En enero se agitaron las aguas internacionales con varios «estrenos» que tal vez veamos en Colombia. Lo común: el remake: En Mexico enfrentan La Mujer de Judas (original de Venezuela) con Abismo de Pasión (cuya versión más conocida se transmitió en 1996 como Cañaveral de Pasiones). Perú arrancó con una versión propia de Muñeca Brava a la que bautizaron con el horrendo nombre de La Tayson. Argentina apuesta por algo un poco más original y lanzó Dulce Amor. Mañana Univisión trae al público latino de EEUU Talismán (con Rafael Novoa en el protagónico) y Telemundo -su directo rival, por ahora- se arriesga con la adaptación de la serie española Fisica o Química, emitida en Antena 3 y a la ahora llaman «Relaciones Peligrosas».
Me detengo en este estreno por varias singularidades.  ¿Por qué razón, si es juvenil, la programan a las 10:00 de la noche? Ah claro, su mismo nombre lo predice: vamos a ver cosas morbosas no aptas para menores de edad. El teaser que elegí, de la veintena que sacaron para promover la telenovela, me da a entender que el suicidio será uno de los temas fundamentales en la trama. ¿Acaso es tan escabroso o detallado su abordaje que merezca emitirse en un horario tan after party como ese?
No, claro que no. No van a enseñarte como se cortan las venas correctamente, o las dosis exactas de barbitúricos para morir o, bien, pegar un buen susto a los padres. ¿Y entonces? Homosexualidad. Dos chicos calientes salen en pantalla con ropa ajustada, sonrisas perfectas, pelos parados compitiendo por cuál se ve más estático y… se dan un pico ¡Cuando MTV  retransmite para América Latina en las mañanas o tardes series, documentales y hasta South Park con sus referencias explícitas a la diversidad sexual, Telemundo prefiere curarse en salud y dar un discurso supuestamente actual y sin tapujos en un horario «para adultos»!

Eso es justamente lo que me choca de esta telenovela. Más que el ingente esfuerzo por hablar claramente español de algunos debutantes o lo enrevesado de las relaciones padres-hijos (supongo que por ser grabada en Miami) lo que predomina en esta historia es una absoluta moralina que creía más propia de Televisa con su andanada de producciones juveniles que han dominado la pantalla desde la década de los noventa. ¡Más atrevida me parece Quinceañera! Con eso les digo todo. Les dejo el teaser o promo de la versión original española. Quienes la siguieron dan fe de lo que digo ahora. Aún así no por ser europea es más consistente. La visión peligrosista hacia la juventud permanece y ya es hora de superarla o darle otro giro. Esa ha sido una exigencia de movimientos y grupos cansados de políticas asistencialistas que justamente han reforzado el apelativo «problema» para referirse a los y las jóvenes.Por fortuna existen otros productos, menos valorados, pero que es bueno revisar para apreciar otra forma de ver las cosas. Destaco Bienvenida Realidad o Roomies, de México, para que se hagan una idea.

Un poco de eso debería permearse en los canales, pero ahora es difícil hacer ficción honesta para los jóvenes. En Colombia lo más cercano que tuvimos en el nuevo milenio fue Francisco el Matemático y la batuta la retomó A Mano Limpia (con todo y su nefasta conversión a serie con temporadas) Rondan por ahí las historias blancas llenas de canciones empalagosas como Casi Ángeles, Patito Feo o Floricienta de Argentina, que tienen muchísimos más seguidores, por lo que un contrapeso con temas más cercanos a la cotidianidad siempre es bien recibido. Sin caer en extremos tipo  Jersey Shore o Chica Rara ¿o es que quieren verse retratados como fenómenos todo el tiempo? Clase de Beverly Hills en EEUU y Décimo Grado en Colombia  son una referencia obligada en cuanto a mostrar la juventud tal como es: el discurso no ha cambiado. No es suficiente hacerlos más estilizados, atrevidos e insolentes: extraño personajes obesos con sentido del humor, ricos con baja autoestima, porristas con granos en la nariz, genios que se masturban ante la imposibilidad de tener novia, jugadores de fútbol que se toquetean en las duchas…Personalmente no veo series o telenovelas aspiracionales, sino productos que cuenten las cosas tal como son. Claro, sin coritos insulsos al estilo Glee.
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