Esta es la Cartagena de los baluartes, las postales, las impresionantes playas y pomposas edificaciones
Hay una Cartagena que con frecuencia es el dolor de cabeza en épocas de invierno
Y hay una Cartagena que no será portada de farándula
Estos son solo algunos puntos de vista que tenemos de la capital de Bolívar, eje de muchas de las fantasías locales, calles abarrotadas de reinados, bailes sensuales (o casi vulgares, como se quiera), excusa contradictoria de sesudos congresos o conferencias magistrales (sí claro, a 40 grados de temperatura y encerrados en un gran salón) y escenario de toda clase de encuentros políticos o filantrópicos.
La pregunta es por esta Cartagena
Saliéndome un poco del molde de Distractor y el programa con Stereo Joint Radio, decidí iniciar un viaje hacia esta región y armar con diversos relatos un breve panorama del escenario cultural de Cartagena, alejada de los tacones y pronósticos de celulitis (sobre los cuales ya opinaron blogueros como Los Perros Calientes) o salvajadas históricas para agradar a extranjeros (que perfectamente nos describe una de mis invitadas al programa, la periodista Martha Amor, también bloguera) y así en la superficie encontré muestras interesantes de expresiones locales que escapan al barullo de la electrónica playera o el asfixiante esnobismo de encuentros «culturales» internacionales.
Nuestra primera indagación comenzó por la música, y es así que encontramos la disyuntiva ante el resurgir de la champeta, ahora llamada champeta urbana, que vivió dos momentos de esplendor en una misma época. ¿Quién no recuerda el Sayayin?
Y ahora ¿quién no se puede librar del Serrucho?
Independientemente de la controversia desatada por la «evolución» del género seguramente los que no son caribeños apenas tendrán idea de los picó, y tras de ello, una historia sorprendente de industria cultural por la que circula y florece la sangre champetera. El texto de Ana María Ochoa Gautier y Maria Alejandra Sanz ilustra los vasos comunicantes entre el happening de la champeta que derrocha energía en el público y en el escenario público con los recientes fenómenos musicales del género, cuyas letras aún causan resquemor entre miembros de las encopetadas sociedades de la zona. En este programa de Los Puros Criollos podrán recrear mejor estas realidades.
La gozadera está garantizada, es marca de identidad. Pero ¿y la incursión en otros géneros?
Tuvimos el placer de conversar con el artista local Roberto Mario, quién ha navegado en las aguas del pop y sus fusiones, como lo verán en el siguiente video.
Para él aún persisten las barreras para que propuestas como ésta lleguen al interior y no se queden represadas como el sueño de ser astronauta. En esa línea indagamos por más y encontré estas bellezas que las recomiendo para amantes de música con otra energía.
Caribe Funk – Juanita La Chismosa
Angi Carrasquilla – Paleta E Coco
La Cartagena rockera existe y la visitamos con el apoyo de Karen Puello, ex integrante de la banda Subterfugio, de quien me permito incluir en este post su video interpretando el éxito de AC/DC Highway to Hell. Con ella hablamos de cómo subsiste en la ciudad el género casi que por temporadas, y unas pinceladas de la movida underground.
Gracias al apoyo de Camilo Calderón, coordinador de blogs de El Tiempo, repasamos los principales eventos culturales que son nota en la ciudad amurallada. Desde el Summerland hasta el Festival de Cine de Cartagena, y me asaltó una pregunta: ¿cómo se apoya en lo local a los realizadores audiovisuales?
Quizás un solo evento no tenga toda la respuesta, como lo trata de hacer el FICCI, no obstante, eso nos llevó a preguntarnos por la visión de Cartagena en el cine y la TV. Monumentales producciones como The Missión (1986) a El amor en los tiempos del cólera (2007) han sido recreadas entre los coloridos muros de la ciudad, como lo recordó en su momento la Revista Diners en su repaso a las producciones que se han grabado en La Heroica.
Esa indagación me llevó a plantearme escenarios cinematográficos propuestos por cineastas cartageneros y es así como conocimos el trabajo de Rubén Fernández. Aquí, una muestra de su visión con el cortometraje de ciencia ficción Oasis Terminal. Dentro de lo que conversamos quedó en el aire la idea de cómo hacer producciones en Cartagena que no solo sean el marco de historias amorosas o enrevesadas (como esa patraña de Bazurto, la novela de Caracol) y convertirla en protagonista de su propia historia, con sus defectos y virtudes, que sea testigo de su verdadero sentir y de la fascinación o la desolación de sus habitantes.
Para los que me leen y escuchan en el programa ¿Qué sensación les proporciona Cartagena? ¿Qué otros artistas o manifestaciones locales sería importante sacar a la luz? ¿Qué falta para que la cultura en la ciudad no parezca elitista y sea un acontecimiento constante que exalte el talento propio? Agradezco sus comentarios con el HT #CartagenaCultural a @juanchoparada o @radiodistractor o al correo juanchopara@gmail.com
Para cerrar este post dedicado a #CartagenaCultural, la cuestión por el sonido cartagenero queda resuelto con la labor de Boris García, muy reconocido en la región. Este es su reciente lanzamiento, Momento de Amor. Un agradecimiento a todas las personas que apoyaron la realización de este post y programa, como Diana Cáliz, quién debe ser un hit como manager cultural.