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Las declaraciones de algunos legisladores del Centro Democrático por la eventual llegada de médicos cubanos no solo carecen de fundamento, sino que completan una serie de acciones desacertadas y sin antecedentes en política exterior con graves consecuencias.
Una vez en posesión del cargo, Iván Duque tomó la decisión de nombrar a Alejandro Ordoñez como embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA) desatando una polémica por las posiciones que, en el pasado, había sostenido respecto del sistema interamericano de derechos humanos al que repudiaba. Y, como si se tratara de materializar los peores vaticinios, nuestro actual embajador ante la OEA sentenció que “la dictadura de Nicolás Maduro hace parte de una agenda global para irradiar en la región el socialismo del siglo XXI. Para ello la migración, y las alianzas transcontinentales son parte de la estrategia para concretar este propósito”. No hay antecedentes en nuestra política exterior de una declaración con semejantes dosis de xenofobia. Posteriormente, el entonces canciller, Carlos Holmes Trujillo rectificó, pero Ordoñez jamás lo hizo. Desde entonces, ha permanecido en el cargo en abierto desafío a la política integracionista y respetuosa de los principios interamericanos, sostenida durante más de medio siglo, por parte de gobiernos colombianos de diversos matices ideológicos.
Por eso no causa extrañeza que, alejados y sin el menor reparo por cualquier código diplomático, miembros del Centro Democrático pretendan que Colombia asuma una postura intransigente respecto de Cuba. Tanto María Fernanda Cabal como Álvaro Uribe Vélez, deberían recordar que, en el gobierno de Julio César Turbay Ayala, célebre por el estatuto de seguridad y su alineamiento con Estados Unidos, se establecieron relaciones diplomáticas con la República Popular China, tal como lo había hecho Estados Unidos años atrás. A nadie se le pasó por la cabeza que Colombia estuviese adoptando una economía socialista o una democracia popular marxista. El propio Augusto Pinochet Ugarte tuvo una relación privilegiada con el establecimiento comunista chino y en la época de Salvador Allende se reconoció a la Corea del Norte con quien aun se tienen lazos diplomáticos. A pesar de los dos mandados de Sebastián Piñera, Santiago no asoma la posibilidad de cortar dicha relación.
Pero esta lógica sana de separar la política exterior de los debates ideológicos internos también fue regla en Colombia. Algunos de los que hoy critican a los médicos cubanos, olvidan que Uribe Vélez firmó con su homólogo Hu Jintao un acuerdo de promoción y protección de inversiones como una fase previa para un tratado de libre comercio que buscó intensamente. Desde 1998, Colombia ha tenido administraciones de derecha en todas sus expresiones (incluida la de Juan Manuel Santos). Sin excepción, han mantenido relaciones respetuosas y estrechas con Cuba, incluido Uribe Vélez. En su libro “No hay causa perdida” reconoce como mérito de propia cosecha la manera en que en uno de los peores momentos de la relación con Venezuela -a raíz de la captura de Rodrigo Granda y cuando Hugo Chávez amenazaba con cerrar la frontera si Colombia no se disculpaba- La Habana intercedió. El exmandatario colombiano recuerda que en su casa de Rionegro recibió al viceministro de relaciones exteriores y al embajador cubano y perfeccionaron un principio de acuerdo para superar al impasse. Aquello solo fue posible por una llamada telefónica entre Castro y Uribe y por la cual, el propio expresidente colombiano reconoció que “Castro y yo nos llevábamos muy bien –para sorpresa de algunos, y en los últimos años habíamos hablado en varias ocasiones”.
¿Se puede estar en desacuerdo con la llegada de médicos extranjeros? Obviamente, siempre y cuando las razones obedezcan a la falta de necesidad o como bien lo aclaró el ministro de salud, porque procedimentalmente existan dudas. Sin embargo, recurrir al simplismo de que los médicos son promotores de una ideología constituye una agresión y una estigmatización contra el gremio, un desconocimiento de la forma en que opera la cooperación internacional y la confirmación de que la política exterior se ha convertido en extensión internacional de la línea más intransigente del Centro Democrático.
@mauricio181212
Estimado Larry, gracias por su comentario en algo creo que concidimos. Déjeme aclarar que no estoy defendiendo a Cuba, ni hago mención alguna a si el comunismo en le isla funciona o no, pues me parece irrelevante en el debate actual. Creo que hay xenofobia cuando se acusa a alguien por su nacionalidad, en este caso a los médicos. Si alguien tiene pruebas de que son malos profesionales, preséntenlas, pero que los ataques no tengan que ver con su origen son a todas luces discriminatorios. Lo que dijo el embajador ante la OEA es inaceptable pues los migrantes lejos de promover el socialismo, huyen de su mala puesta en práctica en Venezuela. Creo que si en eso último coincidimos, deberíamos entender que lo que dijo no nos debe representar y es sin duda, xenófobo como el discurso nazi que llevó a la tragedia de la segunda guerra mundial.
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Profesor Jaramillo, aunque usted trate de mostrar que su escrito solo busca evitar un discurso xenófobo, la verdad es que, como en otras ocasiones, tiene un marcado tinte político.
Es un ataque al CD tildándolo a varios de sus representantes de xenófobos. No defiendo algunas de esas posiciones pero no veo xenofobía por ningún lado, ni siquiera en el discurso extremo de Ordoñez. El ataque es hacía los gobiernos y no hacía las personas, tan es así que a pesar de la inmigración venezolana, Colombia es el país que mejor los ha recibido y eso que nos han llegado bastantes grupos de delincuentes. Igual que el discurso hacía los médicos cubanos, la principal critica es la explotación que hace su gobierno de ellos, su falta de capacitación como lo ha dicho la OEA y que como se ha demostrado en otras ocasiones, parte de su objetivo sea político.
Hablar de genocidios y de tragedias sociales no tiene ni pies ni cabeza. Estoy seguro de las capacidades intelectuales del profesor, por lo que su comparación absurda con lo sucedido con los judíos en la Alemania Nazi solo creo que tiene un fin político. Le falto decir que Ordoñez era nuestro Goebbels.
Si hay un discurso xenofóbico, es el que ha hecho la izquierda con la llegada de los asesores americanos para la lucha contra la droga. Lo mínimo que les han dicho son ‘gringos violadores’. Para el profesor eso no es xenofobia? eso no merece un blog?
Y si es una defensa de Cuba. La comparación con China en el tema de las relaciones internacionales lo muestra. No hay comparación porque China en la parte económica es un país capitalista, de vital importancia en el orden mundial, sin punto de comparación con un país con una economía destruida, que vive como parásito de otros países y que a hoy solo sirve para ayudar a aquellos que quieren desestabilizar el país. Que hacían Petro y los lideres estudiantiles en la isla? no me vaya a decir que curándose de un falso cáncer uno y los otros de vacaciones. Además decir que solo algunas críticas por los derechos humanos son probablemente fundamentadas es negar la realidad. No son algunas, son muchas las violaciones de los derechos humanos del gobierno cubano que están absolutamente fundamentadas.
Por qué es tan difícil para la gente de izquierda aceptar que el modelo cubano fue y es un fracaso? Que además llevó a la destrucción de otro país como Venezuela donde el régimen se mantiene gracias a la ayuda de los militar.es cubanos
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Lo escuché por ahí, en transmilenio :…”Traer médicos cubanos para salvar vidas es malo ; traer soldados norteamericanos o expertos judíos como Jair Klein para enseñar a matar gente es muy bueno “.
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Jacqueline entiendo su argumento, pero lo discuto de la siguiente manera. Que existan críticas en contra del gobierno cubano por los derechos humanos, algunas de ellas probablemente fundamentadas, ¿convierte a sus médicos en agentes propagadores del comunismo? Le ruego que lea mi artículo y busque si en algún aparte defiendo o hablo de Fidel Castro o de la Revolución Cubana. Simplemente hago un llamado para evitar un discurso xenófobo que, en otros contextos, ha provocado grandes tragedias sociales.
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En verdad no sé si usted es ingenuo o simplemente hace propaganda del lado Castrista, parace no tener en cuenta el informe de Derechos Humanos respecto a este tipo de contrataciones.
De otro lado, tal como lo señaló Derechos Humanos, en estás misiones envían médicos familiares y enfermeros, no son ni parecido a médicos intensivistas, entonces cuál es el supuesto beneficio??
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Les recuerdo a quienes describen el papel de estos médicos en Venezuela y Bolivia con adjetivos denigrantes, que por favor, recuerden la forma cómo se gestó el genocidio en contra de los judíos en la Alemania nazi. Con ese tipo de señalamientos se justifica la persecución hacia grupos.
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Creo que ellos no tienen que aportar nada en Colombia ya que no están actualizados , ni preparados para manejos complejos con equipos modernos …además su política estructural es de sembrar su resentimiento contra el capitalismo …contrario a buscar trabajo y ganar lo que nunca obtendrán en su país
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Excelente análisis. Solo para el raciocinio de los inteligentes, es preciso señalar que Cuba en términos reales si logró aplanar la curva de contagio por el modelo médico que han desarrollado hace muchos años. Aquí vamos en ascenso desmedido.
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El problema consiste en que estos “médicos” son especializados en acciones militares y de castigo. Si llegan, háganles un test de medicina en manejo intensivista, eso es lo que necesitamos, pero ellos son de los menos preparados en esta profesión: médicos generales.
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Eres miope o ciego , basta con ver los supuestos cubanos medicos que no son mas que enfermeros de 3 . Lo demostro Bolivia , se ve sabe de los que estando en Venezuela escaparon a ese regimen tan bendito .Si vamos a pagar traigamos medicos calificados de paises que en verdad graduan profesionales
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Este artículo es sesgado, pretende q ‘os vendemos los ojos, para no ver la explotación de los profesionales de la salud alienados, no ignoremos lo q se ha denunciado en Brasil y Bolivia, es solo un negocio de los dicatodres del régimen esclavista cubano, no caigamos en la mala intencion y malvado fin de este señor bloguero
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Hay que entender la situación. Cuando el ojibrotado Petro estuvo en Cuba la muerte lo tenía bocabajo y le estaba introduciendo una penca negra verrugosa y estos médicos vinieron a rescatarlo. Ahora la misión es introducirles a los pacientes de Covid-19 el espeso suero comuñanga. Esto pinta bien.
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Gracias Luis por su reflexión. Permítame simplemente contraargumentar diciendo que no niego que haya médicos que puedan atravesar por penurias. Pero mi punto es que es absurdo convertirlos de forma arbitraria en emisarios del comunismo cubano, simplemente por lo ocurrido en Venezuela. Los ejemplos de Estados donde han ejercido estos médicos no da para pensar en un plan de expansión. Acusarlos, además, desvirtúa y subestima la ética médica.
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Es cierto, la medicina en Cuba es extraordinaria y sus médicos y profesionales de la salud son excelentes. También es cierto que el sistema de gobierno de ese país, siempre está preparado para iniciar labores de inteligencia en todos los países de Latinoamérica y muchos de sus espías internacionales son profesionales en muchas denominaciones. Principiemos por decir que ningún Cubano que termine la secundaria puede quedarse sin iniciar una carrera universitaria. Es obligatorio y gratuito. Muchos profesionales, especialmente de la medicina están más que dispuestos a salir a otros países, por oportunidad de salir de la isla, por adquirir algo más para sus familias, etc. Pero muchos de ellos pagan un precio de secreto trabajo e información para su gobierno. Cuando conocí Cuba, me pude dar cuenta que allí la gente vive obedeciendo sagradamente a las normas de su revolución. Ellos están dispuestos a todo. Así comenzó Venezuela. Los primeros en llegar eran médicos. Comenzaron a ganarse la confianza de otros médicos. Al contrario de nuestros países, ser médico allá no es una profesión lucrativa, es simplemente una profesión en la cual no reciben un salario que les permita tener algo más de un pequeño sitio para vivir. Una tarde como a las 6 nos sentamos con mi esposa en un sitio en una esquina cerca del hotel Nacional para lograr tener unos minutos de Internet. Una mujer se sentó a nuestro lado y nos pidió algo de dinero. Hablamos un rato con ella y nos informó que era una doctora en medicina especializada en oncología. Su hijo y su hija también médicos. Su deseo de salir de la isla inmenso, dispuesta a ir donde la revolución la envíe. En este tiempo, México ya comenzó a recibir médicos y el gobierno de ese país ha dado pie para que pueda en un futuro surgir otra Venezuela. Este comentario lo hago de corazón. Soy colombiano y vivo en Canadá desde 1996. Los que vivimos en exilio voluntario muchas veces sentimos y presentimos más que los que se han quedado en Colombia. De todas formas su artículo es muy bueno. Pero Abran sus ojos.
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Excelente artículo. Conozco médicos cubanos ante quienes me quito el sombrero, porque son profesionales con amplísimo conocimiento, íntegros y muy humanos. Bienvenidos los médicos cubanos.
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