Esta semana dos recomendaciones de series y nuevo podcast que espero les agraden porque abordan a su manera temas que merecen nuestra atención.
No esperaba mucho de la serie “Primate” (2022) creada en Colombia para la plataforma Amazon Prime. El primer capítulo abusa de una tonelada de lugares comunes que llegué a pensar si las historias sobre la crisis masculina en los cuarenta se reducen a querer depilarse, como en “Virgen a los 40”, o soñar con orgías lésbicas, como en cualquier comedia de Adam Sandler y compañía. Pero la revelación llegó cuando su protagonista, William Days (Christian Tappan) es diagnosticado con diabetes tipo 2.
¿Novedoso? Tal vez no. La diabetes se ha abordado de forma tangencial en la ficción, salvo en las series de médicos. El recuerdo más viejo que tengo de ello es en la telenovela Cadenas de Amargura, donde Natalia (Delia Casanova) tiene esa condición médica, pero las referencias a su situación se limitaban a “no puedes comer postre”, impuestas por la perversa Tía Evangelina (Diana Bracho). Casual no es que preciso la mujer de carácter dulce y protector le haya tocado esa suerte.
En adelante, otras referencias son más bien circunstanciales, pero me lleva a pensar por qué las telenovelas o las series no han sido tan eficaces con el tema de la diabetes, que en el mundo afecta a más de 422 millones de personas, según datos de la OPS/OMS, quien afirma también que “62 millones de personas en las Américas viven con Diabetes Mellitus (DM) tipo2. Este número se ha triplicado en la Región desde 1980 y se estima que alcanzará la marca de 109 millones para el 2040, según el Diabetes Atlas (novena edición).”
¿Por qué me impacta que en Primate su protagonista sea diabético? ¡Porque muy poco se ha hablado del tema desde la perspectiva masculina! En esa medida, es una genialidad abordar el diagnóstico de un hombre adulto, padre de familia y con un trabajo actoral que no lo satisface del todo, obligado a replantear su existencia. De alguna manera las enfermedades nos impulsan a generar esos cambios, pero cuesta hacerlos porque no vivimos en un mundo de Nubeluz con bailarinas que nos sonríen al vernos correr, comer ensaladas o privarnos de un trozo de chocolate.
En esa medida, me identifiqué con William, porque también soy diabético desde hace ocho años. Tengo muchas inquietudes, temores y he cometido errores conviviendo con mi condición. Pero de la salud no se habla porque es un tema de la órbita personal, como ocurre con la salud mental. En esa medida preferimos sufrir solos, creernos que nos las sabemos todas y luego amargarnos cuando nuestra situación desmejora. Acá donde escribo, me da temor pasar a la insulinodependencia, que la diabetes afecte mis extremidades, mi vista o mi riñón. Y si una serie logra generar esa empatía puedo ignorar sus defectos narrativos o de producción, porque rompe el silencio sobre una patología desde la perspectiva masculina, que tiene más implicaciones de las que suponemos.
Agradezco a Media Pro Studio Colombia, al escritor Andrés Burgos y a todo el equipo que realiza ‘Primate’ por plantear ese escenario, que no es propiamente el eje de la historia, pero que deja algunas señales para los hombres diabéticos que lidiamos, además, con miedos en soledad, crisis depresivas, episodios de abstinencia al azúcar, cansados de oír tantos consejos de autocuidado y al mismo tiempo tratando de entusiasmarnos con la idea de salir a correr. Ojalá puedan ver la serie y los invito a conversar sobre ella en mis redes sociales. Incluso tengo pensado un especial sobre la diabetes en el cual podamos conversar en un espacio abierto, sea un Space o un Facebook Live. En @juanchoparada en Twitter, mi página personal www.juanchoparada.com o en Facebook podemos conversar y abrir un espacio para personas con diabetes, familiares y amigos que deseen compartir su experiencia y desde luego, invito a expertos para que nos brinden mayor orientación.
Minx o el mundo de la “pornografía feminista”
Suena extraño que se deban crear realidades alternativas para hablar de la reinvidicación femenina, utilizando códigos de época. Ya sea que nos parezca que roce un panfleto o plantee dilemas morales asociados al erotismo, la sexualidad y los derechos de las mujeres con tanto desparpajo, que resulta insólito ubicarla como un retrato “histórico”. Pero acá funciona y demasiado bien si nos atenemos a verla como un hálito de los movimientos librepensadores que retrató tan bien la miniserie Mrs América (2020).
De hecho, Gloria Steinem aparece en ambas como una suerte de faro moral, en especial para nuestra protagonista, Joyce (Ophelia Lovibond). Ella acaricia el sueño de romper con lo establecido al crear una revista titulada “El Despertar del Matriarcado”. Firme en sus convicciones, jamás se imaginaría el alcance que pueden tener sus ideas con un poco de “crema de maní”. Ahora nos parecerá ingenuo, pero en 1970 era casi una blasfemia combinar ideas progresistas junto a desnudos provocativos. Y junto a Doug (Jake Johnson) iniciarán una empresa aparentemente frágil por el temperamento de los dos, él tan curtido en entretener y ella tan ensimismada en cambiar el paradigma sobre el rol de la mujer. La serie creada por Ellen Rappaport consta de 10 capítulos y en esta ocasión sí que no los dejará indiferentes, porque tiene mucho que decir. Se encuentra en HBO Max.
En podcast: Guaracha con el estilo de “Sickario”
El nombre artístico de este cantante estadounidense puede que deje perplejos a más de uno, pero no se dejen llevar por la primera impresión. Después de los sencillos ‘De Barrio’ junto a Donkirap, ‘512’ y ‘Calentura’ en compañía a Ronald El Killa se lanza en el mundo de la guaracha con “Me Mata”, compuesta a seis manos junto con Dj Dasten y Nano The DJ. El género urbano sigue diversificándose y nuestro país es eje de ese movimiento. En este caso, Sickario llega a Medellín a grabar el videoclip de su éxito y se confiesa admirador de nuestro país. Conversé con él para conocer su afinidad por Colombia, su trayectoria y cómo prender la fiesta tras casi dos años de encierro. Aquí les comparto el podcast.
@juanchoparada