«En estos tiempos frenéticos, de ciencias y tecnologías, es más fácil encontrar por ahí una persona inteligente que una buena persona. Los genios abundan más que la buena gente».

«Con tanto sinvergüenza que anda suelto por ahí, saqueando el país y destruyendo la moral pública, robándose el presupuesto para la comida de los niños más pobres, o los recursos de los enfermos de cáncer, o mercadeando los fallos de la Justicia, hay veces en que uno se siente avergonzado de ser colombiano. Perdónenme ustedes la franqueza».

«No escribo con tinta de computador, sino con sangre, porque Altenberg me enseñó que quien escribe con sangre aprende que la sangre es el espíritu».

«La iracundia anda desencajada por la calle, como un perro rabioso, buscando a quién morder».

«Mi padre solía decir que la verdadera vejez se inicia cuando los recuerdos pesan más que las esperanzas».

Con estas palabras recuerdo hoy a Juan Gossaín, el maestro, el profesor y el jefe. Escritas de su propio puño y letra, haciendo una radiografía que permanentemente repite; así ve a su caribe, a Colombia y a la condición humana.

Juan Antonio Gossaín Abdallah es el nombre que le pusieron en la pila bautismal. Nació el 17 de enero de 1949 en San Bernardo del Viento. Si algo ha promocionado y lo lleva en lo más profundo de su alma es a San Bernardo del Viento.

En largas charlas con él siempre resalta con su sonora carcajada a su pueblo natal, lleno de anécdotas, recuerdos, remembranzas y episodios que ‘encarretan’ y siempre lo dejan a uno con las ganas de escuchar y de saber más.

Este hijo de padres libaneses siempre es un ejemplo de vida, de periodismo, de dirección de noticias, de editor en jefe y escritor colombiano.

Como él, muy pocos: manejo de la opinión pública, sentido común y acertada conducción con sus equipos periodísticos y lo que siempre en la sala de redacción nos sorprendía: su capacidad de conocer la clase política, la clase empresarial, la clase dirigente y al colombiano del común.

¡Pronta recuperación! Qué falta hacen su voz y su orientación, desde hace algunos años, en momentos tan difíciles como los que hemos tenido que vivir y pasar sin escuchar sus reflexiones en la radio.

Desde hace algunas semanas supe de su estado delicado de salud, a través de un amigo cercano, que me pidió encarecidamente que mantuviera el secreto. Hoy la clínica Medihelp reporta su hospitalización desde el 18 de septiembre, después de una intervención quirúrgica fuera del país por problemas cardíacos. Dice que su estado es estable y que solo se conocerá un reporte si hay un cambio significativo en su condición.

Cómo no recordar hoy a su subdirector Francisco Tulande y al inolvidable reportero Antonio José Caballero que, a escondidas, y en baja voz le decían ‘Papa lindo’. ¡Pronta recuperación, ‘Papa lindo’.