Hace casi 20 años La Mujer del Presidente nos reveló el drama de las cárceles en el país y las manipulaciones en la administración de justicia. Hoy, la serie Contra El Tiempo lucha por todos los medios posibles de que entendamos el drama detrás del delito de tráfico de órganos. ¿Dramatizar la realidad aún es la salida para atrapar a la esquiva teleaudiencia?

Volví con el tema del Suspenso e Intriga, enfatizando en los contenidos audiovisuales que vemos a diario hoy en día. Durante el programa de ayer de Radiodistractor en Stereo Joint Radio discutimos con blogueros y con el libretista Juan Andrés Granados, una de las plumas detrás de series como La Ronca de Oro y Anónima (producción que finaliza en pocos días) sobre las influencias y los cambios drásticos que contribuyeron a menguar el interés por este género, y justo lo hicimos en una fecha en la que la revista Entertainmente Weekly recordó el aniversario número 25 del estreno de un soberbio clásico del cine y una de mis películas de cabecera: El Silencio de los Inocentes.  Aquí la recordamos en su trailer original en inglés.

Sin duda la ficción se queda corta ante la andanada reciente de sucesos que desbordan toda imaginación: desde crímenes atroces (los ataques con ácido o el asesino de Monserrate), descuidos imperdonables (caso de Juan Sebastián Fuentes) escándalos sexuales (caso Otálora -un Defensor del Pueblo para más señas- y prostitución masculina en la Policía) hasta el controvertido proceso de paz con las FARC (porque es solo con ellos de momento) De hecho, al momento de enumerar las series de suspenso e intriga con mayor recordación y analizar sus ejes argumentales sí que se quedan bien cortas ante lo que pasa y está por pasar.

Resumí el interesante diálogo que compartimos junto a los blogueros Mauricio Varela y Luis Rangel sobre el pasado, presente y futuro del suspenso en las pantallas actuales del siguiente modo:

1. La libertad creativa. Sin duda alguna ese es un factor determinante para asegurar la calidad del producto que se emite en pantalla. Julio Jiménez, Los Mauricios y hasta Bernardo Romero  daban la última palabra sobre el devenir de sus creaciones. Si bien con los ahora llamados talleres de libretistas el espíritu de un trabajo honesto se mantiene, hoy el resultado está más sujeto a las condiciones de producción y emisión del canal que los transmite, así como a las circunstancias de la emisión (gustos del público, coyunturas mediáticas, etc) Así como hablamos de buenas historias también recordamos los proyectos fallidos que terminaron sepultados a la media noche o sacados del aire sin misericordia alguna.

2. El impacto de Hollywood y las series europeas. Como hablábamos de las series de la «nueva era», básicamente encontrábamos la huella de los que se consideran nuevos clásicos de la intriga, que validan con más fuerza la figura del antihéroe como una constante, así como el atrevimiento en temáticas y escenas eróticas o de extrema violencia. En esa lista no pueden faltar Dexter, Lost, 24, The Shield, The Killing y Breaking Bad, por dar algunos ejemplos de la década pasada. Hoy en día la gente se regodea con House of Cards, Scandal, How To Get Away With Murder, Fargo, American Crime y American Crime Story. La más reciente, Quántico, estrenada por el canal AXN para Latinoamérica el lunes anterior pero que ya lleva temporada completa en Estados Unidos, con un primer capítulo vibrante.

A nivel europeo, los aportes son innumerables pero alcanzamos a mencionar la más reciente serie de la BBC, galardonada en los BAFTA como mejor serie de drama. Les hablo de Happy Valley

El catálogo de series británicas de los últimos 15 años deja títulos como Broadchurch y Shameless, o, en el caso de las series nórdicas, Forbrydelsen (The Killing en EEUU) y Bron/Broen (The Bridge en EEUU)

3. El eterno conflicto del ‘remake’. Más allá de si funcionan o no durante su emisión, lo cierto es que la gran mayoría de los éxitos y fracasos recientes en suspenso (si eso significa sacar 10 puntos de rating) no son originales. El caso de Chile, que se convirtió en la nueva fuente de adaptaciones para Miami y otros países, es el más diciente. Donde está Elisa, El Laberinto de Alicia y La Familia de al Lado se convirtieron en fenómenos de audiencia en su país de origen y eso las puso en la mira de los canales latinoamericanos, pero que en sus adaptaciones, en algunos casos, padecieron de casi una absoluta indiferencia. Los secretos familiares, nuestro lado oscuro y el abuso sexual infantil son conflictos universales, el que no gozaran de popularidad y buzz mediático por ejemplo, en Colombia, fue mezcla de varios factores, entre ellos el imperio de la narcoserie y la bionovela así como el congelamiento de productos hasta por más de dos años.

4. La oportunidad. ¿Se debe apelar a la coyuntura para estimular la creación de series de suspenso e intriga que conecten con la audiencia? Precisamente House of Cards estrenará su cuarta temporada en medio de la campaña electoral estadounidense, y no es mera casualidad:

En su momento, Lost precipitó la fiebre de los amantes de los misterios que se había anquilosado en los noventa, amén de los desastres aéreos y la paranoia post-11S, mismo caso que 24 con un Jack Bauer que encarna el deseo de millones de estadounidenses de mantener el control a cualquier precio.

A nivel latinoamericano se pensó que la llegada de las grandes productoras (HBO, Sony, FOX) aportarían su encanto a la narración local. No obstante las gran mayoría de las que se han hecho prácticamente pasaron desapercibidas. Desde Epitafios a Tiempo Final, de Lynch a Kdabra y El Hipnotizador es casi difícil retenerlas, aún a pesar de la calidad ¿Qué sucede allí? ¿Es un asunto de mercados locales? No tiene sentido. Casualmente, la más nueva en el vecindario (Netflix) ha salido mejor librada con propuestas como Narcos. 

Y seguramente en cada país viven su propio viacrucis con el suspenso. México dejó atrás la estela de Cuna de Lobos (que era telenovela) y en el nuevo milenio experimentó con formatos ágiles, pensando más en el público joven como prioridad. Así llegaron 13 Miedos o Morir en Martes (Televisa) Drenaje Profundo (TV Azteca) o Niño Santo (Once TV, canal público) España ha empezado a exportar sus propios contenidos, como el caso de Gran Hotel o cautivar a la audiencia con series tipo El Internado, Bajo Sospecha y Mar de Plástico entre otras. Venezuela, que aún mantiene vigente la escritura de Martin Hahn, por ahora vive del recuerdo de éxitos de este autor como Angélica Pecado, La Mujer de Judas y La Viuda Joven. Si ya pasó con las telenovelas ¿no podemos pensar en una serie latinoamericana que rompa fronteras y sea un fenómeno nuestro?

Para finalizar, en #YoHiceEsto, me encontré en Facebook con este grupo y me pareció muy apropiado para dar a conocer en el programa. Les presento a Soy Suspenso, una banda de rock de Aguascalientes (México) en uno de sus más recientes videos.

En casi cuatro años de existencia ya llevan dos álbumes de estudio a cuestas: Hotel Venganza y Brigada Ignis. Hablamos con su vocalista, Omar Montañez y nos explicó el carácter de su banda, la influencia que reciben de la estética del terror como el caso de los videojuegos tipo Silent Hill y la necesidad de expresar las frustraciones cotidianas sin remordimiento alguno, algo con lo que los amantes del rock se pueden identificar fácilmente.  Como lo expresa su actual sencillo promocional, Bienvenido al Fin del Mundo.

Los pueden seguir en @Soysuspenso en Twitter, en Facebook Soy Suspenso Band y en Instagram Soy Suspenso.

Para todos los creadores  en arte, música, cine, literatura, teatro, danza, software, aplicaciones, videojuegos y demás expresiones que quieran contarnos su historia, tienen un espacio cada miércoles en Radio Distractor y aquí, en el blog de todos los jueves. Contácteme y acá compartimos su talento.

Escuchen este programa en el siguiente enlace

@juanchoparada

juanchopara@gmail.com