La cadena de errores que convirtió el deprimido de la calle 94 en un emblema de la corrupción y la ineficiencia administrativa es un capítulo doloroso de la historia de la administración pública que no debemos olvidar y del cual debemos aprender.

Que la obra se haya demorado 12 años desde que se aprobó su construcción por recursos de valorización en el 2005 y ocho desde que se firmó el contrato en el 2009, cuando el plazo de ejecución era de 17 meses, muestra hasta qué punto falló la planeación.

En el camino se descubrió que no había estudios ni diseños. El nivel de improvisación fue de tal magnitud que solo cuando el contrato ya estaba firmado se descubrió que por donde debía pasar el deprimido estaba el tubo madre del Acueducto. Un detalle de semejante envergadura muestra que se actuó de manera irresponsable.

Otra lección que es dramática para las finanzas fue el costo. Se firmó un contrato por 46.000 millones de pesos y se terminó pagando un monto de 170.000 millones de pesos según el balance final del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU).

Inaudito que pasaran tres gobiernos y ninguno hubiese tomado las medidas para enderezar el camino, arreglar los problemas y evitarles a los ciudadanos ocho eternos años de trancón porque las excavaciones que se hicieron en un cruce tan crítico como el de la calle 94 con carrera 9ª realmente paralizó el tráfico del norte.

No hay que olvidar que en esta contratación hubo de todo y para todos: contratistas, funcionarios de esas administraciones, como es el caso de la exdirectora del IDU Liliana Pardo, que salió más ‘viva’ que el extinto Pablo Escobar, pues todavía sigue huyendo de la justicia y no ha podido ser capturada.

Tres alcaldes permitieron la ineficiencia, la falta de estudios y el robo.

Y muchos otros siguieron y siguen con el descaro de seguir presentándose a licitaciones a nombre propio o a través de testaferros.

La ciudad no puede cerrar los ojos ahora que el actual gobierno logró entregar la obra y en un año y 3 meses hacer lo que no hicieron tres gobiernos en 12 años, porque es necesario que haya sanciones drásticas para los responsables de este descalabro.

Twitterr: @JoseMRamirezL