“Me gustaba, y se lo dije, sin pena. Pero tenía que preguntarme “Al fin qué, ¿eres o no eres lesbiana?” y guardé silencio. Después de esa pausa solo les respondí “Me gustas tú, no tu sexo”

Tras confrontar la muerte, la soltería, el sexo casual y la estafa es hora de ir un poco más lejos. Desde ya pronostico mensajes insultantes sobre el particular, pero asumo la responsabilidad pues es un tema sobre el cual pesan más prejuicios de los que creía. Ayer, tras una charla con personas bisexuales llegué a esa conclusión en forma de pregunta.

Bueno, tal vez uno agote el tema reduciéndolo a los estereotipos de “patina con ambas”, “indeciso”, “marica tapado”, pero encontré una discusión mucho más de fondo y es asumir la bisexualidad como una opción de vida más que una mera fuente de placer o unas ganas terribles de estar in al mostrarse ambiguo/a

Un punto fuerte del debate fue ¿cómo uno defiende esa posición ante la persona que le gusta? Vivimos limitados por las etiquetas y a eso se remite siempre la pregunta por ¿qué es usted?, y cuánto importa eso para que una persona decida aceptar a otra.

 

Es catalogada como un “nadar en aguas tibias”, casi una aberración si se mira desde la perspectiva de la doble vida que sugiere su prefijo. Hombres perfectamente casados que respiran un segundo aire al sostener relaciones clandestinas con otros, chicas que besan en la boca a sus amigas por iniciativa de sus novios en el calor de una rumba… la bisexualidad aparece tan carnal, casual y pasajera que por nada del mundo sería asumida como una alternativa seria de relación y peor si se pretende igualar como las demás opciones.

 

Pero ahí viene el principal estigma de la bisexualidad: no es únicamente sexo. Puede considerarse seria su propuesta si se manifiestan claridades al respecto al inicio de una posible relación, en el sentido de no prometer lo que ya se sabe no va a cumplirse y estar seguros del sentimiento compartido.

 

Tampoco es el desenfreno simultáneo o alterno porque sí: si ser humano se antepone a ser hombre y mujer,  se explica mejor el que una persona asuma dicha identidad sin mayores pretensiones que las de compartir con alguien.

 

Otro consenso de esta reunión: la comunidad gay y lésbica estigmatiza mucho más a los bisexuales. Si sus líderes promueven el respeto y la inclusión es este punto donde hay mucho trabajo por hacer. Mucho se habla del reconocimiento de las mujeres, los homosexuales y los transformistas, aún así la bisexualidad continúa siendo la mala del paseo.

 

Para los que me leen ¿sí es posible que la bisexualidad alcance un estatus social e incluso político? ¿O es preferible definirse y punto? El debate queda abierto.

 

juanchopara@gmail.com

 

 

BOCADILLO: "A una pueden interesarle principalmente las mujeres, pero bueno, el repartidor de pizzas está realmente bueno, ¿y qué se le va a hacer?". Lo dijo una investigadora a comienzos de los años 90 que era lesbiana…¡Y en lo 90!

 

Imagen: www.fluvium.org