Dentro de la vasta creación poética del escritor pamplonés cuyo centenario conmemoramos este 12 de febrero (1924-1962) hay tanto deleite como frustración. Para mostrar un ejemplo, veamos un fragmento de Amantes, publicado en 1959:

Somos como son los que se aman.

Al desnudarnos descubrimos dos monstruosos

desconocidos que se estrechan a tientas,

cicatrices que con el rencoroso deseo

señala a los que sin descanso se aman:

el tedio, la sospecha que invencible nos ata

en su red, como en la falta dos dioses adúlteros.

De alguna manera, la antología recopilada en Si mañana despierto (1961) sirvió como una premonitoria despedida que se confirmaría con su fatal deceso en un accidente aéreo. Aquí un fragmento de título homónimo:

De súbito respira uno mejor y el aire de la primavera

llega al fondo. Más solo ha sido un plazo

que el sufrimiento concede para que digamos la palabra.

He ganado un día: he tenido el tiempo

en mi boca como un vino

Y esa juventud truncada nos privó de una historia de vida que acarició el poder político, embriagado de conocimientos tras años de viajes por Europa y Asia, con la posibilidad del confort de una existencia abundante en recursos que disimuló algunas carencias. No creo que fuera un alma torturada, por lo que sorprende su vocación para cuestionar el statu quo y emprender la tarea de recuperar otras voces en la antológica revista Mito, la cual seguramente hará parte fundamental en los homenajes que se le rendirán durante este tiempo.

Debo decir con total vergüenza que fue poco lo que leí del Gaitán Durán en mi etapa escolar. Menciones esporádicas, la presencia de una modesta placa en la que fue su vivienda en la ‘Ciudad Mitrada’ y espacios que llevan su nombre, mismo que suscita confusión con Jorge Eliécer Gaitán, el político liberal inmolado a mediados del siglo pasado, paralelismo significativo por la ideología liberal enseñada desde el hogar.

¿Por qué terminan en anaqueles cubiertos de espeso polvo tantos creadores como él? ¿Por qué resulta tan sencillo olvidarlos cuando hoy, más que nunca, su pensamiento refleja nuestra incapacidad de superar los errores que venimos cometiendo una y otra vez? En su ensayo La revolución invisible afirmó con contundencia “El espíritu colombiano no ha logrado superar el paternalismo feudal”. Es un claro reclamo a que cualquier rasgo de modernidad que creamos encarnar ha sido un espejismo frente a un cúmulo de atrasos culturales, educativos y sociales que parecen insalvables.

Por ese motivo quise reunir a expertos y docente de la Universidad de Pamplona para que examináramos a Jorge Gaitán Durán tanto como figura prominente de la literatura colombiana como ideólogo social. En esa revisión tuve la fortuna de contar con una de sus principales estudiosas como la doctora Flor Delia Pulido, quien anunció la reedición de una biografía ampliada junto a otros escritos menos conocidos de su pluma y letra. También estuvieron los docentes del programa de Humanidades y Lengua Castellana Rosa Aura Celis Duarte y Fabián Rubio, que aportaron bastantes curiosidades y reflexiones sobre este poeta.

De ese modo inicia la nueva temporada de podcasts en mi canal de You Tube que inauguro con este especial, el cual aporte luz sobre una figura sobresaliente de nuestra narrativa.

Además de preguntar por su obra en las librerías del país, podrán encontrar en la Biblioteca del Banco de la República cientos de ensayos y revisiones por parte de académicos y escritores contemporáneos.  También existe un documental llamado Ausencia/Presencia, realizado en 1995 y que contó con la participación de su hija Paula Gaitán. Ojalá lo reponga la señal pública RTVC.

Este 12 de febrero el Instituto de Cultura y Turismo de Pamplona brindará un homenaje en las instalaciones del Museo de Arte Moderno Eduardo Ramírez Villamizar, que por demás fue uno de los amigos cercanos del escritor junto con Eduardo Cote Lamus. La cita es a las 6:00 p.m.

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