Hoy reviví mi infancia cuando me topé en la calle con un puesto de revistas apolilladas y, arrumadas en un montón, reposaban mis primeras referencias «literarias». Sí. No voy a jactarme de haberme leído «La Vorágine» o «Cien Anos de Soledad». La afición de una tía por los cómics mexicanos fueron mi puerta de entrada al mundo de la lectura, por lo que rindo homenaje a las cinco mejores historias que devoré cientos de veces en mi infancia (aquellos 80) y parte de los 90.

5. Carne de Ébano. De la Colección Lágrimas y Risas

De la mente que engendró Rubí o María Isabel -y hasta el atorrante pero simpático Memín Pingüín- solo podía venir un dramón ambientado en la época esclavista de EE.UU. Quizás no sea imposible llevar al menos a la pantalla chica, pero las historias de amor interraciales sugeridas por esta historieta me desvelaron más de una noche.
4. La Capitana

Por encima de Los Hijos del Capitán Grant o la Isla del Tesoro estuvo está sexy historia de una mujer pirata, que dejaba muy poco a la imaginación. Marineros calientes al mando de esta hembra fueron mi almuerzo al salir de la escuela por allá en 1989.
3. Candilejas – Memorias de un Don Juan
Michel de Mergy, un casanova con un origen bizarro, vive enamorado de su prima, una perversa mujer. Pero se cagaron la historia con piruetas telenoveleras de pérdida de memoria y hasta ahí la seguí. Sin embargo el planteamiento inicial me sedujo ya que fue mi primer contacto con un cabrón imaginario al que todo le sale bien (hasta que conocí a Tom Ripley)
2. Memín Pingüín
«Má Linda» «Boinas para los Calvos» «Voitelas» «Chulapona» Un argot inclasificable que duré años en quitarme. Memín es como el ajo a la pasta: o le pone sabor o te sabe inmundo. Por suerte para mí fue lo primero. Nunca debió pasar al color. Qué delicia leerlo en ese monocromático (no es un comentario racista) Original de Yolanda Vargas Dulché (vaya imaginación la de la señora)
1. Página Negra
Esta historia me persigue. Me obsesionó saber el final de la malvada Ángel y el millonario Zeb Mortimer, manipulados por Lucifer. Cuando lo leí en un foro de cómic me decepcionó un poco pero en su momento cumplió lo que prometió: terror y demonios por doquier que merecen su traducción al cine o la pantalla chica. Donde sea tendrán su fiel admirador.
Y el bonus track de esta ocasión: el recuerdo del F A B U L O S O concierto de The Cure en Bogotá. Gracias a @pink_sauce y demás fanáticos que resistieron más de tres horas (y el fatal regreso a casa) solo por gozar de una banda legendaria que tenia que venir a nuestro país. Ahora, que venga Pearl Jam y muero en paz.
@juanchoparada

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