Un vino dulce con un nombre tan amargo le da sentido a lo que he decidido impulsar el día de hoy a través del blog.
¿Qué es un malamado? Sencillamente alguien que no lo han dejado expresar amor o no ha podido recibirlo como un sentimiento que enaltece, saca lo mejor de uno.
También se aplica a personas cuyas experiencias sentimentales han sido desastrosas, (traiciones, estafas, cobardías, abusos, secretos, pasados) y a las cuales se les dificultará luego comenzar una relación.
Hay hijos, hermanas, amigos, desconocidas que simplemente son malamados. Hay padres que malaman a sus hijos y viceversa.
Cuando no se ha amado realmente o se ha creído amar, surgen ideas extrañas de lo que es ese sentimiento.
Un malamado exige reparación: con su destino, su presente, su interior.
¿Vengaza? Si hay gente que nos convierte en malamados puede quedar el consuelo del desquite.
A algunos les parecerá una soberana ridiculez, pero ser malamado llega a ser un mal extendido. Ser víctima de un mal amor es, virtualmente, una enfermedad.
No todos los malamados son iguales.
Los malamados harán cosas absurdas, desde rogar por un poco de consideración hasta pasar por la depresión, la bebida o intentos de suicidio.
En el mejor de los casos, un malamado pretenderá verse optimista, pero no crea, oculta su infinita tristeza.
Un malamado reniega en silencio o viva voz de los estados en facebook (solteros, it’s complicated, etc)
No asiste a bodas, showers, aniversarios ni eventos sociales que le recuerden su situación de malamado.
Evita las salidas en compañia de pareja, un malamado no es lamparita de nadie.
El sexo casual y las citas esporádicas son paliativos del malamado.
Colbie Caillat, Sarah Maclachlan y John Mayer son héroes y heroínas de un malamado. Por defecto están las canciones del despecho y vallenatos que hablen del malamor.
Regla de oro del malamado: El que ha sido malamado, malamará y convertirá a otra persona en malamado. Por eso el malamor es un epidemia.
El malamado por lo común cree que un clavo saca otro clavo. No debe buscar a otra personas inmediatamente tras habe sido malamado o corre el riesgo de convertir a alguien en malamado. Primero cierra sus heridas.
Hay malamados que seguirán malamando, por lo que deben identificarse y señalarse para poder frentearlos.
¿Hay bienamados? El simple contraste sugiere que sí, pero un auténtico bienamado tuvo que haber sido malamado.
Un malamado busca refugio en religiones, trabajo, tecnologías, sexo y cuanta pendejada postmoderna exista.
Un malamado se identifica con villanos de series, telenovelas y películas de acción. Querrá patear unos cuantos traseros.
Si un malamado busca amar y ser amado, por favor, no le ofrezca amistad, ni le diga que necesita a alguien mejor. Para ser bienamado los malamados no necesitan de la caridad ni los favores de alguien. Además suelen tener amigos que son malamados o están en proceso de ser bienamados.
Ojo con esto: Un malamado no le desea mal a nadie, pero tampoco se alegra por los demás. Le da igual todo.
Para combatir el malamor hay que aceptar ser malamados y vivirlo así. A pesar de todo no es un estado permanente, siempre y cuando conserve la idea de que es posible ser amado.
A los malamados les gusta el vino como licor de entrada para calmar la pena.
Un malamado reenviará este manifiesto para informar sobre este mal. Mientras más gente lo tenga sabrá si es malamada y buscará ayuda con otros malamados.
Si se burla de este manifiesto, muy probablemente será malamado.
Como dije que el malamado parte de reconocer que lo es, aproveche este blog para contar esa experiencia que lo tiene en la malamadez. Hagamos un frente común y exigamos el derecho a ser bienamados.