Definitivamente este país reserva más de una sorpresa a los nuevos mandatarios. ¿Qué clase de encantamiento habrá rezado alguien para mezclar en la primera semana de gobierno tantos sucesos? El infarto del vicepresidente, la cita con Chávez en Venezuela, el incendio en los juzgados y ahora la bomba a Caracol Radio ¿son una seguidilla de hechos aislados o podemos suponer que entre todos -o algunos de ellos- existe un vínculo?

No se trata de lanzar una típica teoría conspiracionista, pero no me van a negar que resultan inusuales tantas noticias, así se vean como desafortunadas coincidencias. En todo caso, revivir el horror de una bomba es para preocuparse, más cuando el afectado es precisamente uno de los medios de comunicación que en la era Uribe se caracterizó por marcar distancia…¿una cuenta de cobro retrasada? Lo cierto es que el ejercicio periodístico no puede detenerse por cuenta de presiones semejantes.

Desde acá un mensaje de solidaridad a todas las víctimas de este siniestro.

**** Cambiando de tema un poco ¿vieron el estreno de la novela de Caracol ‘Tierra de Cantores’? Tuve la experiencia de hacer zapping entre este canal y RCN, que emitió simultáneamente su versión de la vida en la Costa ‘Chepe Fortuna’. Las diferencias de tratamiento saltan a la vista, pero no en cuanto a la imagen que queda del pueblo costeño. Sea en el siglo XIX o en la actualidad, como que la parranda y la gritería hierve en la sangre de esta región, por lo que insisto: ¿realmente estas producciones sí recogen el sentir de un pueblo o están abusando de las licencias de la ficción y el macondismo?

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