La comprensión lectora es uno de los grandes desafíos en la formación educativa nacional. Aunque me considero un buen lector, seguramente hay habilidades que hubiera deseado adquirir para mejorar ese hábito, no solo por el gusto literario o informativo, sino en general para comprender textos de diversa índole. Ahora les pregunto a ustedes, ¿qué sienten que les falta para ser buenos lectores?

Encontré el informe del Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana publicado en abril de este año, relacionado con el análisis de las pruebas PISA 2019 en cuanto a preferencias y competencias lectoras de los estudiantes colombianos. En dicho análisis se reportaba una paradoja: 55,26% de nuestros jóvenes afirmaron que la lectura es uno de sus pasatiempos favoritos, pero un poco más de 37% afirma que posee menos de diez libros en su hogar (Ver el informe acá)

Además, la proporción más alta de ellos se encuentra en el nivel más bajo de lectura (comprensión literal de oraciones, frases o palabras) Si aprecian tanto esta actividad, ¿cuál es el motivo que les impide realizarla?

Para colmo de males, ni la pandemia cambiaría este panorama. Haber permanecido en casa parece que no fue propicio para estimular la lectura. El mismo laboratorio LEE advierte que se presentarán retrocesos en el desempeño de la prueba, ampliándose la brecha con los países más desarrollados. Así que el problema de fondo aún no se ha abordado.

Leer es necesario para acceder a otros mundos, forjar el pensamiento crítico… ¡hasta para seguir una sencilla instrucción como Hale/Empuje! El acceso al conocimiento se ha visto potenciado por las nuevas tecnologías, que rivalizan con la oferta actual de bibliotecas, bastiones de una era que se resiste a desaparecer. De todas maneras, no importa en qué plataforma leamos o cuántas costosas ediciones rebosen nuestros anaqueles: somos malos lectores y la ausencia de esa destreza nos perjudica notablemente.

Hay que hacer énfasis en el cómo leer, por lo que en esta ocasión quisiera traerles la propuesta que ha adelantado la Fundación Internacional de Pedagogía Conceptual Alberto Merani con su “Teoría de las Seis Lecturas. Leer para comprender en el mundo de hoy”, un modelo neuropedagógico integral del proceso lector que detalla las operaciones cognitivas involucradas en los diversos niveles que se identifican en esta forma de apropiación del conocimiento.

En una revisión de esta obra, los autores Miguel de Zubiría Samper, Patricia Vega García y Carolina Quiroga Carrillo actualizan los postulados de la teoría al introducir el concepto de “Lecturas Afectivas”, básicamente entendidas como las motivaciones, intereses y propósitos del lector. La premisa fundamental de la Teoría es que “leer constituye un medio no un fin”.

En esa medida, establecer un vínculo inicial con el texto se convierte en un primer momento que la obra explica con suficiente argumentación, explicando por ejemplo la razón por la cual no solo se debe centrar el propósito lector como un asunto de solo “leer lo que nos gusta”, sino extender ese interés hacia textos relacionados con campos de conocimiento en los que se desenvuelve el lector.

Esta nueva edición viene acompañada de suficientes ejemplos y diagramas que facilitan la comprensión de su propuesta no solo para educadores sino para cualquier persona interesada en reconocer sus falencias al momento de comprender un texto y cómo esta alternativa puede brindarle valiosas claves para mejorar su competencia lectora.

Desde 1987 la Fundación Alberto Merani también gestiona y adelanta proyectos relacionados con mejoramiento de la calidad educativa, uso y apropiación de TIC, gestión del conocimiento y desarrollo afectivo. Pueden encontrar más información sobre sus actividades y publicaciones como esta en su página web www.albertomerani.org

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