He aquí algunas preguntas clave y respuestas sintéticas sobre la violencia reciente en Gaza, y que ha provocado inquietud alrededor del mundo, por el escalamiento de uno de los conflictos más duraderos de la segunda mitad del siglo XX.

¿A qué se debe la reciente violencia entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza?

Para esta pregunta existen dos respuestas, una formal y otra que surge del análisis de la posición de Israel y de Hamas. Formalmente, la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza (uno de los territorios ocupados por Tel Aviv, pero que debe ser la base del futuro Estado de Palestina) tiene que ver con el asesinato de tres adolescentes israelíes que causó cólera e indignación en todo el país. No obstante, es prudente señalar que Hamas ha negado cualquier implicación en el hecho. Ahora bien, si se mira la situación más de fondo, se debe tener en cuenta que el gobierno israelí está sometido a la presión de sectores radicales que son, en últimas, los que están detrás de la ofensiva. Este sector está representado por el actual ministro de relaciones exteriores Avigdor Lieberman y su partido político, Israel es nuestra casa.

¿Qué tan unidos están los palestinos frente a la acción militar israelí?

En las últimas décadas, los palestinos han estado divididos alrededor del tema de la paz con Israel. Algunos consideran que vale la pena negociar, mientras que otros sectores más radicales no renuncian al sueña de una «gran Palestina». Es decir, un Estado que cobije los Territorios Ocupados (Cisjordania y Franja de Gaza), así como el espacio que hoy comprende Israel. El primer segmento está representando principalmente por el partido político que sigue las banderas de Yasser Arafat, Al Fatah, mientras que el segundo está liderado esencialmente por dos actores, Hamas y Jihad (éste último cercano a Irán). Estos dos grupos son considerados como extremistas y Estados Unidos y algunos europeos los han calificado como terroristas. Sin embargo, cuando los territorios palestinos son atacados por Israel, suele surgir un consenso en el seno de los palestinos.  Aunque no todos se sientan representados por Hamas, esta organización se ha convertido en el símbolo de la disidencia frente a Tel Aviv, mucho más que Al Fatah estancada en sus problemas de corrupción e ineficiencia.

¿Hamas puede hacerle contrapeso militar a Israel?

El mito de la invencibilidad militar de Israel se ha puesto en entredicho en los últimos años. Esta idea se había construido gracias al desempeño militar israelí en las guerras de 1948 y 1967 especialmente. En ellas  consiguió no solo humillar a un sector de los árabes, sino que obtuvo territorios de un valor estratégico mayor, como los Altos del Golán y la Península del Sinaí. Este último ya devuelto a Egipto. Sin embargo, esta facilidad israelí para combatir ejércitos regulares árabes, contrasta con la impotencia para contener a irregulares como Hamas y Hezbollah (un movimiento político y armado que desde El Líbano también combate a Israel).

Esto se pudo observar en dos episodios, la Guerra de los 33 días en 2006 entre Israel y Hezbollah en territorio libanés, y la incursión de Israel en Gaza contra Hamas a finales de 2012. A diferencia de las guerras árabe-israelíes, Tel Aviv no pudo salir vencedor de la confrontación, y se vio obligado a aceptar un empate humillante teniendo en cuenta su superioridad militar. Precisamente, Hamas le apuesta a prolongar la violencia en una guerra asimétrica. Esto le ha permitido  en un período de tiempo corto, ridiculizar a Tel Aviv por la acción de su ala militar las Brigadas Ezzedine Al Qassam, y obtener reconocimiento internacional como actor legítimo de la embrionaria democracia palestina.

¿Hay consenso en Israel sobre una incursión militar en Gaza?

Así como los palestinos tienen divisiones, pero se unen por su supervivencia, los israelíes experimentan algo similar. Empero, en este momento sobresalen divisiones dentro del gobierno de ese país. El primer ministro Benjamín Netanhyahu del Partido Likud es consciente de los riesgos enormes de una ofensiva militar por tierra en Gaza. En contraste, dos de sus ministros y que sostienen la coalición de gobierno, presionan por una operación militar de envergadura. Se trata de Avigador Lieberman ministro de Relaciones Exteriores del Partido «Israel nuestra casa», y de Naftali Bennett de Economía de «La casa judía». Esta división ha marcado la política reciente del Estado hebreo. Vale señalar que se teme por las represalias de Hamas ante una incursión militar, y por los efectos que una operación de ese corte puedan tener en la imagen internacional de Israel, duramente golpeada por la recurrente violación del DIH y del desconocimiento de algunos derechos elementales de los palestinos (vida, locomoción, dignidad, derechos políticos, etc.) Algunos acusan a Israel de mantener un régimen de apartheid. Es prudente recordar la criticada posición del Nobel de literatura portugués José Saramago, quien en polémicas declaraciones comparó a Tel Aviv con el régimen nazi. Alguna vez afirmó «Palestina es como Auschwitz».

¿Existe alguna posibilidad de principio de solución?

Hasta el momento, el antecedente más próximo es la crisis de finales de 2012. En ese momento, también hubo una escalada de violencia que terminó en una tregua por la mediación del gobierno egipcio. Para ese entonces, el presidente era Mohammed Mursi, amigo de Hamas y de la causa palestina y que intercedió para detener la violencia. Hoy, con el dictador egipcio, General Abdel Fatah Al Sissi es menos probable que eso ocurra, particularmente porque éste considera a Hamas como organización terrorista. El único Estado con una opción real de ejercer influencia sobre las partes es Estados Unidos, quien además, está involucrado en el proceso de paz entre Israel y Palestina. Washington es el primer interesado en que la violencia no prospere, porque a Barack Obama se le acusa frecuentemente de ser indulgente con los terroristas árabes. Dicho de otro modo, la exacerbación de la violencia obliga a un comprometido Estados Unidos a reaccionar en favor de Israel.

La otra opción pasa por reconocer a Hamas como vocero legítimo de un sector de la palestinos, y promover una negociación directa con Israel. Algo poco probable por el dogmatismo en el discurso estadounidense e israelí acerca del tema. No obstante, cuando el pragmatismo urge aparecen salidas inesperadas.