Diez buenas películas NO recomendadas para San Valentín

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Twitter: @jeroriveracine

El amor es la fuerza que mueve al mundo (aunque el odio le haga una buena competencia) y yo, al igual que Los Beatles, pienso que el amor es todo lo que necesitamos en un mundo de tanta inequidad y rencor. El domingo pasado se celebró en buena parte del mundo el día del amor, de San Valentín, y me anticipo a las primeras críticas: sí, es una fecha gringa que no celebramos en Colombia pero, créanme, faltan pocos años para que la cada vez más desteñida fecha del amor y la amistad (con sus forzados amigos secretos de oficina) termine fusionándose con esta fecha y añadamos nuestros valentines a la lista en la que ya están los halloweens, christmas y proms estilo gringo.

También coincido en que son fechas comerciales, pero a mí me parece bien celebrar la amistad y el amor por separado como una buena oportunidad de agradecer a aquellos que nos quieren y a los que queremos. Estas fechas, sin embargo, son también un cruel recordatorio que deja a muchos solitarios, despechados o desenamorados con sentimientos de honda frustración; así que, dejándonos de cursilerías propias de esta época, hoy quiero compartir con ustedes algunas películas que aterrizan en eso que llamamos amor para mostrarnos que no siempre es un paraíso, que los problemas de comunicación y respeto pueden arruinar la más romántica de las relaciones y que, como decía García Márquez, “el amor es eterno mientras dura”.

‘Secretos de un matrimonio’ (Ingmar Bergman, Suecia, 1974).

En este clásico de Bergman, que sin duda fue inspiración para la exitosa (y también recomendable) Historia de un matrimonio, asistimos a la intimidad de una pareja que, tal vez por primera vez en años, se mira frente a frente para decirse las dolorosas verdades acumuladas a lo largo de su vida marital. Este gran clásico nos acerca al mundo íntimo de una pareja para recordarnos las dificultades de la convivencia y las tensiones acumuladas por los años.

‘Triste San Valentín’ (Blue Valentine, Derek Cianfrance, USA, 2010).

Como su nombre lo indica, esta película va en contravía del espíritu del día de los enamorados iniciando por el final, el de una relación que se perdió por la falta de comunicación y respeto. De manera hermosa, pero dolorosa, la cinta nos acerca a un par de personajes que se aman pero que no se soportan, para que sintamos su duelo y su frustración. Las actuaciones de Michelle Williams y Ryan Gosling son sencillamente magníficas.

‘Malcolm y Marie’ (Sam Levinson, USA, 2021).

Esta película, uno de los estrenos de este nuevo año, nos lleva en un viaje emocional por la vida de una joven pareja durante una noche de discusión. Con grandes altibajos, como en una montaña rusa emocional, la película sugiere algunos diálogos interesantes que ponen en evidencia los subtextos de una relación de pareja. Se trata de una película claustrofóbica, pero también elegante y bien conducida, con una dirección de fotografía excepcional y dos protagonistas que se lucen. Zendaya, la exactriz infantil de Disney, sigue demostrando que es una de las grandes relevaciones de la nueva generación.

‘Eterno resplandor de una mente sin recuerdos’ (Michel Gondry, USA, 2004).

El enorme y poético título de la película en inglés (que por fortuna conservamos en la traducción colombiana) presenta la tensión y aparente contradicción de un amor tan intenso que duele.  Con altas dosis de surrealismo (frecuente en la obra de Gondry) la película es una acertada radiografía del duelo por la pérdida de un amor, cuyos recuerdos duelen tanto que preferiríamos arrancarlos de raíz. La impensable dupla Winslet-Carrey funciona muy bien.

‘Camino a la perdición’ (Revolutionary road, Sam Mendez, USA, 2008).

Muchas veces se ha hecho el chiste de que esta película podría ser la triste continuación de Titanic, al ser protagonizada por la legendaria pareja Winslet-DiCaprio, y no es descabellado pensar que la continuación de muchas grandes películas románticas sea una historia tan amarga como esta. A la gran química de ambos actores en escena, se suma un guion sólido y contundente con escenas dramáticas y realistas, sin caer en el melodrama fácil.

‘500 días con ella’ (500 days summer, Marc Webb, USA, 2009).

Desde el inicio de esta historia, el protagonista nos dice que no se trata de una película romántica, aunque nos cuesta aceptar que no lo sea. Contada en forma de diario, con saltos adelante y atrás, la trama nos presenta la historia de una pareja común con sus momentos románticos y tristes para concluir que las relaciones amorosas pueden ser frustrantes e impredecibles. No es gratuita, por tanto, la nota del guionista al inicio de la película que afirma que cualquier semejanza con personas vivas o muertas es pura coincidencia; “Especially you, Jenny Beckman. bitch”.

‘Ella’ (Her, Spike Jonze, 2013).

Theo es un hombre solitario que no ha superado una ruptura amorosa y que encuentra en el sistema operativo de un sistema de inteligencia artificial, denominado Samantha, a su nuevo interés romántico. Esta disparatada trama es no solamente una radiografía de la soledad de los individuos en la sociedad actual, sino también una buena metáfora de las relaciones amorosas imposibles. La interpretación del gris Theo por parte de Joaquín Phoenix es maravillosa y su contraparte Scarlett Johansen hizo pensar a muchos que alguien podría ser nominado a un Óscar de actuación solo por el uso de su voz.

‘No sos vos, soy yo’ (Julián Taratuto, Argentina, 2004).

El drama y la comedia son capaces de representar el dolor de un mismo acontecimiento de formas muy diferentes; lo que para el personaje es un drama desgarrador, puede hacer reír a carcajadas al público. Esta comedia argentina, protagonizada por el genial Diego Peretti y con un inolvidable papel del tristemente fallecido Marcos Mundstock (Les Luthiers), nos muestra las fases de superación del duelo de un hombre que se entera de que su novia ya no se quiere casar con él justo después de cambiar su vida para compartirla con ella. Esta comedia, de gran éxito en América Latina, tuvo también su remake mexicano: No eres tú, soy yo.

‘Casablanca’ (Michael Curtiz, USA, 1942).

Aunque el trasfondo político sea protagonista de esta emblemática película, no podemos olvidar que el motor que activa esta historia es el recuerdo de un gran amor, la amargura de la ruptura entre Ilsa y Rick y el triángulo amoroso con Víctor Lazlo, activista de la resistencia antinazi. La tragedia de la guerra y el afán de ponerle fin ponen en una balanza al amor romántico con el deber y el amor a la patria, aunque “siempre nos quedará Paris”.

‘Deseando amar’ (In the mood for love, Wong Kar Wai, Hong Kong, 2000).

Esta hermosa y poética película nos presenta la historia de dos seres solitarios unidos por la traición y el engaño. Dos vecinos construyen una amistad a partir de las sospechas de las infidelidades de sus respectivos esposos y, a partir de allí, se debaten entre el amor, la amistad y el dolor de un romance imposible. En 2004, el director Wong Kar Wai presentaría su continuación en 2046, una película más cruda y amarga que nos muestra de manera más cínica y contundente el desamor.

Otras películas sobre las dificultades del amor: Los puentes de Madison, El secreto de sus ojos, Historia de un matrimonio, Perdida, Ruby Sparks, La la land, Luna de hiel, Carol, La guerra de los Roses, Lost in traslation, Alta fidelidad y la colombiana Eso que llaman amor de Carlos César Arbeláez.

A pesar de ser poco satisfactorias si estamos buscando un “felices por siempre”, estas cintas nos recuerdan que el cine también es como la vida, con sus remates insatisfactorios y sus historias que nunca fueron. Bien lo decía Stendhal: “El amor es como la fiebre: nace y se extingue sin que la voluntad tome en ello la menor parte”.

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