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Como buen amante del cine, Felipe Vicente no podía incumplir su cita con este importante certamen. Este colega, hijo de un gran amigo y realizador, quiere compartir con ustedes el cubrimiento del Festival de Cine de Mar del Plata en Argentina, por lo que le doy las gracias por el material que enviará durante las próximas ediciones de este blog. Los textos e imágenes que verán a continuación son de su autoría.
La edición número 28 del Festival Internacional de Cine de Mar del plata una vez más tomó vida. La palabra autorizada de algunos de los ganadores y protagonistas y su impresión sobre un nuevo año del espectáculo. Cómo le cambió la cara a la cinematografía argentina y latinoamericana. Una celebración que hoy ya no le pertenece exclusivamente al séptimo arte, sino a toda la cultura artística.
Recientemente Charly García dijo que “la música está en el aire, siempre disponible allí para aquel que quiera tomarla y recrearla”. La misma frase podría aplicarse y provocar un efecto similar en el cine. Si se hace un poco de memoria, personalidades caso Welles, Hitchcock y Hawks, supieron dejar su huella e ilustrar a los jóvenes escritores e intelectuales del arte en Francia e Italia, quienes a su vez actuaron como fuente de inspiración para un colectivo de directores argentinos que cambiaron el destino del cine para siempre.
Nombres como los de Hugo Del Carril, Leonardo Favio y Daniel Tinayre fueron los que vislumbraron que algo había cambiado en las pantallas grandes de Europa. Fue desde allí cuando desde el primer festival de Cannes comenzaron a exportar creatividad y sobre todo una nueva identidad de autor que dio origen a una etapa cinematográfica Argentina que, con el mismo método, es decir, bajo los albores del Mar del Plata film fest, supo instruir a un cine latinoamericano que tímidamente con pequeños pasos comenzaba a reconfigurarse y a golpear las puertas del reconocimiento.
Desde sus comienzos siempre abordaron a la celebración iconos de la cultura internacional, cada uno como abanderados de sus pertenecientes corrientes cinematográficas, sin ir más lejos, comenzando por el viejo continente Pier Paolo Pasolini y François Truffaut desembarcaron con el neorrealismo Italiano y la Nouvelle vague respectivamente. Aunque Hollywood no se quedo atrás al convertir en protagonistas de la fiesta cinéfila a Anthony Perkins y Vincent Minelli, dos de los artífices del New American Cinema.
Pero los años pasan y en la actualidad son otros los que lideran la escena del festival. Quienes vuelven a ponerse en puntas de pie y alzar los brazos para tomar ese cine “que se encuentra en el aire” son los que desean continuar con el sendero que alguna vez empezaron y transitaron aquellas leyendas. Es por eso que desde la Argentina y la costa atlántica hablaron las estrellas del hoy que seguramente serán inspiración de los artistas que lideren el festival del mañana.
Una casa, la discordia
Una de las películas que más llamó la atención de la crítica fue la dirigida por Agustín Toscano y Ezequiel Radusky, “Los dueños”, competidora en la sección Panorama, y rodada íntegramente en la provincia de Tucumán. Es en la labor de producción donde se encuentra uno de los elementos más destacables de su realización, ya que, como señalan sus autores, “a los actores los trasladábamos al norte cada vez que filmábamos”, mientras que por otro lado también el acento está puesto en el trabajo de actuación que hubo, porque cada uno de sus protagonistas logran evolucionar a lo largo de la trama y son los que le otorgan la continuidad a la misma.
La razón de la buena performance actoral también corre por parte de los realizadores ya que ambos tuvieron desempeño en ámbito teatral: “Discutimos años sobre lo que es actuar y lo que no lo es, y como ser uno en la escena, mas allá de que las condiciones del personaje sean diferentes a la de uno. Toda persona que se presenta para un proyecto de ficción es actor, lo que es necesario es conocer la mejor manera de instruirlo.”
Desde el argumento, el largometraje se presenta como una historia que se puede dividir en dos partes; la primera cuenta las peripecias de una familia de caseros que toman la propiedad que cuidan cuando los dueños del título no están presentes. Por otro lado, la segunda se aboca a señalar el “choque” cultural que se produce cuando dos clases sociales irrumpen en la realidad de una y la otra, cada una representada en su totalidad por los personajes caracterizados por Rosario Bléfari y Sergio Prina. Otro acierto surge desde el lado cómico con el que se narra esa “colisión”, ya que no le temen al humor absurdo pero inteligentemente puesto en práctica por intérpretes como Germán De Silva y Liliana Juárez.
Melodías en Mar del Plata
Un filme que, aunque estuvo fuera de competencia, se llevó a casa los aplausos de fanáticos y periodistas, fue el documental Pescado Rabioso, una utopía incurable, de Lidia Milani. “Comencé a dirigir cuando una vez en el teatro colón, sacando fotos para una amiga que se presentaba allí para una ópera, me dije a mi misma, ¿qué estoy haciendo acá con una cámara de fotos?, en ese momento tuve una necesidad por filmar”, explica la realizadora del largometraje sobre Spinetta, de quien confiesa que “me hice fan cuando fui haciendo la película”.
“Lo primero que busqué en la realización fue lo poético, me gusta ponerle mi impronta a los documentales, esto también tiene que ver con el guión, porque no lo trabajo previamente, aparece en la edición, que es a mi manera”, completa la responsable de una producción que como particularidad tiene la distinción de haber registrado una de las últimas entrevistas que se le hicieron al mítico músico (Ntdr: falleció el 8 de febrero de 2012): “La nota se la hice en 2010, y si bien pudo haber sido una de las últimas que se le hicieron en vida a Luis, no me gustaría llevar esa bandera”, aclara la cineasta que apuesta a que su labor audiovisual se pueda proyectar en salas comerciales: “Me encantaría que todos puedan verla, hay muchos que me preguntaron cuándo va a estar en su ciudad”.
Pero también se debe mencionar a Existir Sin Vos, Una Noche con Charly García,
documental sobre el denominado popularmente “el Beethoven argentino”, ideada por Alejandro Chomsky, que completa una de las secciones que tranquilamente convocarían una cantidad de audiencia considerable si ambas películas alcanzaran llegar a las salas más importantes del país, ya que sin duda alguna, el festival de Mar del Plata pudo contar como pocas veces con reconocimientos dedicados a las últimas dos más grandes figuras que tiene el rock nacional.
Un viejo conocido
Otro de los protagonistas que transitó por la celebración, no solo en la última edición, sino durante varios años de ella, es el realizador José Celestino Campusano, quien supo hacerse con los premios FIPRESI gracias a Vikingos en 2009 y mejor director el año pasado por Fango. Producciones de un hombre que conoce a la perfección lo que es el reconocimiento de un jurado que en esta ocasión le otorgo el galardón ARGENTORES al guión de Fantasmas de la ruta, realización que desde la trama apostó por un tema de alta repercusión social en la Argentina, la trata de personas.
“Los tipos de películas que hago representan el interés de un gran sector de la comunidad, y lo que planteamos en ella es la maldita cadena de valor, desde la captación hasta el sometimiento” expresa el autor, quien además apela a que el público “reconozca desde su lugar algún tipo de síntoma. Lo bueno de que esté en el tapete es que coartan de alguna forma el accionar de esa gente”. Por ese mismo motivo la ruta aparece como el escenario donde se desarrolla la acción, ya que “están pobladas por fantasmas que fueron víctimas de la prostitución”, señala el cineasta.
La crónica no podría ser cerrada sin destacar dos hechos sobresalientes, por un lado, la presencia de un hombre como John Landis, autor de clásicos como Un hombre americano en Londres y Tres amigos, y los célebres videos Thriller y Black or White, y por el otro, la alta participación del cine latinoamericano en el festival, momentos que, a diferencia de las pasadas celebraciones ostentosas de los años noventa, no contaron con un brillo al estilo hollywoodense, pero que si logró acercarse más a un público que en la actualidad ya reconoce el cine de autor, aquél que continuamente flota en el aire.
Felipe Vicente
Desde Mar del Plata Argentina
@FELVicente
Juanchopara@gmail.com
@juanchoparada