En medio de una cantidad de decesos televisivos, una noticia del entretenimiento sacudió las redes sociales. La revelación que hizo la actriz Jada Pinkett Smith a su esposo y colega Will Smith. ¡Es Hollywood! La vida de los famosos siempre se ve como el faro moral que alumbra nuestras impopulares existencias. Y un romance indebido «humaniza» aquellas relaciones que nos venden como perfectas. No es la monarquía inglesa, que allá es tan natural como la hora del té. Hablamos del mundo de las alfombras rojas donde dos figuras se toman de la mano por semanas, meses o años y confirman a la sociedad a través de los medios de comunicación que los amores son eternos. Por supuesto, acuerdan con relacionistas públicos cómo romper con sutileza esa burbuja Disney para encontrar algo de redención.
El «escándalo», por así llamarlo, se concentró en que hubiera sido ella la infiel. Los apelativos de mal gusto se turnaban en vulgaridad para referirse a la traidora. Y la solidaridad masculina arropó a un «héroe caído», pues cuando los infieles somos nosotros el lugar común es que «sabroseamos» a gusto, pues el compromiso desde una perspectiva machista no abandona ese pesado lastre de «castigo» o «sacrificio».
Cuestionar ahora sobre quién sufre menos o quién es el más desalmado se convierte en material para alimentar la voracidad del dragón. Si hoy en día los compromisos nos interesan menos y nos inclinamos por relaciones con el mínimo esfuerzo, una opinión más para descalificar a Jada o solidarizarse como Will no aporta gran cosa. En lo que sí deseo hacer hincapié es en tres aspectos que no podemos perder de vista cuando asumamos gratuitamente la tarea de ser tribunal de la vida privada de los demás:
-¿Los famosos pierden control sobre sus ideas y decisiones al hacer pública su intimidad? Gran cuestión esta. No sé si persiste en los grandes estudios la organización de contratos estrictos con cláusulas sobre qué decir y qué hacer en cuanto al comportamiento de los actores y actrices fuera del set. Si ellos fueron llamados a representarnos como paradigmas del ser humano en el arte entonces tenemos todo el derecho de exigirles una absoluta corrección de sus faltas, pues sin nosotros, que pagamos las boletas de sus películas o compramos sus mercancía, simplemente no son nada. El problema de esa suposición es ¿cuál es la solución adecuada? ¿La del sentido común de los noventas o la del 2020? ¿La judeocristiana o la hippie? Si no sabemos qué hacer cuando hemos sido infieles, solo «disfrutamos el momento porque la vida es una sola», ya vamos a ponernos en el lugar de dos personajes de la farándula que hace más de veinte años ofrecieron otra imagen a millones de personas, no solo a sus padres y amigos del barrio. Al fin y al cabo descubriremos que son, como nosotros, seres humanos (que se pueden enjugar sus lágrimas en billetes de 100 dólares), pero que también se deprimen, tienen malos días o su pareja deja de hablarles de repente.
-¿Qué ganan los famosos con exponer su intimidad? La respuesta básica sería notoriedad. El manual de resucitar carreras o hacer algo de prensa diría que llamar la atención. Si una persona con tamaña responsabilidad (que es más autoimpuesta) decide reportar a diario todos sus movimientos, subir imágenes con los niños y brindando felices, pues también asume las consecuencias del libreto que eligió seguir. ¿Pretenden que todos seremos empáticos y benevolentes? ¿Que aplaudiremos su madurez y entereza al contarnos sus problemas maritales? En algunos casos, no lo niego, resultaría aleccionador, pero en la era de las redes sociales donde los retuits o las reproducciones gobiernan el ego, queda suficiente espacio para dudar de confesiones «espontáneas» o muestras de afecto cada tres horas en Instagram.
-Si la infiel es una mujer ¿le debe caer todo el peso de la ley? En tiempos del Me Too hay que elegir bien las palabras. Pero acá no hay que inclinar la balanza por el género. Ellos asumieron un compromiso antes de que estuvieran de moda las relaciones abiertas o el poliamor. Y aún así en cualquiera de ellas lo mínimo que debe imperar es el respeto. Habrá todo tipo de atenuantes o agravantes de las circunstancias, pero el sentido común de toda la vida indicaría que si tienes líos en tu matrimonio los resuelves con la persona que te casaste. No necesitas invitar a nadie más para que los arregle por ti. Por eso el vínculo ha perdido en legitimidad. Se hacen promesas que no se cumplen ni se está en condiciones de hacerlo, cuestión que aplica a hombres y mujeres por igual. Y eso sin sumarle el drama del maltrato físico y psicológico que muchas mujeres y algunos hombres padecen por cuenta de un mal vínculo. Sin ir más lejos, los vecinos Johnny Deep y Amber Heard van para dos años en un toma y dame que solo ha contribuido a socavar su carrera como intérpretes. Acá se lucirán algunos en denostar a Heard, pero el asunto ya está en tribunales, así que la ley tendrá la última palabra. Es que bien dice el dicho que el amor es un bello sueño pero el matrimonio un agudo despertador…
Agradecimiento
Muchas gracias a las empresas que aceptaron nuestra campaña de asesorías gratuitas Conectémonos. Emprendedores de Bogotá, Barranquilla, Pasto, Popayán, Pamplona y Medellín respondieron al llamado que hicimos hace algunas semanas para compartir la semana pasada jornadas de asesorías empresariales sin costo en temas de comunicación, ventas, marketing, creación de contenidos, entre otros temas. También mi saludo a la Agencia de Medios y Relaciones Públicas GMT, quien en cabeza de su CEO, Gladys Moreno Torres, nos brindó una experiencia de vida increíble sobre cómo volver a empezar en esta época de quiebras y negocios que se cierran. Del mismo modo extiendo mi gratitud a la comunicadora social Carolina Gualdrón, quien nos compartió consejos para gestionar las redes sociales para cualquier negocio. A los asesores voluntarios que nos apoyaron desde otras ciudades del país, mil gracias igualmente. Y a mis socios en esta campaña, Art Media Planning Group y Sitma Emprende. Pronto esperamos comunicarles una nueva versión de la jornada. Pueden encontrar más información en www.ampg.com.co/conectemonos y visitar en Facebook las charlas realizadas www.facebook.com/redconocimientocol
Ya pueden seguirme en mi página www.juanchoparada.com, donde tendré más temas, vivencias y algunos escritos que compartiré durante este tiempo. Espero les agrade.
Y para finalizar, agradezco al periodista Jaime Arango del diario El Colombiano por consultarme a mí y a otros colegas blogueros de entretenimiento de este diario y de otras partes sobre cuál creemos que ha sido la telenovela colombiana más exitosa de toda la historia de la televisión nacional. En mi caso me apegué estrictamente a lo que siempre he entendido de lo que es el género, por lo que producciones recientes y seriados no entraron en mi top 10, que de hecho lo publiqué en el año 2014. Cuando me pregunten por la mejor producción de ficción de todos los tiempos en la televisión colombiana ahí si podemos hablar de nuevo. Acá pueden leer las diversas opiniones
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