Una vez más las candidaturas que otorga la Asociación de Artes y Ciencias Cinematográficas estadounidense no han dejado indiferente a nadie. Con acusaciones de inclusión forzada, flagrantes omisiones y una pérdida evidente de credibilidad, entre otros aspectos, lucha por conservar su pedestal como Olimpo del celuloide, el tramo final de una competencia que no se sabe por qué razón es legítima (¿por el dinero? ¿por el poder de la industria del país en el que se realiza?).

Mientras para unos el 2022 trajo una cantidad de películas con calidad cuestionable, tirando a mediocres, otros quedaron conformes, en especial con el desempeño del género de terror. Que ‘Top Gun: Maverick’ y ‘Avatar: El Camino del Agua’, segundas partes de dos historias estrenadas hace 37 y 14 años respectivamente, ambas con recaudaciones astronómicas y completamente exuberantes en valores de producción aspiren a convertirse en la Mejor Película suena más a un agradecimiento por haber consolidado la recuperación definitiva de la asistencia a salas. Igual es innegable que, desde la perspectiva del cine como espectáculo, los Oscar han exaltado en reiteradas ocasiones producciones que representen eso, demencias de alto presupuesto que satisfacen emociones sin mucha profundidad.

En ese orden de ideas veamos qué lecciones he advertido para la edición número 95, fechada para el próximo domingo 12 de marzo.

Las 11 nominaciones de “Everything, Everywhere At All Once”

Conocida en español como “Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo”, las nominaciones que recibió la película de Daniel Kwan y Daniel Scheinert parecen una exageración dentro de la recepción que he notado por parte de la crítica y parte del público. En una comparación simplista, argumentalmente no se diferencia de una fantasía de superhéroes que viven realidades alternativas las cuales irremediablemente se afectarán cuando se es consciente de ello.

Esta es una película que cumple con la lista de chequeo de los académicos corregida y aumentada a los valores de hoy como un elenco multiétnico o diversidad sexual, a la que le suman un pincelazo de humor absurdo y cierta audacia para cuestionar la inconformidad del ser humano contemporáneo, aun con la posibilidad de elegir su bienestar en el mejor lugar posible. Para ello se valen de una edición arrítmica, pausada por momentos de cámara lenta como de anime y velados homenajes a otras películas.

El plantel protagónico está nominado. Michelle Yeoh (El Tigre y el Dragón) encarna a una mujer a punto de estallar en su vida real, Ke Huy Huan (Goonies) representa a su esposo y Stephanie Hsu a la hija de ambos. Como cereza del pastel aparece Jamie Lee Curtis (Halloween, Los Enredos de Wanda), alcanzando su primera nominación en toda su carrera, aunque para ser francos no recuerdo un diálogo o expresión contundentes sino más su esfuerzo físico para las escenas de combate, algo que ya demostró en la última película del asesino enmascarado.

En la onda de historias que necesitan contarse en más de dos horas de duración, “Everything…” pierde por momentos el hilo, causando algo de tedio en medio de los disparates visuales y moralejas familiares extraídas de cualquier serie juvenil de Nickelodeon. Quizá la irreverencia de su conjunto sea lo que haya pesado en la decisión de destacarla del conjunto, y si gana se convierta en un gran subrayado de página para el cine: puedes contar la historia de siempre, pero de la manera más loca posible. Lo sabremos cuando se anuncie al final de la ceremonia con el consabido chiste de Jimmy Kimmel por lo ocurrido con Moonlight y La La Land. Estoy seguro que The Banshees of Inisherin tiene madera para ganar (Martin Mc Donagh es uno de mis guionistas favoritos), pero se interpone en el camino la coronación suprema de Steven Spielberg con su autobiografía encubierta “The Fabelmans”. O le hacen el favor dándole el premio como Mejor Director y reparten todo como siempre. Mérito aparte el de la productora A24, que cerca a cumplir una década de trabajo ya ha alcanzado reconocimientos por sus películas. Este año espera probar el triunfo que se le iba escapando precisamente con Moonlight.

“Women Talking” y Andrea Riseborugh

La Academia parece solazarse con la idea de dejar perplejos a la industria. La directora Sarah Polley deja clara su postura con su película “Women Talking”, seleccionada por el American Film Institute y la National Board Review como una de las mejores diez películas del 2022. En ella actúa y produce la triple ganadora de la estatuilla dorada Frances McDormand, por lo que su inclusión como Mejor Película podría derivarse de su influencia. Polley solo fue reconocida en el apartado de Mejor Guión Adaptado. Si es una película determinante dentro de la narrativa actual del empoderamiento femenino ¿su impacto no debería ser mayor?

Esa visión contrasta con la campaña hecha por varias reconocidas actrices para que Andrea Riseborough llegara directamente a la nominación como Mejor Actriz por el drama “To Leslie”. Siempre existirá la duda de si hay películas valiosas que nos estamos perdiendo por su escasa difusión o aspiraciones, pero que el nombre de Andrea supere a Viola Davis (The Woman King) o Margot Robbie (Babylon) es porque hay méritos para su incorporación, más allá de alguna movilización del gremio para lograrlo. Ella es una estupenda actriz y esta es la señal que requería para estar bajo más reflectores y que su película sea una de las más buscadas con el propósito de apreciar su interpretación.

De ‘Aftersun’ a ‘Living’

Ambos, debutantes en este cuento de las nominaciones estadounidenses, por películas con fuentes disímiles. No he visto ‘Aftersun’, un milagro británico producido por la BBC, pero las críticas han sido casi unánimes sobre este relato autobiográfico entre la relación de un padre con su hija. La Academia impulsa al irlandés Paul Mescal (La Hija Oscura, Normal People) en el rol de Calum como una carta fuerte en la competencia contra el eficiente Bill Nighy. Para este último, ganador de BAFTAS y Globos de Oro, el Óscar puede que no lo desvele, pero le debe que su valía sea tomada en cuenta al interpretar a Mr. Williams en un guión basado en un texto del gran Kazuo Ishiguro que Akira Kurosawa llevaría al cine en 1952 con el nombre Ikiru. Aunque las cartas aparentan estar echadas por Brendan Fraser en ‘The Whale’, esta elección de películas procedentes del Reino Unido le hacen contrapeso, aunque no sombra.

Las redenciones

Ganar un premio Óscar parece como el doctorado en actuación, que suele llegar en carreras consolidadas o en el ocaso de las mismas, al estilo de un combustible para avivar o encender una fogata. En esa medida lo de Fraser, Huy Quan y Curtis se aprecia tanto como un reconocimiento a su profesionalismo en cada película como en una curiosa manera de recordar que, cuando Hollywood quiere, redime cualquier error en el camino. Y pues el delirio por las transformaciones físicas o las encarnaciones de personajes reales no abandonan las candidaturas, para la muestra el ‘Elvis’ de Austin Butler, que si triunfa sería el primer actor en ganar este premio por interpretar al ‘Rey del Rock and Roll” y ya me imagino el discurso honrando la memoria de la recién fallecida Lisa Marie.

Cine bélico y Argentina, 1985

La novela del escritor alemán Erich Maria Lemarque “Sin Novedad en el Frente” cumplirá 100 años de su primera edición en el 2029. En estos 93 años se ha adaptado al cine en tres ocasiones, contando la del 2022, que para mí era una carta tapada de Netflix en estos premios. El cine bélico le sabe a miel a los académicos, por eso me sorprendió que repita el esquema de la nominación de Parásitos (2019), al competir tanto en Mejor Película de Habla no Inglesa, como en Mejor Película. La noticia ensombreció un poco la octava nominación de una película argentina a la codiciada estatuilla, como sucedió con “Argentina, 1985” (Santiago Mitre, 2022) casi al punto de comparar este duelo artístico con el de una final de mundial futbolero entre las selecciones de ambos países, en donde los resultados han favorecido más a los argentinos.

Y en cine ya se encargó de recordar el crítico Pablo Planovsky que se repite el enfrentamiento del 2010, donde “El Secreto de sus Ojos” (Juan José Campanella), con Ricardo Darín a bordo, derrotó a “La Cinta Blanca” (Michael Haneke) en el mismo apartado. Que esta vez se mantenga el resultado gracias además a la buena estrella del actor argentino, protagonista en las últimas cuatro películas nominadas de su país en lo corrido del nuevo milenio. A no ser que les gane el burrito polaco de EO.

Las películas animadas

Guillermo del Toro es el ganador en esa categoría. Su Pinoccio es maravillosa, será un triunfo a su esfuerzo de años para concretarla y acerca desde otra óptica la historia del niño de madera que anhela ser de verdad.

Y los cortometrajes.

Les comparto acá un hilo de Twitter que recupera los cortometrajes en diversas categorías. Para reseñar, la que será otra de las bromas de la ceremonia 2023: My Year of Dicks. Pero es más de lo que aparenta, una reflexión sobre la presión que aún ejerce la necesidad de tener sexo en nuestros días.

Novedad: Experiencias en Bienestar

Desde el miércoles 25 de enero, cada ocho días reseñaré iniciativas colombianas orientadas a proporcionar bienestar físico, mental, espiritual o sexual. Las iniciativas, que pueden ser productos, servicios, campañas, programas implementados en colegios o universidades, grupos de apoyo, etc, pueden registrarse en este formulario y cada semana las iré publicando en mi blog en www.juanchoparada.com. Las más leídas tendrán su espacio en este blog a final de mes.

Para que conozcan con qué tema abrí, les recomiendo visitar Siete regalos creativos colombianos para animar a alguien que atraviesa una decepción amorosa.

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