Hoy las palabras las corta la guerra.
Hoy cada herida, cada llanto
rompe las fibras de lo humano
Ayer y hoy, soy días tristes.
Ayer los niños soñaban con aprender de sus padres.
Ayer la inocencia brotaba por sus poros.
Ayer había un futuro para miles de luces.
Hoy no hay fe,
hoy no hay dios.
Mañana volverá la esperanza.
Mañana volverá la luz.
Mañana, si queremos, volverá el amor.
Mañana, si lo deseamos, volveremos a ser “seres humanos”.