No pudo iniciar mejor este 2015 con la noticia de la nominación al Óscar de la película argentina Relatos Salvajes. Rompió todos los récords en taquilla en su país, por donde pasa cautiva y el voz a voz de la película transmite principalmente críticas positivas.
Los premios de la Academia de cine estadounidense generan amores y odios pero nadie puede negar que aún ejercen fascinación. Estar en esa alfombra roja y hacer un discurso épico que rompa el protocolo llega a ser esa fantasía oculta de actores, directores, músicos, escritores y demás, como la consagración de una carrera y un triunfo de su vanidad personal. Aún así, y por más que traten de anteponer fines altruistas a la actividad cinematográfica, lo cierto es que así como se trata de un negocio, el reconocimiento que crea la industria, la crítica y el público es vital para seguir haciendo cine.
En esa línea especulemos ¿qué es lo que atrae de Relatos Salvajes para que los ojos de Hollywood se fijen en ella? Claro, hay lobby (qué productor no lo ha hecho) pero su mayor virtud es lo potente de su premisa: tarde o temprano alguien tiene que estallar. Reflejar nuestro lado oscuro, nuestras reacciones ante las injusticias del desamor, los vacíos del sistema o las jugarretas del destino alcanza un nivel delirante con el que es difícil no identificarse. Son sentimientos universales que no van a perder vigencia.
De otro lado, la estela dejada por la magnífica El Secreto de sus Ojos (también argentina y ganadora del Óscar a mejor película extranjera en el 2010) es insoslayable. La principal lección que nos dejan ambas producciones es que el cine de género no ha muerto. No hay que ser excesivamente localistas y abordar las mismas problemáticas sociales con los mismos enfoques, sin que nadie entienda lo que pasa, y en muchas ocasiones, narradas sin ritmo, acción y una total ausencia de dirección de escena.
Relatos Salvajes cuenta con el respaldo de El Deseo, la productora de los hermanos Almodóvar, y aquí me hago una pregunta ¿Cómo hacemos para que lleguen a Colombia? ¿Por qué razón producciones como Ciudad Delirio, en la que también hay inversión española, resultan auténticos patinazos? ¿Con quién nos estamos juntando para salir de nuestro ostracismo cinematográfico?
De cara a los premios que se entregarán el 22 de febrero tiene auténticos rivales. Ida es fabulosa y Leviathan (Rusia) ya hizo lo suyo en los pasados Globos de Oro.
Puedo hacer un listado de cualidades y defectos de estas películas ganadoras, pero en esta ocasión quiero hacer una promesa. A partir de ahora veré cine nacional. Este espacio dedicará un apartado a reseñar futuros estrenos y hallar en alguno de ellos el chip que conecte con mi gusto y decida apoyarla con ahínco. Si la encuentro ofreceré mis servicios GRATUITOS como periodista, promotor y estratega digital para que mucha gente la conozca. Ojalá que en ella esté Ricardo Darín, pues qué espaldota para figurar a nivel internacional.
Ya hice esta propuesta en Twitter y me llegó la primera, un cortometraje del director Álvaro Ruíz.
Y me hablaron de Violencia, la ópera prima del realizador Jorge Forero que nos representará en el próximo Festival de Cine de Berlín en el mes de febrero. Habrá que ver su trailer.
Si desea compartirme el trailer de un futuro estreno nacional puede enviármelo a mi correo juanchopara@gmail.com o vía twitter a @juanchoparada
Se acerca la segunda temporada de Radio Distractor y allí también hablaré de cine. Los espero.