La noticia vuela. Uno de nuestros destartalados partidos políticos llevará a cabo y dará feliz término a la campaña libertadora más audaz e inédita de todos los tiempos presentes y futuros. El comunicado siguiente da cuenta de semejante hazaña.

“Colombianos de todos los sexos habidos y por haber:

“La malévola izquierda colombiana viene diciendo que al glorioso partido Centro Democrático lo aqueja una especie de muerte electoral, y que de él no va quedando sino el polvo. Y añaden que, gracias a ella, a esa muerte, los precandidatos ya no figuran en las encuestas sino en los puestos de privilegio de la lista de huerfanitos políticos.

“La izquierda exagera. Nada puede hacer la muerte contra el tantas veces inmortal Centro Democrático: nunca ha sido su enemiga declarada, sino más bien su más fiel y obediente servidora. Y otra cosa: mientras sus líderes sigan viviendo de la política y exprimiendo la hacienda pública, como muy bien lo vienen haciendo, ¿puede el Centro Democrático estar agonizando?

“No. Quizás se le note cierto grado avanzado de cuchez política, pero no se le ve metido en proyectos serios de sepultura. Aun así, cucho y todo, el Centro Democrático fue escogido entre todos los partidos políticos del mundo para llevar a cabo el tumbe más espectacular e insólito de la época posmoderna.

“El tumbe de Nicolás Maduro. En otras palabras, echar de la silla dictatorial las pesadas nalgas de Nicolás. La perfección del plan diseñado por el partido resulta innegable: si se secuestra la silla y se le amenaza con el quiebre de una de sus patas, la silla, por no andar coja por el mundo, soltará esas nalgas, y entonces esas nalgas tendrán que irse con su Maduro a otra parte.

“No fue san José Gregorio Hernández, el primer santo venezolano, quien le asignó esta misión al partido. Este santo ya no trabaja: ahora factura. Quien hizo tal asignación fue el presidente Trump. Como muestra de gratitud, el Centro Democrático pondrá toda su extraordinaria capacidad de sumisión y obediencia al servicio de esta misión, y de ésta otra: ‘Hacer de nuevo más grande a Trump’.

“El mandato de Trump ya llegó. Mejora el plan del tumbe. Ordena, en cambio, que el partido capture a Maduro y lo anexe a Colombia. Y una vez anexado, el Centro Democrático lo someta a la clase de oposición que usa con Petro. La CIA apuesta a que, sometido a esta tortura, Maduro cae en tres días.

«O menos. Pues quien echará a Nicolás a la calle es el patrón en jefe del partido, el expresidente Uribe. Él libra en este momento una guerra implacable contra la justicia colombiana. Cuando acabe con ella, marchará hacia Venezuela y la invadirá. Entonces Maduro tendrá que irse con sus nalgas a otra parte, y nuestro venerado Uribe será, por encima de Bolívar, el nuevo libertador de Venezuela».