Pancho tiene cuatro patas, una es más larga que el resto y se le dificulta un poquito saltar y dar besos.
Su pelo es de un blanco radiante y sus orejas son gigantes; le permiten escuchar quién entra y sale.
Sus bigotes recogen el dulce olor del pan y el queso que trae el viento a lo lejos.
Le encanta el paseo, el parque y hacer llorar a los perros cobardes.
Corretea las palomas pero de los gatos se esconde y llora.
Pancho tiene una lengua roja que cuando corre
salta a la loca y babea lo que toca.
Feliz es Pancho corriendo y brincando,
comiendo como cosaco
las sobras de basura que
encuentra a su paso sin importarle el regaño de su amo.
Al terminar el paseo en su cara se asoma la angustia de la chirona.
Entra a la casa meneando la cola,
se arroja a su estera, y suspira hasta tocar las estrellas.
Cierra los ojos Pancho,
que mañana en el parque
los perros cobardes estarán esperando…
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