La nostalgia es tanto seguridad como anquilosamiento; la aspiración es tanto progreso como tiempo de espera. Con el paso de las décadas, la aspiración aumenta su lugar, mientras que la nostalgia merma, pero no desaparece”, escribe Edward Salazar en su ópera prima, Nostalgias y aspiraciones.
El trabajo de Salazar inicia con un baúl de recuerdos -y no se trata de una metáfora-, es un baúl que existe y está repleto de fotos, documentos y objetos antiguos que pertenecieron a Saúl, su abuelo, y que magistralmente este autor logra entrelazar con toda una época que revela, a través de imágenes a blanco y negro, una transición que nos ha traído a la Bogotá que habitamos hoy.
“Cada registro fotográfico hace parte de un universo, fragmenta lo que contiene y conforma otro universo distinto”, este fragmento está contenido en uno de los capítulos que da preponderancia a la fotografía de antaño, esa que capturaba a las familias a su paso por el ‘septimazo’, donde los fotógrafos contaban historias a través de su ojo clínico para capturar momentos, aquella fotografía que nos muestra cómo se va dejando de lado ese atuendo campesino que permanecía en la capital colombiana, para dar paso a la modernidad de los abrigos, en el caso de los hombres y las faldas a la rodilla, para las mujeres o, en ocasiones, la combinación de los dos mundos; traje de paño con ruana encima. Trajes con esa intención de elegancia y modernidad que contrastaban con las casas o calles de fondo a medio construir.
Con un archivo de fotografías de Nereo López y Manuel Humberto Rodríguez, mejor conocido como Manuel H., Nostalgias y aspiraciones logra conectar el vestir, la vivienda, el paisaje y las prácticas sociales de la clase media bogotana en la segunda mitad del siglo XX. Se trata de una selección fotográfica cuidadosamente pensada, algunas de estas imágenes pertenecen al archivo familiar de los fotógrafos, que fueron tomadas, en el caso de Nereo, entre 1958 y 1967 y, para el caso de Manuel H., entre 1950 y 1978, lo interesante de la selección es que se centró en fotografías de personas o grupos familiares de clase media; profesionales, con oficios, transeúntes del centro de Bogotá o que, en últimas, reflejaran cotidianidad. “El periodo estudiado muestra las experiencias de las clases como un tránsito entre el abandono nostálgico de la tradición campesina y la aceptación aspiracional y de progreso del traje de la ciudad”.
En el transcurrir de las páginas se va construyendo un rompecabezas que analiza el impacto en los estudios de la moda, resultado de momentos históricos como el bogotazo o con cambios significativos como el crecimiento demográfico en Bogotá, pasando por la imagen estática hasta llegar a otro tipo de estéticas visuales como la imagen en movimiento, a través de ejemplos televisivos como las novelas de Los Victorinos, Café, entre otras…
En definitiva el tema contenido en este libro no es un azar. Salazar ganó una beca con el Ministerio de Cultura de Colombia para el año 2016, el tema era libre pero debía basarse en alguna de las colecciones fotográficas de la Biblioteca Nacional de Colombia y allí comenzó esta travesía que seis años después se sigue alimentando y creciendo como un tema donde hay mucha tela para cortar.
Es así como el autor logra, por un lado, un estudio profundo de una época a la que no pertenecía desde aquellas herencias visuales que permanecen y, por otro lado, permite que un trabajo que se enmarca dentro de la academia a modo de ensayo, salga de ella para ser leído por un público general que se pueda deleitar, en el caso de nuestros abuelos, con la nostalgia de sus experiencias vividas y, para las nuevas generaciones, la sorpresa de encontrar una Bogotá que ya no podrán apreciar.
Libro: Nostalgias y aspiraciones. Vestir, estéticas y tránsitos de las clases medias bogotanas en la segunda mitad del siglo XX.
Coedición: Universidad Santo Tomás, Pontificia Universidad Javeriana, Universidad del Rosario.
PVP: 89.000