Bienvenidos al 2009 pre Obama y post DMG. Yo hice la bienvenida al cambiar de casa a un apartamento. Es, por así llamarlo, el apartamento de soltero. El espacio, la cueva, el desorden que no me fastidia ver.

No estoy seguro si en el censo del 2005 determinó la cantidad de personas que viven solas en cualquier parte. Aunque la cifra no importe demasiado, el hecho de tomar la decisión supone que hay los medios para lograrlo. El reto es sostenerse. Pero repasemos un poco… ¿cuál es el precio de la independencia?

1. Conoce a los amigos en el trasteo y en el famoso shower de bienvenida. Igual modo a la gente que lo odia o lo menosprecia.

2. El mejor regalo para recibir, un microondas. El peor: alguna horrenda bata de baño o una olla. Aunque se necesitan, mientras más grande sea la olla más tendrá que pensar en que diablos cocina para uno en ella.

3. Decisión trascendental la de comprar una cama. ¿Sencilla? ¿Doble? Aunque se tenga pareja, la cama se convierte en el adminículo más notable del estado actual de su interés en tener familia, en tener solo buen sexo en ella o simplemente confort para apreciar en su conjunto la pantalla del televisior.

4.Segundo mejor amigo de un apartamento de soltero. El televisor, y su amigo estrella, el control remoto.

5. Ese primer día de mercado. Siempre compra enlatados, sopas instantáneas, alguna fruta, un tipo determinado de bebida caliente y la infaltable cerveza. Desde luego se le olvidará donde pondrá el azúcar, el café y el arroz, por lo que los primeros tres meses todo lo obtendrá directamente de las bolsas en que vienen. La cocina será un émulo de un campamento de boy scout.

6.La primera dificultad doméstica: Llenar una nevera. Independientemente del tamaño, los que la tengan o hayan podido observar la de un amigo que viva solo verán en el mejor de los casos fragmentos de verduras y botellas vacías de agua, recostadas sobre lo que fueron rebosantes sobres de salsas de tomate o mayonesa.

7. Si vive solo ¿cierra la puerta del baño para todo?

8. Pesadilla de las primeras noches. Los ruidos extraños. Y para ello dejará encendidas la mayor cantidad de luces posibles. Igual tendrá internet para resolver sus problemas de sociabilidad (o agrandarlos)

9. El segundo peor desastre de vivir solo. Que se dañe la cerradura de la puerta principal. El primero podría ser enfermarse del estómago y que la farmacia quede a tres cuadras. Desde luego, si el baño no es resonante será un alivio para semejante calamidad.

10. Si vive en un conjunto o edificio con portero, este será lo más impertinente posible con usted.

11. El primer fin de semana usted no se queda en la casa.

12. Para el segundo mes, le dará locha salir.

13. Se asegurará de mandar a lavar la ropa. Si tiene lavadora y nunca lo ha hecho, fijo le queda jabonosa o con vistosas rayas azules. Se la pondrá sin planchar.

14. Para cualquier tropiezo, los que tengan hotel mamá a 20 minutos en bus son unos afortunados.

15. Al finalizar el primer mes, sus cuentas serán un desastre, pues ha terminado pagando por todo lo que creía fácil de hacer y no le costaba un peso antes de su mudanza.

Al fin y al cabo es su espacio. Todo tomará su ritmo después. Para los que me leen ¿qué tan caro les ha salido vivir solos? ¿Cuanto aguantaron?

Próxima semana. El desconcertante delirio de conseguir un buen compañero de apartamento.

juanchopara@gmail.com