¿Cómo logró la absolución el apóstol Santiago Uribe?
Los paisas gozan de Dios propio. Es un buen tipo. Y muy vivo: usa a los jueces para otorgar absoluciones. En estos días le regaló una de sus esas absoluciones al célebre apóstol Santiago Uribe.
A Santiago le atribuían la formación de Los 12 apóstoles. Un grupo de elegidos cuya misión era la evangelización de Antioquia con la ayuda de los persuasivos métodos paramilitares. Quedaron tan bien evangelizados los infieles, que sus almas subieron de prisa al cielo. Complacido por la eficacia y bondad de estos métodos, el Dios local bendijo a los Los 12 Apóstoles.
Pero las almas de los evangelizados exigieron justicia. El Todopoderoso se armó de toda su omnipotencia y con ella emprendió la defensa de Santiago. Primero tomó por asalto la Justicia paisa. Luego todo fue paisa: el juez y el lugar del juicio. Y también la solución al problema del delator.
Una antigua experiencia le recordó al Todopoderoso que donde hay 12 apóstoles hay un judas. Y decidió que no debía haberlo en el nuevo grupo. Entonces ordenó: antioqueño con aspecto de Judas, antioqueño que debía ser entregado a Los 12 Apóstoles y evangelizado de inmediato por ellos.
Muchos hombres con apariencia de judas subieron al cielo. Como nunca apareció el que debía entregar a Santiago a los fiscales, la Justicia paisa sentenció: “Santiago Uribe no pudo ser el creador de un grupo tan eficaz y virtuoso como lo fue el de Los 12 Apóstoles.”
Las almas de todos los evangelizados agotarán otra instancia. Acudirán al Juicio Final, recusarán al Dios paisa y exigirán condena para el apóstol Santiago. Y pedirán que, si lo condenan, no lo devuelvan a casa, sino que por toda la eternidad le den el Seno de Abraham por cárcel. Lo merece.
Roy Barreras y el desprestigio que le hace falta
La noticia decía que Roy Barreras había denunciado una campaña de desprestigio en su contra porque lo estaban ligando con cierto empresario.
La denuncia causó mucha gracia en la opinión pública. Y la analizó así: : “A lo largo y ancho de su vida pública Roy ha acumulado una enorme cantidad de desprestigio. Sin embargo, un poco más no le caería mal. De manera que, en vez de denuncias tontas, Roy debe estar agradecido. El desprestigio que le hace falta para ser un buen candidato a la Presidencia de la República es el que, con su ligue, le puede aportar el empresario. Ni más, ni menos.
“Y algo más. La unión con el político es la que desprestigia al empresario, y no al revés. Y es el empresario quien debe demandar al político, y no al revés. Si hay demanda, la Justicia tendrá que juzgar a Roy, e imponerle una pena ejemplar: obligarlo a medrar para siempre bajo las toldas del gran partido Conservador”.