Mejor conocida como la serie de los Aristemo, Juntos, El Corazón Nunca se Equivoca bien puede definirse como la respuesta latinoamericana más eficaz en el tratamiento dramático de contenidos LGBTI en televisión abierta.

Nacida de las entrañas de la Televisa más catedrática en educación sentimental durante décadas, este spin-off de la telenovela Mi Marido tiene Más Familia, coció a fuego lento durante el 2018 una historia de amor gay adolescente que logró un milagro largamente esperado por el canal estelar: rating. Y aún mejor, estar en boca de todo el mundo.

Si hace una semana hablábamos de Euphoria como una visión cruda de la adolescencia, Juntos, El Corazón Nunca se Equivoca es prácticamente el otro extremo de la balanza. Supo aprovechar las ganancias de convertirse en la historia central del melodrama donde se fraguó -por cierto, un melodrama familiar de corte blanco- para desarrollar con todo el tacto posible el romance entre sus protagonistas, Aristóteles y Cuauhtémoc, sin descuidar los conflictos familiares y sociales derivados de una relación que aún crea temores y rechazo en nuestra cultura, evitando caminos sórdidos, pesimistas o escenas candentes que arruinaran el furor entre la creciente fanaticada.

¿Conviene abordar la homosexualidad en la ficción televisiva desde una perspectiva aséptica? Como en la vida real, no solo basta la información sino la vivencia misma, y otros tantos se sentirán decepcionados de Juntos, El Corazón Nunca Se Equivoca al no encontrar un desfile de cachondería o unos metros más de profundidad en el entramado del ambiente gay, usualmente asociado a situaciones menos candorosas que un simple beso o un abrazo sobre la cama.

Por el tema que aborda, a Juntos, El Corazón No Se Equivoca no hay que verla con el prisma del escándalo, pretenciosa o lo más elaborada posible, como si todas las series debieran emular el estilo de la BBC o HBO. Aunque choquen los extraños cruces de elencos y personajes de las telenovelas anteriores de su productor, Juan Osorio, no pierde el objetivo de ser un entretenimiento familiar con moraleja, soportado por actores que conquistaron a su público desde la etapa anterior como Emilio Osorio (hijo del productor) y Joaquín Bondoni, revelación desde el primer momento.  Esta experiencia los catapultó a la fama y ahora les conlleva la enorme responsabilidad de continuar proyectando ese carisma delante y detrás de las cámaras. Además, como es costumbre en Televisa, esta clase de fenómenos los suelen rodear con talento actoral de trayectoria, lo que evidencia el compromiso para responder a los espectadores con un producto de la mayor calidad posible.

Con todo lo anterior, ¿por qué es noticia? ¿Por qué hablamos de ella? ¿Qué hace de sorprendente? Acá en Colombia tuvimos la inadvertida serie Géminis en los 90, que dejó estupefacta a la gente que la vio con su propuesta de la bisexualidad en un matrimonio. Juntos, El Corazón Nunca Se Equivoca es de una audacia que planea arriesgadamente en los terrenos del correctismo político de hoy, pero aun así una audacia bastante meritoria: le proporciona a la diversidad una gigantesca vitrina desde un sitio antes impensable: el de la novela rosa, anteriormente consagrado al amor romántico heterosexual que educó a más de cinco generaciones. No es una historia secundaria, no es relleno… ¡es la protagonista! Y ese lugar seguramente irritará a más de uno, pero ya consolidó un fuerte respaldo en miles de jóvenes de esta generación, totalmente identificados con las peripecias de ‘Aristemo’, jóvenes que crecen con otra manera de ver la vida y que constantemente luchan con la anterior, aun a costa de lo que realmente les ocurre. En suma, es una historia que les brinda esperanza, algo que no suelen encontrar del mismo modo en su día a día, incluso desde el corazón de sus hogares.

Los Aristemo llegaron a los oídos de la poderosa organización norteamericana GLAAD  y en mayo y obtuvieron un importante reconocimiento. Los vimos recientemente en los Premios MIAW de MTV junto a las colombianas Calle y Poché así que vienen por más. ¿La han visto? ¿Qué opinan de ella? La historia se emite de lunes a vierne a las 8:30 p.m. hora México por Las Estrellas. 

P.D. Próximo fin de semana llega Rock al Parque. 25 años de música y algo de controversia. ¿Se parece este Rock al Parque al de sus inicios? ¿Al de los 10 años? Precisamente ese 2004 será inolvidable para mí, quizás el mejor en lo que lleva de su historia. ¿Cómo debe seguir existiendo?  Esa pregunta la responderá principalmente el próximo gobernante local. Igual, allá nos veremos.

@juanchoparada

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