Durante una charla con periodistas, Roy Barreras atacó a la Justicia colombiana por echarlo del Senado, y afirmó que la insípida reacción del pueblo colombiano ante lo que él llamó “mi puesta de patitas en la calle” lo tiene muy frustrado.

En resumen, dijo:

“Nuestra Justicia va de mal en peor. Dejó de cumplir la función para la cual fue creada, que no es otra que juzgar y encarcelar a los de ruana, y en su lugar se ha dedicado a castigar a los que está obligada a proteger: a los pocos hombres de estado que van quedando en este país.

“Si alguien lo duda, que contemple mi caso. Desde niño yo forjé y acaricié el sueño de ser presidente de la República mediante el uso inteligente y audaz de la militancia múltiple. Era entonces lo que se llama un verdadero estadista.

“Ya no. Hoy no soy sino un político sepultado en la doble militancia, y despojado para siempre del derecho de ascender a una triple y a una cuarta militancia, y por esta vía a la Presidencia de la República. ¿Qué hizo de mí el Consejo de Estado? Me despojó de todo lo que yo tenía de gran estadista, y me redujo luego a lo que ahora soy: un simple embajador en Londres”.

Después habló de la reacción de los colombianos.

“Se han aferrado a la idea que la reforma de la salud de Petro les dará en forma gratuita algo más de cien años de vida; y se han aferrado tanto a esta idea, que mi echada del Senado no ha provocado en ellos el más mínimo suicidio.

“Ni un solo suicidio, por Dios. ¡Ni uno solo! Qué poco queda de la caridad cristiana de ayer”, concluyó, acongojado.

Luego, y mientras llegaba la esperada noticia de algún suicidio de protesta, Roy leyó dos de los muchos trinos de apoyo que circularon en las redes sociales.

“Doctor Roy: varios electores suyos quisimos acudir al suicidio como la forma de protesta que usted merece. Pero, pensando que más que preservar la vida hay que preservar el voto, desistimos finalmente de hacerlo”.

“Usted acaba de crear el partido Fuerza de la paz, y con ello se ganó el goce de la triple militancia. Sírvale al país y sírvase a sí mismo formando muchos más. Usted necesita fundar tantos partidos políticos como militancias requiere para llegar a la Presidencia. No demayaremos: los electores iremos con usted hasta la octava militancia. No lo dude, doctor Roy.”