¿Ya acabaron de incinerarse unos a otros en este relajo malintencionado de las ‘cartillas xxx’ del Ministerio de Educación con poderes superespeciales para transformar mentes puras en fuentes de depravación? Ni las aventuras de Harry Potter destilan tanta influencia. Por otra parte ¿tiene sentido devolver la misma moneda a aquellas personas que, aún sin faltar al respeto, no están convencidas de la tal ideología de género?
En esta trama llena de buenas intenciones el infierno llegó para todos. Y se está perdiendo una oportunidad de oro para acercarnos frente a lo que realmente importa. ¿Piensa que la escuela a la que manda a su hijo le va a resolver las preguntas que usted, como padre o madre, evita responder? ¿Qué se imagina que le enseñan a sus hijas sobre el amor en la clase de matemáticas?
Para los maestros y directivos de las instituciones educativas: ¿De pronto no se han puesto a pensar que ustedes también son seres humanos? ¿Que valen un pepino sus cursos, diplomados, postgrados y doctorados cuando temen expresar sus sentimientos o, difícilmente, saben escuchar a los demás?
Para la sociedad. ¿Es un asunto exclusivo de los entornos educativos la educación sexual? Aquí deben opinar, gústenos o no, desde el sacerdote de la parroquia y el rimbombante pastor cristiano hasta la señora que vende empanadas en la esquina. La policía no puede hacerse la de la vista gorda. Ni los medios de comunicación Esto no es un concurso de erudición sobre las orientaciones sexuales o la discriminación por motivos de religión o color de piel. Hay unos valores universales que superan las etiquetas, los cuales se soslayan olímpicamente a la hora de defenderme desde una trinchera cualquiera. ¿Realmente enseñamos a ser solidarios, a resolver problemas en conjunto, a subirnos la autoestima cuando imponemos un punto de vista como el válido?
Esas y muchas más preguntas me surgen cuando llega la hora de romper estereotipos. La editorial de El Tiempo del miércoles 10 de agosto da en el clavo al mencionar que las posiciones envueltas en esta polémica han perdido de vista el contexto de nuestra historia sexual como país. Es una historia llena de rituales, de idealizaciones acerca del amor eterno y el placer efímero, entre otros, representadas en un performance de violencia de diversa índole, desde la rapada del cabello largo a los asesinatos por no verse como un hombre o ser más pobre que alguien. No va a ser fácil el cambio si además no entendemos que esas historias se incrustan en la memoria y en el discurso de una generación a otra como verdades irrebatibles.
En esa medida, el reto de cambiar el chip está en hablar un lenguaje de valores donde se reconoce el aporte de una persona al conjunto, sin exaltar su origen, gustos, condición social o creencias, pues caemos en lo mismo. Un niño o niña que acude al colegio sin desayunar o sin la maleta de moda tiene una historia que contar. Pueden ser excelentes en geografía, curiosos por la ciencia o fanáticos de la literatura. Resaltar las cualidades de los demás sobrepasa cualquier señalamiento o privilegio.
Además, a la hora de enfrentar una tragedia ¿importa si los alumnos son negros, católicos o gais? Si se trata de salvar vidas ¿tenemos que hacer consideraciones de ese tipo para decidir si sacamos a alguien de un incendio o un derrumbe?
Es importante materializar una adecuada sensibilización de los temas que involucran la vida escolar. La publicidad nos proporciona ejemplos que van de la realidad más cruda a simpáticas expresiones de los sentimientos universales. El storytelling y el storydoing, conceptos más arraigados en la publicidad, pueden ser canalizadores de esas cosas que no se dicen porque en el hogar se prohíben o en el colegio se minimizan. Imaginen una campaña donde todos los actores involucrados participen en su formulación y ejecución. Que cada rincón del país manifestara sus prejuicios, pero también su deseo de cambiar. Y lo puedan hacer en un cortometraje, un proyecto transmedia, una actividad de calle…
Algunas campañas que he encontrado sobre el tema del bullying o matoneo
1.»Acabar con el bullying comienza en ti» – España. Iniciativa de la Fundación ANAR y Fundación Mutua Madrileña para prevenir y luchar contra el acoso escolar. http://www.acabemosconelbullying.com/
2. #EveryDayHeroes – Estados Unidos A raíz del éxito del juego Life Is Strange, la compañía que lo desarrolló decidió donar una suma de dinero por cada historia que se cuente en Twitter de superación sobre el matoneo escolar usando ese hashtag.
3. Android: Rock, Paper, Scisorrs – Estados Unidos Un video viral de inicios de 2016 que resume con pocos elementos y sentido del humor la problemática de dejarnos separar por «diferencias».
4. #ConLaVozBienAlta – España En otro extremo, estimular la importancia de denunciar si es es víctima de acoso y seguir una ruta de atención a víctimas de matoneo por su orientación sexual.
5. Más inclusión sin bullying – Argentina La influencia de personajes populares es otro factor a tener en cuenta
6. Kiva – Finlandia Una referencia de programa para manejar en el ambiente escolar el matoneo que ya se exporta a otros países. En esto consiste.
Como se dan cuenta, iniciativas es lo que sobran, donde apelamos a las emociones que todos compartimos para estimular la reflexión desde la base común. Más aún si se convierten en acciones en las que padres, docentes y comunidad se sientan involucrados. Porque al despertar en la mañana, lo primero que uno hace es abrir los ojos.
@juanchoparada
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