Me siento muy viejo usando esta palabra: adolescencia, pero la emplearé para describir la curiosa diáspora de este grupo poblacional en el mundo digital. Los jóvenes de hoy deambularon por Facebook, Twitter, Vine, Snapchat, Instagram y ahora les llega desde China (sí, China) Tik Tok.
Esa mezcla de onomatopeya de un reloj de cuerda con un casi trastorno obsesivo compulsivo (ilusionados con que cada video creado se eleve a la estratósfera de la fama de corta duración) Tik Tok había demostrado su éxito en una premisa vedada, en principio, a cerebros de publicistas: llamar la atención en un corto espacio de tiempo.
En ese orden de ideas, una legión de jóvenes menores de 24 años se apoderó de un canal que sacia sus ganas de protagonismo con toda clase de contenidos, unos menos elaborados que otros, apoyados con recursos visuales que otorgan “cierta” originalidad al mensaje. Y digo cierta pues los lipsync o sincronizaciones de voz usando canciones o parlamentos de telenovelas no se descubrieron este año o el anterior ¿Acaso se les olvidó la aplicación Dubsmash? ¿Moy Moy Palaboy? ¿Keenan Cahill? Y así abundan otros ejemplos, exitosos en su momento, que ahora gozan de un temprano retiro.
El asunto de fondo que inquieta a padres y autoridades es la connivencia entre esos jóvenes, sobre todo los menores de 18 años, con contenidos creados por los adultos, porque ya se aparecieron por esos lados famosos e influenciadores bastante grandecitos. Y no solo eso, también inquieta lo que hace la plataforma para preservar la información de menores de edad. El año pasado, de acuerdo con ‘Bloomberg‘, Tik Tok fue sancionada con una multa superior a los 5.7 millones de dólares por esta razón, considerada “la sanción civil más elevada jamás impuesta por la Comisión Federal de Comercio de estados Unidos en un caso de privacidad de menores”. Como no necesitas seguidores, todo el mundo puede ver lo que haces y entablar contacto contigo si mucho problema.
Adicional a ello, como es evidente que no hay ninguna curación de los materiales creados, ya se han viralizado desde esa red social una serie de retos físicos que han puesto en peligro la integridad de niños y jóvenes que los practican. Puede sonar a moralina de adulto, y en mi caso, poco tengo afición por crear contenidos visuales, pero que se emplee una plataforma para circular un entretenimiento vacío casi todo el tiempo, que se burla del otro y con el riesgo adicional de estar a merced de algún acosador virtual, prefiero ser un cavernícola digital.
Desde luego, Tik Tok lanzará carreras, será un semillero de talentos para quién le haya descubierto el quid y monetizará su ingenio, pero la pregunta con la que deseo cerrar es justamente si después de esta etapa de aislamiento global sobrevivirá a la era post-encierro. Ya es testimonio de la locura hipermediática durante el confinamiento, no obstante ¿se adaptará a la realidad de lo que venga después?
Homenaje a Carlos Donoso
Personajes como Carlos Donoso tienen esa doble particularidad de convertirse en recuerdos indelebles de la infancia y una eterna sonrisa al evocarlos. Pues bien, el día de hoy jueves 16 de abril partió hacia la eternidad tras complicaciones derivadas de un cáncer pulmonar. Seguro haría un chiste de eso y la crisis actual causada por la presencia del coronavirus, así que imaginármelo maquinando rutinas para reírse de nuestro aislamiento debe ser la mejor imagen con la cual podamos llenar estas horas de encierro. A toda la gente que le colaboró en sus últimos momentos, a su familia y amigos mi más sentidas condolencias, mucha fortaleza en estos momentos. En el 2018 lo conocí y entreviste para este blog por invitación de la Asociación de Exalumnos del Gimnasio Moderno, así que acá tienen el link para releer sus declaraciones.
Hablaré de este y otros temas en mi podcast a través de Facebook www.facebook.com/radiodistractor esta noche a las 8:00 p.m. actividad que realizo de lunes a viernes desde Semana Santa. Si desean participar o proponer temas estaré dispuesto a recibir sus propuestas.
@juanchoparada