Los idólatras del ‘Presidente Eterno’ cobraron nuevos bríos después de la lectura del anuncio siguiente:

“¿Anhela usted cometer uno, varios o todos los delitos contemplados en el Código Penal Colombiano?»

“Que el temor de la cárcel no lo prive de placer tan singular. Somos la única empresa capaz de lograr que la Justicia reconozca al cabo su inocencia y lo declare de inmediato en libertad total. Nuestro propósito consiste en elaborar todo tipo de testigos y de circunstancias atenuantes para los delitos que usted cometa».

“Nuestras tarifas se precian de ser las más baratas del mercado judicial, y la vigilancia de nuestros servicios la ejercen efectivos del Centro Democrático».

“Servimos, no competimos”.

Hasta aquí la publicidad que le dio entrada en el pujante comercio judicial colombiano a la primera Fábrica mundial de testigos y circunstancias atenuantes.

Una empresa que se convirtió en poco tiempo en la abogada más eficaz de la rufianería colombiana, gracias a la seriedad de su trabajo y a la singular calidad de sus productos.

Incluyendo, claro está, al Presidente Eterno.

Una firma que intenta librar a Uribe del carcelazo con que la Corte Suprema lo quiere premiar. En fin, una firma que produjo y donará a la defensa del acusado las circunstancias atenuantes siguientes:

Pero, eso sí, advirtiéndole al Presidente Eterno que un polvo es algo que se hace con alguien, y nunca, nunca contra alguien.