Los conejos que salen de los sombreros. Venimos de una coyuntura política inverosímil, inimaginable para el más avezado de los guionistas. Eso sí, no busquemos igualar nuestra fantasía llena de soberbia, ignorancia y salvajismo con House of Cards ¡Es al revés! ¡Nos deberían estar imitando, burlándose de nuestro conflicto político y social!
Es en esta dimensión que resulta un milagro conectar al público con dramatizaciones de su realidad. Las series y películas basadas/inspiradas en hechos reales (porque hay más de una diferencia entre basarse e inspirarse) navegan entre dos aguas: la verosimilitud o la parodia.
La reciente discusión fue la segunda temporada de la serie Narcos. Pablo Escobar again, visto con la lupa gringa. Una producción a la que le llueven halagos de la crítica internacional. Otros la miran con estoicismo. Sin contar los reparos que Juan Sebastián Marroquín -hijo del difunto- enumeró prolijamente. Quizás no importe el detalle, el sacrificio de un personaje, un hecho o un lugar en aras de contar un jugoso relato que no deje indiferente a nadie, pero es un ejemplo de las decisiones que se toman cuando quieren contar nuestra historia, pero ¿dónde queda el compromiso con la verdad?
Vayamos a un caso reciente norteamericano: American Crime Story: The People Vs O.J. Simpson. La reciente ganadora del Emmy a mejor miniserie no es un relato tipo Hallmark del ex jugador de fútbol americano. Casi no omitió detalles del escandaloso juicio del siglo y jugó con la ambigüedad del poder y el prestigio en un contexto de tensiones raciales. Uno se pregunta ¿era necesario? A más de veinte años de los hechos, lo cierto es que la retrospectiva encendió nuevamente el debate y ganó relevancia por el actual panorama de discriminación.
El cine tampoco escapa a la seducción de la realidad. Lo vimos este año con Spotlight, la acuciosa investigación periodística de casos de abuso sexual infantil por parte de algunos miembros de la Iglesia Católica en Boston ¿Sirve de algo? Documentar de este modo un hecho de esta envergadura adquiere además un cariz de denuncia que no ha perdido vigencia. Aunque no siempre es así: con más o menos acierto Argo y El Discurso del Rey fueron reconocidas en Hollywood por una serie de elementos que provocaron en el espectador el deseo de indagar sobre los acontecimientos, su desenlace y el ¿qué pasó con..? de sus protagonistas. Y resisten el análisis del punto de vista elegido para contarnos lo sucedido con el reto adicional de mantener el interés.
Los errores humanos son materia inagotable de historias, más aún cuando hay señalados responsables por procesos judiciales. Es lo que sucede con el estreno reciente de Horizonte Profundo, la reciente película dirigida por Peter Berg que recrea el drama de los trabajadores de la otrora plataforma petrolífera causante de un desastre ambiental en el Golfo de México hace ya seis años. Su punto de vista no quita el dedo del renglón frente a lo que se debió atender y no se hizo. Y es su perspectiva.
Y no hablemos del cine bélico, especialmente el relacionado con la Segunda Guerra Mundial, que nos ha dejado cientos de películas con los aspectos más disímiles: los horrores de los campos de concentración, su decadencia y los efectos posteriores. De la Lista de Schindler a El Hijo de Saúl hay producciones que parten de un principio de reivindicación y búsqueda de la verdad. No obstante ¿cumplen su cometido?
¿Dónde dejamos a las biopics o bionovelas? Esas sí que navegan en terrenos pantanosos, pues sin contar con un referente oficial todas pecan por exceso. Sin demeritar las negociaciones sobre los derechos de la vida de cada personaje que pueden utilizar, es muy complejo sumarse a la idea de «lo real» sin obviar las licencias tomadas por los libretistas. Es lo que sucederá con El Comandante, el trailer de la semana de la serie de Sony que emitirá inicialmente Telemundo.
¿Todo esto para qué? La historia transcurrió y es inamovible, pero como nos las cuenten depende su supervivencia en nuestro recuerdo. La responsabilidad del arte en ese sentido no es menor a la de los estadistas. Recrear una verdad implica asumirla con conciencia de que su resultado final, más que incomodar, debe hacer justicia a lo acontecido. Para ustedes ¿qué series y películas colombianas, latinoamericanas y mundiales se acercan a ese cometido? Armemos un top cinco.
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Regresó Radiodistractor
El día miércoles 5 de octubre regresamos a Radiodistractor en Stereo Joint Radio con este tema, en la cual contamos con dos invitados especiales en nuestra sección #YoHiceEsto, que destaca creadores en el ámbito artístico, cultural y digital.
En primer lugar nos acompañó Julián Castro, blogger y DJ bogotano. A sus 18 años este estudiante de Comunicación Social se sube al tren de los creadores de contenido digital para jóvenes con un número importante de seguidores en Instagram y Twitter. Cada cierto tiempo comparte su particular punto de vista en temas de la cotidianidad millenial, y lo invitamos justo el día de la Marcha por la Paz para que, entre otras cosas, nos comentara sobre cómo conseguir ese click con la audiencia para que se vinculen a causas sociales. Este es uno de sus videos. Lo encuentran en redes sociales como @jdsjulian
Por otra parte, la banda bogotana Desecho Urbano nos dio una lección completa de Streetcore y de Oi!, estilos derivados de corrientes musicales británicas como el punk y muy familiarizados con la escena skinhead. Este estilo de música lucha frecuentemente con la incomprensión y la desinformación, pero muy pocos saben que sus toques tienen propósitos benéficos, y el espíritu de convivencia en sus alineaciones en la que confluyen toda clase de pasiones rockeras sin algún tipo de resentimiento. Diez años de trayectoria, con algunos recesos y cambios normales, los traen hoy a compartir su trabajo y a contarnos su historia.
Cada semana invitamos a algún creador y usted puede acompañarme en estudio o vía telefónica. Solo escríbame a través de la fanpage www.facebook.com/radiodistractor o Twitter @radiodistractor
Próxima semana: un homenaje al cine found footage. Los misterios de La Bruja de Blair y un playlist de canciones que adoran al diablo. ¡Los esperamos! Miércoles de 6:00 a 8:00 p.m. en www.stereojoint.com
@juanchoparada
juanchopara@gmail.com