No faltó en el discurso de posesión de Iván Duque la invitación a “construir un gran pacto por Colombia”, esa propuesta antiquísima que cada presidente presenta como propia y muy original.

Tampoco faltó la solicitud de contribución. Duque la precisó así: “Aquel que posea un granito de arena, que lo ponga. Y si no lo tiene, y en cambio dispone de algún expresidente, que lo ponga. Para el caso da lo mismo”.

Por suerte el país cuenta con expresidentes listísimos para lo que venga. Lo partidos políticos tradicionales aportaron de inmediato los suyos. El Liberalismo a César Gaviria. El Conservatismo a Andrés Pastrana. A Álvaro Uribe no lo aportó nadie: él solito se aportó.

Lo cierto es que estos tres honrados e ingeniosos expresidentes ya le dieron a Duque el gran pacto que pidió, y que, según ellos, mantendrá al pueblo colombiano perfectamente unido durante las próximas tres centurias. El texto es el que sigue:

“Yo, Álvaro Uribe, tras agotadoras e inteligentes deliberaciones conmigo mismo y los doctores Pastrana y Gaviria, mis asistentes personales, hemos acordado y fijado los principios superiores que regirán a Colombia durante los próximos 300 años. Esos principios son:

“El Estado Social de Derecho ha fallecido. El Centro Democrático velará por que quede bien muerto y se encargará de remplazarlo por el Establo Personal de Derecho, con sede permanente en El Ubérrimo.

“Se ha comprobado que bajo la presidencia de Uribe la Patria gozó de estabilidad democrática. Por tanto, es obligación esencial del Establo Personal de Derecho mantener a perpetuidad esa presidencia, y de prolongarla por una eternidad más, de ser necesario.

“En consecuencia, el presidente Duque se encargará de la creación y puesta en marcha de la dinastía Uribe, y de las subdinastías Pastrana y Gaviria, y de inventar estímulos para que tanto éstas como aquella produzcan vástagos presidenciables a porrillo.

“La sucesión presidencial ocurrirá cada cuatro años y será un espectáculo de renovación política impresionante. A Tomás, de la dinastía Uribe, lo sucederá Santiago, de la subdinastía Pastrana; y a éste, Simón, de la subdinastía Gaviria, y a estos, sus hijos…Y así, de dinastía en subdinastía, hasta cubrir las tres centurias.

“Por el bien de la Patria hemos acumulado la carga genética que se requiere para ser presidente de Colombia de altísima calidad. Tomás, Santiago y Simón heredaron ya esa carga. El Establo colombiano velará porque todos esos se genes se trasmitan a quien deba recibirlos por derecho de sucesión.

“Firmado: Álvaro Uribe, César Gaviria y Andrés Pastrana”.

Un gran acuerdo, digo yo, para perpetuar el odio a Juan Manuel Santos y alejar a su dinastía de la Presidencia de la República por los siguientes 300 años.