Colombia es un país rico con ciudadanos pobres

El año pasado Colombia producía más de la mitad de las esmeraldas del mundo, según la Agencia Nacional de Minería, exportaba 54 millones de toneladas de carbón, según Fenelcarbón, y generaba más de 730.000 barriles de petróleo al día, según Ecopetrol

También estaba entre los 10 países más biodiversos y albergaba más de la mitad de los páramos del mundo. 

En el mismo año, 16 millones de colombianos vivían con menos de 14.500 pesos al día y, de estos, 4 millones vivían con menos de 7.500 pesos al día. 

Ese mismo año, también murieron 246 niños colombianos por desnutrición.

Es una paradoja: abundan los recursos tanto como escasea la riqueza. 

 

¿Por qué? 

 

Colombia vive muy por debajo de sus posibilidades por sus instituciones. Lo dicen dos de los ganadores del Nobel de Economía de 2024, Acemoglu & Robinson, no yo. 

Y estoy de acuerdo. Quiero aterrizarlo a cuatro aspectos concretos.

 

Primero: Estado enclenque 

 

Nuestro Estado no es débil, es enclenque. 

Abundan territorios en los que la ley y el orden son grupos ilegales. El Estado no es capaz de garantizarle a muchos colombianos ni la seguridad, ni los servicios más básicos. 

¿Cómo estudia un niño sin luz, sin agua y sin internet? ¿Cómo se protege un ciudadano honesto sin jueces, sin fiscalía y sin policía? 

El Estado tiene que ser capaz de garantizar el imperio de la ley y el acceso a servicios públicos básicos. 

 

Segundo: El debate equivocado (fetichismo jurídico)

 

Los operadores políticos colombianos, y la misma sociedad sufren de fetichismo jurídico.

Se debaten miles de artículos y reformas. Se dan batallas jurídicas, ‘choques de trenes’, investigaciones y denuncias. 

Y, cuando se aprueban, esas leyes nunca se cumplen. Es la batalla equivocada. El papel todo lo aguanta, y no será un papel quien cambie el país. 

No necesitamos más leyes ni constituciones, necesitamos hacer cumplir las que ya tenemos. 

 

Tercero: Política no representativa 

 

La política se volvió negocio. El problema, pienso yo, está en las campañas. 

Si un candidato se gasta 10.000 millones en campaña, y recibe un salario de 21 millones, en 4 años seguirá debiendo 9.000 millones. 

¿Cómo ajustan caja? Con corrupción. 

Hay que abaratar las campañas, para tener una política más representativa y mucho más competitiva, no sólo de personas ricas. 

 

Cuarto: Cultura ciudadana

 

No existen salvadores, solo nosotros. 

Los ciudadanos somos o parte del problema o parte de la solución, no hay grises. La cooperación entre ciudadanos es indispensable para el bienestar. 

Es imposible tener 50 millones de policías para saber si los 50 millones de  colombianos cumplen las normas de tránsito, pagan impuestos o son honestos. 

Sin cultura ciudadana no habrá progreso. 

 

Conclusión

 

Soy optimista. 

Las cosas que mencioné dependen de nosotros. Corregirlas, tomará tiempo, generaciones, pero se logrará. 

Simplificando, creo que en el corto plazo tenemos que buscar instituciones que favorezcan la constitución de empresa privada y la generación de riqueza en la población.

Eventualmente, más riqueza significará más recaudo y un Estado más fuerte. 

Ese Estado más fuerte, deberá hacer cumplir la ley en todo el territorio. Tanto derechos, como deberes. 

Cuando el Estado cumpla con sus responsabilidades mínimas, la generación de riqueza seguirá su paso por todo el territorio nacional. 

No será fácil y sí muchísimo más complejo. Pero si algo sé, es que la grandeza de Colombia es inevitable.