En un mundo con múltiples opciones para lo que las personas quieren, a veces se vuelve difícil decidir. La buena noticia es que hay marcas que definitivamente nos ayudan porque saben cómo diferenciarse para que las escojamos.

Por ejemplo, Netflix entrega a sus usuarios las opciones de contenidos conforme a sus gustos de manera fácil y práctica. Starbucks por su parte, ha creado una experiencia única para tomar café (algo que se puede hacer en muchos sitios a bajo precio) en un ambiente especial con opciones que no se encuentran en otro lugar. Así mismo podríamos hablar de Amazon, Zara y muchas otras marcas.

Es muy interesante ver negocios en donde la gente hace largas filas o reservas con semanas o meses de anticipación, así como empresas que venden productos y servicios a otras compañías de manera ininterrumpida sin que nada afecte sus ventas ni la preferencia por ellas. ¿Cómo hacen estas empresas para generar ese impacto en las personas y conectarse así? ¿Cuál es su secreto? Parece que fueran marcas con suerte, nacidas para ser exitosas. Pero por supuesto la suerte no tiene nada que ver.

Las compañías que más se destacan se caracterizan por tener una visión estratégica del negocio centrada en el cliente, y por trabajar duro para crear experiencias únicas que satisfagan las necesidades de las personas. La “suerte” entonces, es una consecuencia. En respuesta, los usuarios las premian con su lealtad, recomendación, e inclusive, con su disposición a pagar más por sus productos y servicios.

En general, las empresas tienen la intención de centrarse en el cliente; desean que así sea y trabajan para ello. Pero en la práctica, al buscar formas de ofrecer mejores productos, servicios y experiencias, acuden a las mismas técnicas de siempre sin los resultados esperados.

Algunas organizaciones que van a la vanguardia y son reconocidas por enfocarse en el cliente, han encontrado en el Design Thinking una herramienta eficaz para mejorar la experiencia de sus usuarios, innovar en su relación, hallar soluciones novedosas a sus necesidades y diferenciarse. Es un método para aproximarse a ellos, entenderlos y conocerlos más allá de las herramientas tradicionales.

 

Para Natalia Pizarro, especialista en comunicación digital, el Design Thinking tiene características distintivas: