Cualquier inversión entraña riesgos, pero una mala decisión los multiplica. El Canal RCN entra en una etapa decisiva para retener audiencia y ver si remonta a la competencia, tras varios años de descalabros. La lógica del mercado actual, con la audiencia dispersa en varias plataformas, unida al sentimiento de rechazo que genera su línea editorial informativa (una paradoja en época electoral, en donde el candidato que representa esa corriente de pensamiento aparentemente va punteando) mantienen en una posición difícil al otrora proveedor de éxitos en ficción, por lo que se hacía urgente una verdadera reingeniería.

El actual presidente del Canal RCN, José Roberto Arango, debuta con firmeza con dicha operación desde esta noche, tras reconocer  otras razones que han contribuido a esta crisis. Lo que toca preguntar es si se trata de una estrategia meramente cosmética y tiene sentido o apunta a un cambio más profundo.

Vamos por partes: recortar el noticiero central, aunque es notable, no es rotundo. Veníamos de noticieros de 22 minutos a las 9:30 p.m. Con los canales privados  el concepto informativo se amplió desmesuradamente, a tal punto que Caracol, su competencia, mantiene más de tres horas de noticias al medio día. Así que la tradición no se ve afectada. Ahora bien, a mí no me molesta que se identifique como un medio de derecha, para eso existe un principio consagrado en nuestra Constitución y es la pluralidad, la diferencia de opinión. Lo molesto es el carácter de su agenda informativa, más orientada a la mala leche que a un respeto por el equilibrio, la consulta de diversas fuentes de opinión y la apuesta por la investigación detallada en temas capitales, más no por salvaguardar intereses de sus accionistas.

El estreno de esta noche es una tendencia que me preocupa: la programación espejo no desapareció de la lista de cosas que el doctor Arango reformó del Canal RCN. Exatlón, formato turco que ha recorrido varios países con un éxito variopinto (como sucedió en México con Azteca), es más de lo mismo: retos deportivos en sitios paradisíacos donde no cuenta tanto si es un consumado atleta: el morbo es lo que impera, así que trasladar la misma premisa del cansino Desafío no resulta atractivo, principalmente por la preeminencia del mencionado show caracolero. Si les funciona será un extraño movimiento de audiencia (durará dos horas en pantalla) así que veremos si el vientecito de la Rosa de Guadalupe empuja ese esfuerzo.

Y las sacrificadas son las ficciones: Garzón y compañía languidecerán fuera de su horario habitual para aquellos que no tienen acceso a celulares, computadores o datos. Si el negocio se niega a morir es porque aún se conservan los hábitos, amén del real acceso tecnológico para continuar viéndolas en plataformas que no las vieron nacer. La mala costumbre de arrinconar o sacar productos del aire sin aviso previo contribuyó a la baja de audiencia, ojo con eso. Además, si lo que viene es oootra bionovela del creador del ejercicio de Zumba (que en lo personal me parece intrascendente), solo genera una infinita flojera. Juan Gabriel en plan aeróbics.

Los cambios son oportunidades.  Señores del Canal RCN ¿Dónde están los jóvenes, actuales consumidores de contenidos audiovisuales? ¿Así los piensan recuperar? ¿Hay Transmedia? ¿Tendrán en cuenta otros públicos, como  la infancia? ¿Cómo le van a competir al Bolívar de Caracol, una millonaria apuesta de su rival? Que no se le quede el cuerpo en el quirófano doctor Arango.

Westworld: ficción de alto calibre

Nuestro último episodio del Mes del Guionista en Radiodistractor culminó con una serie de interesantes reflexiones  sobre la ciencia ficción. Junto a Rodrigo Bastidas, literato y compilador de unas recomendadísimas antologías de cuentos colombianos en la materia, ampliamos el propósito del género en el audiovisual y las dificultades de que en nuestro país estas propuestas tengan cabida, principalmente por la ilusión de su alto costo en producción.

Digo ilusión, porque no saldremos con una soap opera tipo Star Wars, con batallas en el espacio o villanos estilosos.  La inquietud por describir mundos postapocalípticos, distópicos, la cuestión por nuestro presente alienado por la tecnología, entre otras cosas, no requieren necesariamente de exorbitantes recursos. Y justo de eso hablamos con Andrea Salgado, la autora de la novela La Lesbiana, el oso y el ponqué, una visceral narración muy a tono con los tiempos que corren, donde buscamos afanosamente crear identidades paralelas a nuestra existencia, con las consecuencias que entraña esa conducta. Ya me la imagino en una película.

Como la imaginación no tiene límites todo nos llevó al debut de la segunda temporada de Westworld, la ambiciosa apuesta de HBO que extiende las bases de lo presentado por Michael Crichton en su película Almas de Metal, y producciones posteriores. Que si fundó su propia mitología al estilo de Los Sopranos o Game of Thrones, que si compleja o difícil de seguir, que maneja tantos tiempos narrativos…lo cierto es que no subestima a su público y sí se puede afirmar que elevó su hype tras su impactante final de temporada, algo que se nota en su demorado estreno.

Jonathan Nolan y Lisa Joy transmiten cada vez más incertidumbre sobre el origen de los anfitriones, especialmente en Dolores, Maeve y Bernard, cuya tríada jala bastante el argumento de esta segunda temporada. La venganza estará servida pero también cobrará nuevas víctimas. Westworld desafía cánones de la ficción convencional para crear un juego con el espectador, invitándolo a descubrir sus secretos sin tomarle del pelo. Así que la seguiremos hasta el final  para descubrir con qué revelaciones terminará esta nueva tanda de episodios. Junto al libretista Juan Camilo Velandia analizamos las claves de la serie, por lo que los invitamos a escuchar este episodio de Radiodistractor en nuestro podcast haciendo clic acá

 

O11ce y Soy Luna, la ficción para los menores de edad

Como mencionaba al inicio de este post, el público infantil y juvenil está muy descuidado en Colombia en términos de ficción. No obstante, otras networks como Disney XD sí que han sacado buen provecho de esta enorme falencia para concebir dramatizados ágiles con elementos  de fácil identificación que no van detrás del hilo negro: simple y puro entretenimiento, con actores de varios países y un arsenal de canciones pegajosas.  Es el caso de las series O11ce y Soy Luna, ambas en sus terceras temporadas. La primera, que se estrena este lunes 30 de abril a las 6:30 p.m. hora Colombia, explora la pasión por el fútbol, bastante apropiado por la época del Mundial, con el ingrediente adicional de la presencia del videoblogger colombiano Paisa Vlogs en el papel de Martín. La segunda sigue la fórmula de historias como Violetta o Patito feo, mezclando las preocupaciones de la adolescencia con la fantasía Disney en un ambiente naif que da buenos resultados. Los padres de familia también darán la última palabra sobre la influencia de estas historias en sus hijos, pero de momento no se puede negar su popularidad.

“A Gaitán también lo chuzaron”

La Feria Internacional del Libro de Bogotá deja bastantes novedades, como la del periodista Carlos Fernando Álvarez, un reconocido cronista de la realidad colombiana. Esta obra, que hace parte de la colección Textos Cautivos de Uniediciones, es una ficción novelada que entrecruza la muerte del caudillo liberal con la masacre de Chengue en el año 2001. Por lo icónico del personaje resulta interesante observar el desarrollo de la premisa que plantea Álvarez, mezclando elementos del drama y el crimen para construir su trama con una resolución sorprendente. Seguirá en la Feria en el Pabellón 6, piso 1, stand 134. O pueden consultar la web www.buquedepapel.com

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