¿Sabían que una de las mejores voces líricas nació en el pacífico colombiano? Betty Garcés es una mujer brillante, en todo el sentido de la expresión; con su canto lleva en alto el nombre de nuestro país en grandes escenarios del mundo como la casa de la Ópera de El Cairo y el Kennedy Center en Washington D.C.

La entrevisté para conocer su historia en Voz Alta, y luego de una conversación cómoda y profunda, ella desde Ciudad de México y yo en Bogotá, no cabe de que en ocasiones nos encontramos con situaciones y manifestaciones que van más allá de lo que podemos ver o escuchar y llegan a tocar las fibras más delgadas del espíritu: ella es Betty Garcés Bedoya, la mujer de la voz de luz y el espíritu de colores.

Escucha la entrevista a Betty Garcés aquí:

Betty nació en el bello puerto del mar, Buenaventura, en el seno de una familia trabajadora. Su padre fue un hombre apasionado por la música, Betty recuerda que creció a ritmo de salsa y sonidos típicos de la región. De niña, nuestra protagonista desarrolló un vínculo muy especial con su abuela, una mujer sorda con quien se comunicaba corazón a corazón.

Y, como en las historias extraordinarias, hay un punto de inflexión, la vida de Betty cambió por completo con la muerte de su abuela que jugaba un papel fundamental; una mujer sorda con quien se comunicaba corazón a corazón.

Nuestra protagonista recuerda que en ese momento Dios le regaló el don para expresar lo que no podía con palabras a través del canto. Luego, por sugerencia de su hermana, ingresó al conservatorio de la Ciudad de Cali. En medio de su formación académica la vida le presentó más personas que terminaron siendo definitivas para su carrera profesional, como el reconocido artista colombiano Francisco Vergara.

Cuando el maestro Vergara conoció el talento de Betty supo que su carrera tenía un inmenso potencial para crecer en Europa, y así fue, con esfuerzo y determinación Betty viajó a Alemania a estudiar.

Los años pasaron y en medio de todo lo que implicaba social y culturalmente que Betty se formara en este país europeo, hoy el mundo la reconoce como una destacada cantante lírica, y para los colombianos sin duda es un orgullo nacional. Su carrera es la muestra clara de que lejos de cualquier estereotipo los sueños son del tamaño que el corazón los pueda imaginar.