Primero fue el café. Luego las feas. Exportamos tontonovelas (esas de plantilla de oficina majadera o familias disfuncionales). Hasta que llegó el producto insigne de este milenio: las narcoseries y derivadas –con variaciones de Pablo Escobar –Escobedo o Escolar-, traquetos de opereta rociando dólares sobre tetas operadas y todas las variaciones de la fórmula que podamos imaginar, con el descaro adicional de sugerir que rendían homenajes velados a padrinos y mafiosos italianos.

La fiebre se volvió delirio. Tuvimos dos y hasta tres historias en prime. A Telemundo le pareció cool tener malotes gritando ¡Chingados!  En franja prime y nos compró la receta para armar super series en onda ochentera y estatuillas al malo más bueeeeno. Eso sí, sin ningún apego histórico o retrato de víctimas (aburrido): los nuevos héroes no son galanes cenizos que drogaban para enredar paternidades, lo de hoy es el tipo cabreado, sinvergüenza y amante de los negocios ilícitos que folla como salvaje y se libra de la muerte de un modo que sonrojaría al mismo Houdini.

En ese contexto México, un país con un poder infinito para crear historias de diversa índole, se sumergió en una vorágine de muerte, desapariciones y corrupción política que ni la más divina de las Marías podría marear con sus circos dramáticos. Su vecindad con el tío Sam unida a semejante coyuntura se convirtieron en el pretexto para contagiarse de nuestro mal televisivo y esa discusión que tuvimos a mediados de la década pasada acapara la atención hasta de diputados que exigen sacar del aire o emitir en la ignominia de la madrugada estas producciones que convierten la guerra contra las drogas en un espectáculo en el que «promueven la justificación de la violencia y muestran al narcotráfico como un estilo de vida al que aspirar” Así, tal cual.

Desde luego, la realidad provee enemil historias para contar en televisión, y como hablamos de negocio pues ni modo de seguir insistiendo en el cuento de los culebrones asépticos con muertes de antología. El asunto es la línea delgada que separa una producción memorable de la payasada. Lo más insólito es que nuestro hiperrealismo es aún más motivador que la propia situación de los mexicanos. El nuevo canal, Imagen TV, tiene en la puerta del horno un remake de El Capo, nuestro macho con rimmel. TV Azteca -otros con la canción de “nueva era”-  lanzaron una versión de Rosario Tijeras igualita a la colombiana. Atrás la mediana pero valiente repercusión de Infames, por cierto, original.

En esa medida, si esa es la estrategia para evitar que la población se deslice progresivamente a Netflix y a cualquier otro contenido que no se emita en televisión abierta, pues siempre será mejor leer ¿no?

#YoHiceEsto

En #YoHiceEsto para Radiodistractor, en Stereo Joint Radio, tuvimos el placer de conocer un talento femenino que se integra al movimiento de cantautoras latinoamericanas con fuertes raíces folclóricas y mucho empeño para promocionarse en circuitos alternativos. Se trata de Laura Guevara, de origen colombo venezolano, quien combina en sus interpretaciones la esperanza de mundos mejores con las lecciones del desamor en un empaque sonoro y visual difícil de ignorar. Estará en Bogotá y Medellín hasta el 9 de noviembre, y si tienen la oportunidad de conocerla seguro se llevarán una grata impresión. Sábado 5 de noviembre, 9:00 p.m. en Canterbury (frente a Cine Colombia Américas) y el 9 de noviembre en el bar Smoking Molly también a las 9:00 p.m. (Cll 29Bis No 5-74) De su álbum homónimo este es su primer sencillo, Late.

Recuerden que si tienen una propuesta artística/cultural en cualquier ámbito (literatura, cine, música, danza, actuación, digital, etc) este es el espacio. Por Twitter o Facebook busquen Radiodistractor y envían sus datos con la respectiva propuesta.

Recomiendo

Las niñas de la guerra, este esfuerzo de Señal Colombia en conjunto con Hierro Animación, Laboratorio de la Imagen móvil de la Universidad de Caldas y Centro Ático de la Universidad Javeriana con el apoyo del MinCultura, MinTic y el ICBF, regresa este domingo 6 de noviembre a las 8:00 p.m. con nuevos capítulos que recogen historias de vida de menores de edad desvinculadas de grupos armados al margen de la ley. Toda la próxima semana  se emitirán sus episodios. Dirigida por Jaime César Espinosa.

Ripper Street

Y a los amantes de las producciones británicas les tengo la emisión de la segunda temporada de esta serie de la BBC que recrea a su estilo los hechos que rodearon la investigación de los asesinatos perpetrados por el archiconocido Jack el Destripador.  Matthew Mcfayden encabeza el reparto de esta serie que se puede ver en el canal Film & Arts desde el próximo 8 de noviembre a las 8:00 p.m.

 

@juanchoparada

juanchopara@gmail.com