Se dice que el Acuerdo de Paz con las FARC traerá mayor riqueza y crecimiento económico a Colombia, gracias a múltiples factores, entre ellos el turismo, aunque un estudio de la Universidad de la Sabana en conjunto con la Universidad Javeriana y el CERAC (Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos) de junio de 2016, prevé que todo dependerá, no de la firma, sino de los programas de reinserción de los guerrilleros, la inversión en infraestructura nacional y la capacidad del Estado de controlar las bandas criminales. Sin embargo, más allá de la generación de ingresos, vale la pena preguntar, ¿qué pasará con la pobreza en el país?

El Dr. Jorge Iván González, reconocido economista del Externado, establece que hay dos posturas con respecto al abordaje de la pobreza, la primera, es ligada a la falta de ingresos y la segunda, a capacidades y realizaciones. Yo definitivamente veo en los ingresos una herramienta que contribuye a la felicidad hasta alcanzar un mínimo, y me respaldo en lo que indica Martin Seligman en su libro Authentic Happiness, donde una vez uno tiene lo básico para vivir, un incremento en los ingresos no genera un incremento en la felicidad de largo plazo. Entonces, me quedo con la segunda postura, en referencia a las capacidades y realizaciones, tal y como lo ha pregonado el Nobel de economía, Amartya Sen, junto con las libertades del ser humano.

Sin libertad, de nada sirven las capacidades y de ninguna forma existirá una realización, por lo tanto, esta libertad es fundamental. Una capacidad es algo que se puede tener y/u obtener y que permite que una persona pueda lograr algo, alcanzar algo. Por ejemplo, sin salud, no se puede triunfar en ningún escenario de la vida. Sin educación, no se puede triunfar en el ámbito profesional, etc. Es por esto que una persona con la libertad de estudiar, puede hacerlo si tiene, además, buena salud, lo que exige también una buena nutrición. Esto permitirá que, si esta persona quiere ascender en la vida profesional, lo podrá hacer. La pobreza, entonces, trasciende la falta de ingresos. El ser humano, por su naturaleza, tiene unas necesidades que buscará satisfacer a lo largo de la vida para ser feliz, tal y como lo ha enseñado Abraham Maslow, reconocido psicólogo del siglo XX. El tema es cómo lograrlo con las capacidades que se tienen y que se pueden adquirir a lo largo de la vida.

Desde hace algunos años, la Universidad de Oxford, de la mano de sus investigadores Sabina Askire y James Foster, crearon el Índice Multidimensional de la Pobreza bajo una metodología que incluye variables como ingreso, salud y educación. Es decir, una persona no es pobre solamente porque no tiene dinero, sino porque tampoco tiene la libertad para ser alguien más en la vida, al no tener acceso a salud y educación. Entonces, la pregunta que habría que hacer es, ¿qué pasará con la pobreza en Colombia con el posconflicto? Se ha vendido el turismo como uno de los grandes generadores de ingresos con la llegada de la paz con las FARC, pero el tema hay que abordarlo con profundidad. En mis próximos dos artículos, en las próximas dos semanas, desarrollaré este tema desde la educación y la salud, temas de gran importancia para profundizar si queremos progresar como país y como sociedad. ¿Qué opinión tienen ustedes sobre la educación en Colombia? ¿Y sobre la salud?