embargo, ¿no es extraño que «no encontremos nada» si tenemos plataformas con miles de contenidos a nuestra disposición?
En otros tiempos, las opciones eran limitadas (en Colombia solo teníamos dos canales de tv en los 80s) pero hoy, ante la gran cantidad de información disponible, es común pasar más tiempo buscando que encontrando material. Para esa búsqueda, y como base misma de su funcionamiento, las plataformas inventaron un algoritmo que, usando fórmulas matemáticas, permite diseñar una oferta de contenidos personalizada para cada usuario. El algoritmo es lo mejor que ha podido pasar en los contenidos audiovisuales en las últimas décadas, y al mismo tiempo lo peor.
Lo maravilloso del algoritmo es que nos permite ver otros contenidos similares a los que acabamos de ver y, de esta forma, encontrar productos que suelen gustarnos. Lo malo es, justamente, que estos productos se agotan y el algoritmo sigue recomendando otros que tienen alguna relación con lo que nos gusta pero que pueden tener una calidad muy inferior. Al pretender facilitar nuestra búsqueda, el algoritmo limita nuestra libertad de elegir, llevándonos a la sensación de que ya «no hay nada para ver».
Un paso lógico sería, entonces, ir a las redes sociales para ver las recomendaciones realizadas por nuestros amigos y contactos. Seguramente te sorprenderías de ver la cantidad de coincidencias entre todos ellos pues, lógicamente, las redes sociales también manejan algoritmos que solo nos dejan ver aquella información que coincide con nuestras ideas y expectativas. Es triste perder el tiempo viendo muchas series o películas «populares» que son realmente de muy mala calidad. Recuerda que lo popular no siempre es lo mejor. ¿Estamos entonces condenados a un bucle de recomendaciones que nos atrapa en ciclos de contenidos similares? Ciertamente no.
Es importante entender, primero que todo, que aunque hay personas detrás de estas compañías, muchos procesos de clasificación y asociación son hechos por inteligencia artificial (bots), que en ocasiones usan categorías poco certeras y hasta absurdas para clasificar los contenidos y que suelen asociarlos sin considerar criterios de calidad. En días recientes, me sorprendí con el género inventado por Netflix de «suspenso insostenible» que es, justamente, lo que el suspenso no debería ser. Así las cosas, quiero recomendarte algunas pistas para «hackear» o engañar el algoritmo de plataformas como Netflix para acceder a series y películas de buena calidad y no quedarnos en las recomendaciones más obvias:
1- Las categorías que aparecen en la plataforma son muy pocas y limitadas y es realmente difícil hacer una búsqueda si no sabes exactamente lo que estás buscando. En el caso de Netflix, una buena recomendación es acudir a páginas como Netflix Code, que poseen los códigos de muchas categorías que no encontrarás tan fácilmente. Aquí puedes acceder.
2- Sigue las recomendaciones y lee críticas y reseñas de expertos o personas en cuyo criterio confíes para armar tus propias listas a partir de tus gustos e intereses.
3- Busca directamente tus directores, actores o guionistas favoritos en la plataforma.
4- Busca películas que te hayan gustado en el pasado y márcalas positivamente para que el algoritmo refine tus búsquedas.
5- Hazle caso a la recomendación de la misma plataforma: en lo posible, no prestes tu contraseña. Esto haré que «ensucien» las recomendaciones.
6- Borra del historial los contenidos que te arrepientes de haber visto. Al hacerlo, no te recomendarán productos similares. Puedes hacerlo en las opciones personales de tu cuenta.
7- Califica los títulos que te gustaron positivamente pero, sobre todo, marca negativamente aquellos que no te gustan; esto también permitirá que no te recomienden nada similar.
En resumen, se trata de tomar el control de tu propia experiencia de visualización y encontrar los «tesoros escondidos» que cada plataforma tiene y que, lamentablemente, se esconden detrás de los títulos populares e insulsos. Espero que estas recomendaciones te sirvan para que encuentres más y mejores productos audiovisuales para disfrutar en la comodidad de tu casa.
La semana pasada iniciamos transmisión de los contenidos de mi canal «Amigos del cine» a través del Canal Nacional Universitario de TV Zoom.
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