En el entretenimiento si no tienes ideas ¡no importa! Alguien lo pensó por ti antes. No obstante, para evitar suspicacias por recrear una y otra vez la misma fórmula el “business remember”, el poder de la nostalgia está ahí para satisfacer conciencias.
Reemitir un producto que fue exitoso en su tiempo es la primera alternativa. No obstante, con la cultura de la cancelación escrutando todos los movimientos pueden representar un riesgo de imagen tanto para intérpretes como creadores y canales. Claro, repasemos ‘Betty la Fea’ o ‘Pasión de Gavilanes’, fueron un suceso en sus repeticiones. Pero también se desgastan. Alguien dirá ¿Y qué me dicen de comedias americanas como ‘Friends’, un lugar seguro donde los haya? Los recuerdos, mientras sean amables, no incomodan, por eso se prolongan en el tiempo. Salvo que empiecen a vociferar sus deudas con las reivindicaciones actuales.
En esa medida, una segunda estrategia que reza la cartilla es, si es posible, revivamos el espíritu de dicha época. Juntemos elencos y producción originales para traerlos a la época actual. Enfrentémoslos al whatsapp, el poliamor y el Internet de las Cosas. Con esas pretensiones detesté el regreso de ‘Sex and The City’. No fue placentero verlas perdidas en el mundo actual y resignadas a brindar espectáculo porque no les queda otra alternativa, reseteadas para abrazar los cambios culturales en pos de un público enfocado en sobrevivir con otros referentes. Suficiente ridículo vivió Carrie y su pandilla en las películas precedentes a ese despropósito.
El ejemplo me sirve para fundamentar mi proverbial escepticismo frente a los estrenos que anuncian el regreso de dos historias muy queridas, que surgieron en el ocaso del siglo XX. Les hablo de la película de Peter Cattaneo de 1997, “Full Monty” y la serie animada “Futurama”, creada por Matt Groening y David X. Cohen.
Full Monty: Todo o Nada
“Full Monty” tenía que ser inglesa. Siempre he creído que en la genética del país que vio nacer a The Beatles, la reina Isabel y Benny Hill no existe el temor. Y el contexto de la historia se suma a ese impulso humano de hacer lo que sea necesario para evitar la ignominia, un planteamiento universal que no pierde vigencia. La crisis económica afecta en diversos niveles y de múltiples maneras a los protagonistas de esta historia, quienes encuentran una solución estrambótica para salir de sus apuros: convertirse en bailarines desnudistas. No optaron por ser narcos, asesinos o ladrones de bancos. Simple y llanamente objetos sexuales.
La cultura del sexo magnifica los cuerpos perfectos, los músculos en su lugar y los miembros prominentes, pero ellos representan todo lo contrario, por lo que la experiencia es un desafío y verlos adaptarse a la idea de exponerse frente a propios y extraños resulta aterrador. El desarrollo de ese concepto es lo que hace entrañable a esta cinta, nominada al Óscar en 1998, estatuilla que perdió frente a la mastodóntica Titanic.
Cuando anunciaron hace poco que continuarían el relato en formato serie, tuve inicialmente una reacción de desconcierto ¿Es necesario saber qué ocurrió con esta troupé de strippers? ¿Los harán desnudarse por segunda vez 26 años más tarde? La anécdota de la película es tan concisa, que aunque deseemos profundizar en el porvenir de Gaz, Dave, “Horse” y todos los demás, me parece que su historia se contó maravillosamente.
Como suele ocurrir en este tipo de empresas, reunir al elenco original y al escritor Simon Beaufoy para armar ese “después” suena prometedor, pero me cuesta trabajo llegar al primer capítulo sin quitarme la idea de la cabeza que preferiría saberlos en un feliz retiro o durmiendo el sueño de los justos. Ya lo sabremos el próximo 14 de junio por la plataforma Star+ que tendrá disponibles los 8 capítulos de la primera temporada que mantiene su título original en español, ‘Todo o Nada’.
El regreso de ‘Futurama’
Matt Groening y David X. Cohen despidieron el siglo XX con una sátira sobre el futuro, que fue más lejos de lo que hubieran planeado, porque curiosamente nos hizo amar más gran parte de las cosas del pasado. Las promesas de la tecnología, que justifican alargar la vida, ahora se ven como manifiestos de una oscuridad que roza el patetismo. Y retratar esa incertidumbre fue el éxito de esta serie animada, que ha sobrevivido a varias cancelaciones. Acaban de anunciar el estreno de su undécima temporada para el próximo 24 de julio, estrenando un capítulo nuevo cada lunes en la plataforma Star+, y se pueden poner al día con las diez temporadas anteriores en la misma plataforma. Vuelven las voces originales en inglés (Billy West, Katey Sagal, etc.) para dar vida a las nuevas situaciones de Fry, Leela y compañía. E igual que con “Full Monty” solo nos queda apreciar si su humor negro sigue intacto.
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